Capitulo 30: Diviertete

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-¿Estas bien? –la cabeza de Ángel apareció a un lado del lienzo



-¿SI? –Mireya respondió nerviosa


 


 

-Eso sonó como una pregunta, no una respuesta –Y el rio divertido –Ya sabes que conmigo estas a salvo


 


 

-Aun así…-Mireya se mordió el labio –Es algo … incomodo


 


 

-¿Quieres que lo dejemos? –Y Ángel soltó el pincel sobre la mesa que tenía a su lado



 

-No –ella respondió con decisión –te dije que me pintarías y me pintaras



 

-Pero no imaginabas que seria así –y el volvió a reír divertido con la situación –Anda vámonos, si no eres capaz no pasa nada.



 

-Claro que soy capaz –y con decisión, Mireya desato el nudo de la bata y la dejo caer por su cuerpo hasta el suelo. El aire rozo cada poro de su piel, alzo la cabeza con orgullo intentando derrotar a su propia vergüenza.



 

-Joder, eres perfecta –Ángel la observo maravillado –Este va a ser el mejor cuadro que he pintado




 

-¿Ya has pintado a alguien … así? –Mireya hablo con voz algo tensa




 

-¿Desnuda? –y Ángel rio al ver como desviaba la vista ante la palabra –Si, alguna vez




 

-¿Qué hago? –Mireya observo la tela de terciopelo rojo en el suelo




 

-Siéntate, girada hacia la ventana –Ángel la observo haciéndolo, después se acerco, alza las piernas, que tus rodillas cubran tu desnudez y Mireya obedeció. –Así –se agacho y tomo su pelo apartándolo del hombro  -Apoya los brazos sobre tus rodillas –se incorporo y camino hacia el lienzo, volvió a tomar el pincel y la miro sonriendo –Ahora gira el rostro hacia mí y mírame.

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