Niño Problemas [YoonMin]

Capítulo 30

Narra Yoongi

A medida que mis movimientos aceleraban Jimin se aferraba más a mi camiseta, rasguñandome por encima de mi ropa y soltando pequeños sonidos placenteros que se intensificaban con cada vaivén que provocaban mis manos en nuestras hombrías. Segundos después ambos llegamos al climax y lo recosté encima mío mientras acariciaba con delicadeza los mechones de cabello que bañaban su frente.

Su olor cada vez era más intenso y no se saciaba con la masturbación ejercida, eso solo aclaraba mis preguntas.

Flecos está entrando en celo por mi culpa.

—Pequeño~— llamé despacio— debo ir a la cocina para traerte supresores.

—¡No! No los quiero.

—Estas entrando en celo, tu aroma es cada vez más fuerte, puedo notar que estás perdiendo un poco la razón y tus ojitos...

Lo observé más detenidamente, acercándome a su rostro para darme cuenta de cómo sus ojitos estaban cambiando de marrón oscuro a un naranja fuerte, su lobo poco a poco estaba apoderándose de su cuerpo.

—¿Mis ojos?

—Tus ojitos se están poniendo naranjas, definitivamente es tu celo cariño.

—Ohh— soltó un poco decaído— Y... ¿No podemos pasar juntos mi celo?

Empecé a procesar con calma las palabras de Jimin, tomé con suavidad su mejilla y lo aprisioné más a mi cuerpo abrazándolo con protección y sonriendo bobamente recordando toda la iniciativa que había tenido en lo que restaba de la noche.

—Estaré contigo todo el tiempo que quieras no te preocupes— lo miré sonriente— pero no podemos tener sexo ahora.

—¿Y eso por qué?— se levantó de manera rápida mientras su mirada transmitía decepción.

—Porque no tengo condones especiales para un celo, y los que nos dio Nam no servirían— dije levantándome seguidamente y tomándolo en mis brazos desde atrás.

—Pero podemos hacerlo sin eso— opinó bajando su cabeza y formando un pequeño puchero con sus labios.

—No podemos ¿Qué pasaría si te quedas embarazado? Además mañana tendremos que ir a estudiar.

Tampoco quiero hacerte nada aún, me importas mucho.

—Pero yo sí quiero un cachorro tuyo Yoongi.

El celo lo hace más ciego que de costumbre, tan tonto.

—También quiero un cachorro tuyo pequeño, que tenga tus lindas mejillas abultadas, tus ojitos brillantes, tus labios rosaditos, flecos tapando su frente y tu ternura en su máximo nivel— sinceré— pero ahora no es el momento, ambos estamos aún en nuestro último año de bachillerato, quiero que termines tus estudios y cumplas tus sueños laborales más que nada en el mundo... Un bebé ahora solo te limitaría a muchas cosas que sé, quieres realizar por ti mismo.

Bajó su cabeza pensativo pero convencido, me miró de regreso y sonrió con suavidad.

—Está bien— respondió fingiendo indignación— pero deberás cuidarme todo lo que dure mi celo y darme un cachorro cuando se pueda.

Cuando regrese a sus cabales más de noche estará avergonzado al recordar todo lo que me está diciendo.

—Tus deseos son mis órdenes— reí— iré por los supresores quédate aquí y si viene Nam no le abras por nada en el mundo.

—Bueno, pero cuando regreses quiero muchos besos.

—No te preocupes eso lo haré con gusto— dejé un beso en su frente y me levanté de la cama encaminándome a la cocina por el botiquín dónde estaban los supresores para omegas que usaba mi papá.