Capitulo 32: No puedes darmelo

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-Me alegro tanto –Cati sonrió con cariño –Te mereces ser feliz

 

-La felicidad –Mireya suspiro –A veces dudo que exista


 

-Existe cielo –Cati le tomo la mano –Y tú la tendrás, la encontraras.


 

-Me conformo con poder ayudar a mi hermana –Mireya hablo pensativa –Ella es quien tiene que ser feliz


 

-¿Y tú? –la ternura inundo su voz -¿Y Mark?


 

-¿Mark? –sonrió con cierta tristeza –Mark es una parte de mi vida que he de olvidar.


 

-No cielo, no te equivoques –Cati alzo su mano y acaricio su mejilla –No debemos olvidar quienes fuimos, lo que hicimos, porque fuera malo o bueno, son nuestras acciones, nuestras decisiones, nuestro pasado, lo que nos convirtió en lo que hoy somos.


 

-Buenas –Fran se quedo en la puerta de la sala incomodo


 

-Hola cariño –Cati frunció el ceño observando a su marido


 

-Hola Fran –Mireya le sonrió levemente


 

-Hola Mireya –el respondió mirando de reojo hacia atrás, en ese instante apareció Mark.


 

Todo quedo en silencio, Mark permaneció junto a su amigo, unos pasos tras él, observando la sala, concretamente con la vista puesta en Mireya.


 

-Mark –Cati se levanto de su lugar y le sonrió con cierta incomodidad


 

-Hola Cati –El saludo sin apartar la vista de Mireya


 

-Mark y yo tenemos unos papeles que arreglar de la joyería –y Fran sonó como si estuviera excusándose por la presencia de el allí.

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