Capitulo 33: En idiomas

81.3K 4.5K 562
                                        

El señor Cardoni esta subiendo señor.

 


 

-Gracias –Ángel apago el interfono y suspiro. Se incorporo y acomodo su chaqueta adecuadamente, camino por su despacho en dirección a la puerta y nada más abrir esta, pudo divisar el ascensor.





 

Las puertas metálicas estaban abriéndose y un Mark que nada tenía que ver con el despojo del día anterior, estaba en su interior. 





Salió del ascensor con aire solemne, con la seriedad cubriendo su rostro, avanzo varios pasos con la vista fija en el despacho de Mireya, pero Ángel se interpuso en mi camino.





 

-A mi despacho –Ángel lo miraba fijamente –Ahora



 



 

Mark permaneció mirándole a los ojos unos segundos y finalmente trago saliva y se giro, para caminar en dirección al despacho de Ángel. Nada más entrar, escucho la puerta cerrarse, dato que señalaba que su amigo le había seguido el paso de cerca.





 

-Toma asiento por favor –Ángel rodeo su mesa y se sentó en su lugar





 

-No necesito que me sermonees –Mark se sentó y suspiro –Ya sé que me comporte como…





 

-¿No lo necesitas? Bien, tiempo que me ahorro –Ángel se inclino hacia delante mirándole fijamente –Pero ahora tu y yo, vamos a hablar.





 

-No debí comportarme así –Mark hablo triste –Estaba…





 

-¿celoso? Lo sé –Ángel entrecerró los ojos –Pero a mí eso me importa una soberana mierda





 

-Ángel –Mark quiso excusarse, pero su amigo no se lo permitió





 

-Cierra tu enorme bocaza y escúchame –le señalo visiblemente molesto -¿Te crees con derecho a juzgarla por ser una Wife, Mark? Pues te diré una cosa, no existe nadie en el mundo, nadie, que pueda juzgar a Mireya. Nadie . –negó con la cabeza –SI tan solo te hubieras molestado en averiguar sobre su vida, sobre ella. Pero no, el niño se asusto cuando comenzó a querer tenerla a su lado por más tiempo del que fija un maldito contrato.





 

-Yo no…-Mark frunció el ceño





 

-¡¡Cierra la boca Mark!! –Y Ángel grito sobresaltándole –Puedo asegurarte una cosa, amigo. Cuando salgas de este despacho, cuando la mires a los ojos, te sentirás la peor basura del planeta. ¿Y sabes por qué? –se acomodo en su sillón –Porque la mujer a la que te atreviste a juzgar, hizo todo esto, se convirtió en la mujer que tu, contrástate, por su hermana. Solo y únicamente por una hermana que había quedado impedida en el accidente en que sus padres murieron. –lo miro a los ojos –Mireya, hizo lo necesario para poder pagar la clínica, la rehabilitación de su hermana Lucia.  Ella, una chica que tenía una vida maravillosa, que estaba acabando sus estudios, que solo tenía que presentar su proyecto y vivir su vida y de la noche a la mañana se vio sola, teniendo que cuidar de una hermana que había perdido la ilusión. Pero no se rindió, Mireya nunca se rindió, a pesar de lo que sufrió, de lo que tuvo que hacer, a pesar…. A pesar de encontrarse a un hombre como tú. –se levanto de su asiento y camino hacia la puerta, se paro junto a ella –Tu me acusaste de quitártela, pero no Mark, tu eres quien la aparto de su lado, porque no eres capaz de admitir lo que sientes y de luchar por lo que quieres. Yo le he dado a Mireya la vida que le pertenece. –abrió la puerta –Ahora, cuando la mires a los ojos, piensa en lo que tuviste y lo que no quisiste tener.

WifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora