Estaba dormida, pero a pesar de eso podía sentir el calor del cuerpo de Mark junto al de ella, sentía su respiración en el cuello, su mano en su cintura, su pierna enredada con la de ella.
Abrió los ojos y vio los primeros rayos de luz entrando por el ventanal, volvió a cerrar los ojos y disfruto de la sensación de tener a Mark Cardoni a su lado, de poder oler su colonia, de poder sentir su piel rozando la suya.
-¡Ah! –y no espero que el hiciera eso, le había dado un mordisco en el hombro. Se giro hacia el mirándole divertida –Estas despierto
-Lo difícil es estar dormido a tu lado –y el paso la mano por su muslo hasta llegar a su trasero
-¿Me muevo mucho? –Mireya frunció el ceño
-Oh, ese no es problema –Mark rio divertido y tiro de ella hasta tumbarla sobre él, Mireya pudo sentir su erección al instante.
Durante la noche, Mark se había despertado tres veces y todas ellas con un apetito voraz que solo pudo saciar tomándola con locura. Y ahora parecía dispuesto a recordar lo ocurrido en la noche.
-¡¡Mark!! –y ahí estaba la voz de su madre -¡¿Puedo entrar?!
-¡¡Nooo!! –El grito ofuscado
-¡¡Un momento Pamela por favor!! –Mireya salió de la cama sin importar su desnudez, tomo la bata y se la puso, después cogió el pantalón de él y se lo lanzo –Póntelo
-¿Qué haces? –Mark la miro con los ojos entrecerrados
-Mark, póntelo –Mireya camino hacia la puerta –Voy a abrir a tu madre y no creo que quieras que te vea así
-Mierda –y el salió de la cama poniéndose el pantalón rápidamente
Mireya le observo para cerciorarse de que estaba vestido y después abrió la puerta. Inmediatamente se encontró con el rostro de Pamela, que le sonreía y gesticulo en silencio un gracias.
-Pasa –Mireya se aparto para que entrar
-Perdón por la interrupción –se dirigió a su hijo –Me gustaría hablar contigo hijo
-¿Y ahora qué? –el suspiro fastidiado
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Wife
ChickLitUna Wife. Eso había terminado siendo Mireya Santos. ¿Qué es? Es una mujer sin escrúpulos, sin corazón, una mujer que se vende por dinero. ¿una prostituta? Algo muy parecido. Las Wife eran las mujeres de alquiler de la alta sociedad, para aquellos c...