Nota: Este capítulo tiene dos finales señalados con un *. El segundo es para las que queríais trío, valorad cuánto os quiero jaja. ¡Muchas gracias a todos los que leéis y comentáis esta historia, me hacéis muy feliz!
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-O sea, ¿que Toby está vivo y tiene una familia con pasta?
-Así es –respondió Bellatrix jugando con sus rizos-. Viven en un castillo en el condado de Essex. Así que no corres riesgo de encontrártelos, están lejos de aquí.
-¿Y no recuerda nada, no se acuerda de mí? –insistió la pastelera.
-No, Nell, lo siento... Sé que le tenías cariño, pero...
-¿Estás de broma? ¡Me importa una mierda que no me recuerde! ¡Mucho mejor, yo lo que quiero es salvar mi trasero!
La mortífaga rió y sintió que se enamoraba aún más. Le metió mano a la zona en cuestión y comentó que tenía todo el sentido que quisiera salvar algo tan maravilloso. Continuaron besándose y jugueteando mientras Bellatrix le relataba los pormenores de la fiesta. Estuvieron así un par de horas. Era sábado y Nellie abría la tienda más tarde, pero aún así, al rato tuvo que levantarse para trabajar. Quedaron para cenar en algún restaurante (sabiendo que probablemente Sirius se uniría también).
Bellatrix no solía citar clientes los sábados, así que en cuanto Sirius bajó a ayudar en la pastelería, se encerró en su laboratorio. Extrajo los cinco filtros que le había entregado el duque. Cada uno llevaba una nota con la composición, aunque no era exacta: salvo uno que había elaborado él mismo, el resto los había comprado a adivinos y era imposible saber si mentían. Si uno de esos resultaba ser la genuina poción de la eterna juventud, resultaría casi imposible de replicar. Pero bueno, bastaría un frasco... Ya no quería garantizar la inmortalidad de Voldemort sino evitar el castigo.
-Un motivo igual de noble que cualquier otro –murmuró mientras preparaba todo.
Cogió un ramo de lirios que le había enviado un cliente, así no tenía que estropear los ramos que le compraba Nellie. Aplicó la mitad del primer filtro sobre una de las flores y después una gota de la poción mortífera que aceleraba el envejecimiento celular. Un minuto después, el lirio estaba muerto. Descartó ese filtro e hizo lo mismo con los otros cuatro. Con uno de ellos se ilusionó: cinco minutos después, la flor seguía viva. Cuando ya notaba su corazón acelerarse y los nervios intrínsecos al descubrimiento, el lirio empezó a pudrirse.
-Hubiera sido demasiado bonito –masculló derrotada.
Había pocas posibilidades de que alguna de esas fuese la buena, pero había intentado mantener la esperanza. Había consultado ya a todos los adivinos y pocionistas de Londres. O al menos a todos los que operaban abiertamente. También a varios magos y brujas que se movían por el mundo muggle. Y nada, ningún resultado. Desde el principio supo que sería difícil pero no creyó que tanto, que fuese una búsqueda tan a ciegas. Pero lo estaba siendo.
Aún así sacudió la cabeza y examinó la composición el filtro que mejor había aguantado. Era uno que el duque compró en un mercadillo de Austria a un supuesto hechicero. Por tanto, su composición no era fiable.
-Raíz de jengibre, leche de burra, bayas de enebro, esencia de oro y jugo de edelweiss –leyó Bellatrix en la etiqueta-.
La realidad era que podía contener cualquier otra cosa y ninguna de esas. Por ejemplo, gracias a sus investigaciones sabía que a los muggles les encantaba asegurar que usaban láminas de oro en sus brebajes, pero casi nunca lo hacían porque era muy caro. Con un hechizo de detección de metales supo que aquel filtro no contenía ni una partícula de oro. Probablemente tampoco llevaría edelweiss, era una flor complicada de conseguir, así que dudaba que la hubiesen empleado. Optó por examinar el resto de ingredientes:
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Quédate conmigo
FanfictionVoldemort manda a Bellatrix a una desagradable misión a la época victoriana. Por si sus problemas fueran pocos, pronto se cruza en su vida Eleanor Lovett, una pastelera envuelta en sus propios demonios que amenazan con destruirlas a ambas.