Estaba en paz, descansaba, como no había descansado en mucho tiempo, se sentía protegida, tranquila. Sentía su brazo bajo la cabeza, olía su colonia, notaba los latidos de su corazón en la mano, apoyada en su propio pecho.
Abrió los ojos y le miro, durmiendo, observo su perfil, su barba reciente, se incorporo despacio y suspiro observando la habitación. Aquella habitación en la que había sido feliz y consciente de su profunda tristeza al mismo tiempo, donde le había tenido y comprendido que sería por poco tiempo.
Bajo de la cama y observo su ropa, seguía con el vestido de la fiesta, descalza camino hacia el ventanal, desde donde podía ver toda la ciudad. Lo abrió y se quedo observando, todo estaba igual que aquella noche, sin embargo todo había cambiado.
Cerró los ojos y recordó como llego hasta allí, anoche.
-No eres italiano —hablo mirando de reojo al hombre que la guiaba por las calles
-No, no lo soy —el sonrió divertido —Además de guapa eres inteligente, le entiendo.
-¿A quién entiendes? —Mireya pregunto mirándole ahora fijamente
-Vamos, seguro que sabes a donde vamos —el alzo una ceja
-¿A ver a Mark? —Mireya lo miro a los ojos
-¿Cuándo lo has sabido? —El rio
-Te vi, hablando con él en la fiesta, cuando os visteis os abrazasteis —Mireya desvió la vista mirando las calles por las que la llevaba -¿De verdad creerías que me iría con un desconocido?
-Me seguiste el juego —el negó con la cabeza sonriendo —Soy su primo
-Yo soy...-Mireya iba a decir su nombre pero fue interrumpida
-Tu eres la mujer por la que él se ha vuelto loco —dejo de caminar y la miro, después fijo la vista en frente, en el hotel —Supongo que ya sabes dónde te espera
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Wife
ChickLitUna Wife. Eso había terminado siendo Mireya Santos. ¿Qué es? Es una mujer sin escrúpulos, sin corazón, una mujer que se vende por dinero. ¿una prostituta? Algo muy parecido. Las Wife eran las mujeres de alquiler de la alta sociedad, para aquellos c...
