Capítulo 53

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Narra Hoseok

Por primera vez en mucho tiempo llamé a mi hermana. Dejé de hacerlo porque ella me ignoraba rotundamente y evitaba mis llamadas y mensajes.

La llamé y estuvimos de acuerdo en vernos para hablar.

Apoyaba mi espalda contra la pared de una columna en el centro comercial mirando a la gente que pasaba por delante mío y escuchando la estresante canción de elevador que sonaba por todo el centro comercial según ellos para darle un "ambiente pacífico", no obstante los nervios me consumían y esa música no ayudaba a calmarme.

—Hola, hermano— escuché a mi lado con sorpresa— veo que estás bien.

Me sentía bien, había ganado un poco de peso y cuando me veía en el espejo mi cara tenía pintada un ligero tono rosaseo en mis mejillas. Más cuando observé a Jieun me sentí mal, ella no se veía bien.

—Ah, Jieun— le respondí con tono animado tratando de transmitirle alegría también a ella— ¿Te parece si vamos a esa cafetería y hablamos ahí? ¿O propones un lugar más tranquilo?

—La cafetería me parece bien— bajó la cabeza.

Caminamos hacia ella en silencio, observaba que Jieun prestaba mucha atención a las mangas de mis brazos pero traté de ignorarlo. Nos sentamos en una de las mesas más alejadas para poder conversar pacíficamente, la mesa estaba alado de una ventana que daba al patio repleto de arbustos con formas del centro comercial y a diversos edificios que le daban un toque estupendo a la vista, aunque a mí me gustaría más si esos edificios se esfumaran.

—Y entonces ¿Cómo te está yendo?— comenzó ella a hablar— la última vez que nos vimos fui muy grosera y mala contigo, no te merecías nada de lo que dije. Lo siento.

—Tranquila está bien— le sonreí sorprendido ante tal disculpa que no veía venir— está todo bien ahora supongo, conseguí trabajo, tengo amigos ahora... Y hasta estoy yendo a terapia.

—¿En serio? ¡Eso me alegra mucho hermano!— expresó con algo de emoción, pero tratando de esconder su felicidad, bajo la cabeza y volvió a poner una expresión triste— debiste tener muchos problemas, en serio lo siento mucho.

—Tranquila— miré mi vaso grande de café helado— me topé con personas maravillosas, sin ellas creo que me hubiera vuelto loco.

—¿Park Jimin?— preguntó con la mirada aún más culpable.

—Sí— le contesté alegre, tratando de animar un poco su semblante de nuevo— él fue bueno conmigo desde el inicio y las personas que lo rodean también son muy amables, no tardé en encariñarme con todos ellos.

—Él atrae a muchas personas, buenas y malas— una pequeña sonrisita surgió de sus labios— me alegra que solo se haya quedado con las buenas, a veces me preocupaba lo distraído que podía llegar a ser, veo que ha cambiado también en eso.

—¿Por qué, Jieun?— no podía darme más vueltas, tenía que preguntarle ahí mismo qué fue lo que pasó con Jimin— ¿Por qué hiciste todo lo que le hiciste?

—Ni yo misma lo sé ahora— jugaba inquieta con sus manos— ¿No has sentido esa sensación de querer monopolizar y cuidar a alguien a quien quieres mucho pero se te va de las manos?

Me quedé pensando por unos momentos en su pregunta, y no tenía respuesta. No quería monopolizar a alguien, el sentir querer cuidar a alguien que quieres si que lo entendía, pero estaba muy conciente de que había un límite si esa persona no quería ser cuidada.

—Bien, creo que es hora de contarte todo lo que pasó este tiempo— estaba temblando, sus manos temblaban mucho.

—Tranquila, te escucharé de principio a final— tomé sus manos tratando de calmarla— trataremos de buscar una solución a todo lo que te esté atormentando.

Niño Problemas [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora