Capitulo 28: Un bizcocho

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 -¡Organizad todo en el exterior! –Mireya hablo a unos de sus trabajadores mientras caminaba por el hotel marcando en su tablet -¿Como vais? –observo la a su alrededor –Las flores aquí –señalo a una chica que entraba con un ramo de flores en la habitación –Gracias –y volvió a fijar la vista en la tablet

-Ya esta aquí tu maravilloso fotógrafo –Y Ángel le hablo al oído sobresaltándola

-Me has asustado –Mireya lo miro sonriendo -¿Acabaste con los salones y el hall?

-Que si –el asintió rodando los ojos –Están grabando fuera, así que esperare a que acaben para el exterior.

-Pues mientras la habitación –Mireya dejo la tablet sobre la mesita junto a la entrada y camino por la habitación –A ver –coloco bien el dosel blanco que caía alrededor de la cama –Creo que ya esta

-Le estas cogiendo gusto a esto de mandar –El rio divertido mientras sacaba algunas fotos en la habitación

-Desde la entrada, a ver si puedes coger que salga bien la terraza –camino hacia el gran ventanal de la terraza y tiro de las cortinas dejando que la luz inundara la habitación, después abrió ambas puertas –Ahora –y se aparto rápidamente para que el sacara las fotos

-Le estas cogiendo gusto a esto de dar órdenes eh –Ángel la miro divertido y después volvió a dedicarse a lo suyo

Eran casi las cuatro de la tarde cuando al fin habían acabado con todo y eso ponía aun más nerviosa a Mireya. Las fotografías de todos los rincones del hotel estaban listas, la grabación del video para la publicidad en televisión había quedado espectacular, después de escogieran la canción adecuada y los rótulos de letras. También seleccionaron la voz dulce de una chica para hablar en él y lo cerraron con la preciosa puesta de sol tras el inmenso castillo.

-¿Y? –Mireya observo a Ángel impaciente.

El seguía mirando la pantalla de la televisión, donde unos segundos antes había visto el anuncio al completo.

-Ángel –lo llamo impaciente

-Espectacular –y el la miro orgulloso –Eres fantástica –y sonrió –Y yo te descubrí

-¿Tu me descubriste? –Mireya alzo una ceja

-Lo que me recuerda –y Ángel tomo la tablet y el lápiz digital, después de unos instantes se la paso a ella –Firma, tu contrato. Tendrás que presentarlo cuando vayas a la exposición del proyecto.

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