Capitulo 36: Mentiras

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-Fue la ultima grabación –una chica dejo ante Mireya unos papeles


-Gracias –ella sonrió mientras los mirabas -¡¡Hemos acabado señores!!



 

-No grites por favor –Ángel se paro junto a ella llevando la mano a su cabeza -¿Cómo puedes estar tan tranquila’



 

-Porque yo –se señalo a si misma riendo –no bebí tanto como tu –y le señalo a el



 

-¿Habéis acabado? –Mark se paro ante ellos y fijo la vista en Mireya



 

-Si, ¿el local está listo? –Ángel miro su reloj –El camión debe estar a punto de llegar



 

-Yo voy ayudar a recoger las cosas –Mireya se alejo rápidamente en dirección a la plaza que se encontraba al fondo, donde habían rodado algunas tomas para el anuncio.



 

-Bueno vamos a la joyería –Ángel comenzó a caminar hacia allí –Mañana seleccionaremos el estilo del cartel del exterior y de las tarjetas. –miro a Mark de reojo -¿Qué le hiciste?



 

-Nada –Mark miro al suelo tenso



 

-¿Nada? –Ángel alzo ambas cejas




 

Cuando todo estuvo recogido y listo, Mireya se dirigió hacia la joyería, en busca de Ángel. Al entrar se encontró con multitud de gente colgando cuadros en el local, cuadros que ella conocía, cuadros que Ángel había pintado.



 

-Mireya –Mark se acerco a ella corriendo –Hablemos por favor



 

-Yo no tengo nada que hablar contigo –ella lo miro molesta –Anoche quedo todo lo suficientemente claro



 

-Lo que te dije… sigue en pie –la miro a los ojos



 

-¿Lo que me dijiste? –Mireya entrecerró los ojos -¿no puedes perder verdad? El gran Mark Cardoni tiene que ganar y ahora, ya no soy una prostituta.



 

-No es eso lo que quise decir –Mark apretó la mandíbula



-Pero a mí no me importa lo que tu quisiste decir –Mireya bajo la voz –Yo espere, yo creí en ti. Eras mi primer cliente Mark, el primero –lo miro fijamente a los ojos –y me demostraste lo que era para ti, me devolviste al lugar al que tenía que estar ¿no?  Tú me convertiste en una Wife.



 

-Hay tensión en el ambiente ¿no?  -Ángel se paro ante ambos mirándolos sonriente



 

-Esto es una conversación privada –Mark lo miro furioso



 

-Vaya, que importante ¿no? –Ángel sonrió divertido -¿Qué os parece el cuadro principal de la joyería? Espectacular



 

-Déjate de…-Mark miro hacia donde su amigo estaba sonriendo y lo vio. Su rostro paso de ponerse amarillo a morado en unos segundos, su nariz se hincho y sus palabras casi salieron como un rugido –Esta desnuda

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