Niño Problemas [YoonMin]

Capítulo 36

Narra Jimin

Hoseok y yo caminamos por las tiendas del centro comercial, me mostró muchos lugares diferentes en donde podía obtener todo lo que necesitaba para mis regalos. Estaba muy entusiasmado por haber encontrado la mayoría de las cosas que estaba buscando, lo único que me faltaba por conseguir era la boina de Tae, y el obsequio más importante y difícil, el de Yoongi.

Aún no estaba seguro de que podría gustarle.

No era alguien que necesitaba o pedía muchas cosas materiales. Tenía lo necesario y tampoco le gustaba gastar de más, antes pensaba que solo era otro bastardo con dinero del montón, pero me sorprendí porque en realidad no es así.

Además tenía otra preocupación en mente, la persona que nos estaba siguiendo.

Si bien le prometí a Jin que lo llamaría si sucedía algo, no podía hacerlo. La única cosa que me consolaba en esos momentos era que estaba acompañando de Hobi.

Hoseok era un gran alfa de olor a roble y naranja, era alto, apuesto y con una hermosa sonrisa, todo omega que pasaba a nuestro lado se veía hipnotizado solo con su presencia. Era un alma tan alegre que todos volteaban a ver con la misma sonrisa que él le brindaba al entorno.

—Sé dónde podemos encontrar la boina— revisó mi lista sonriente.

—También me gustaría comprar papel para envolver y cintas de colores— murmuré pensativo.

—Conseguiremos todo no te preocupes, y aún te sobra una cantidad considerable de dinero— aceleró su paso— esta es la tienda entremos.

Revisaba con delicadeza cada boina presentada en los escaparates de la tienda, imaginado cuál podría ser aquella que le sentará bien a mi mejor amigo, bueno, tiene una cara de que aunque le compre el conjunto más feo de la tienda en él se vería estupendo. Pero aún así quería resaltar su belleza en máximo esplendor.

—Tal vez pueda ayudarte a escoger— mencionó Hoseok viéndome indeciso.

—Claro tu puedes revisar las de ese lado y yo miraré estas— respondí animado.

—¿Tienes alguna foto de tu amigo?— preguntó— eso me serviría muy bien de referencia.

—Oh ¡Claro! Dame un segundo.

De inmediato saqué mi billetera y la abrí con cuidado, extrayendo de su interior una foto, misma que tomamos cuando nos hicimos muy buenos amigos y la miré sonriente.

—Es él— dije mientras le indicaba la fotografía.

La fotografía era algo antigua, la tinta de bolígrafo con la que Tae había escrito en ella se estaba empezando a borrar de a poco pero aún así la mantenía lo más intacta posible.