Capítulo 33

954 126 487
                                    

Nota: Este es el último capítulo y ojalá os guste. Muchísimas gracias por leer, comentar y votar, no sabéis cuánto os amo por ello. Tengo escrito otro Bellie corto, de tres o cuatro capítulos, que actualizaré también los domingos. Ya he subido la portada para que podáis guardarlo en la Biblioteca y así no tengáis que estar pendientes de mi perfil. Gracias eternas, que os gusten las tonterías que escribo me hace más feliz que cualquier cosa.

::::::::::::::::::::::::::::::::

-¿Quién más lo sabe? –preguntó Narcissa con voz queda.

Era lo primero que decía desde que Bellatrix reordenó sus recuerdos... y habían transcurrido diez largos minutos de silencio.

-Solo Sirius, apareció ahí. Antes nos odiábamos, yo...

-Tú lo mataste –completó su hermana-. En la misma batalla donde apresaron a Lucius por servir a Vol... a Voldemort.

-Así es. La Magia lo llevó al siglo pasado cuando estaba yo como forma de castigarme por un par de asesinatos que cometimos.

-¿Quiénes? ¿Tú y la muggle?

-Nellie. O Eleanor, pero no "la muggle" –la corrigió Bellatrix con firmeza-. Es lo único que tuve durante muchos meses y la única razón de que sobreviviera sin volverme loca. Y por supuesto el motivo de que tuviera éxito en mi misión.

-¿Quieres decir que le trajiste la poción a Voldemort? Pero si ya no existe...

-No, nos la bebimos. Aunque sí guardé un poco en un frasco que me traje...

Narcissa la miró con los ojos muy abiertos, todo aquello la superaba. Dio otro trago al whisky de Bellatrix, cogió aire y se serenó. No podía perder el título de mejor anfitriona del mundo mágico solo porque ahora su hermana fuese inmortal al igual que su novia muggle. Ante todo, prioridades.

-Mañana hablaremos de lo vuestro. Trae a tu mu... a Eleanor a tomar el té –le indicó recuperando el tono autoritario-. Ahora vamos a disfrutar del cumpleaños de Lucius.

-Recuerda que a él no le puedes contar nada.

-Lo sé. Ya te digo que se lo he intentando comentar estos días y no me salían las palabras –respondió su hermana alisándose el vestido para reencontrarse con sus insignes invitados-. Y, Bella... Te eché muchísimo de menos.

Se abrazaron con fuerza, sin comprender su disparatada historia pero sabiendo que el amor que se tenían prevalecería. Quizá no tanto el de Narcissa hacia su futura cuñada, pero eso ya se vería. Los problemas de uno en uno.

Bellatrix se reunió con los que en su día fueron sus compañeros mortífagos. Nellie reía con Rodolphus y parecía que les caía muy bien a todos (que por supuesto no sabían que no era bruja).

-¿De qué habláis? –preguntó pasándole un brazo a Nellie por la cintura.

-Apostamos por cuál de ellas se tirará tu primo –comentó Dolohov señalando a Sirius.

El animago charlaba con una rubia muy atractiva que no paraba de sobarle el brazo: Marlene McKinnon. Una castaña con figura de jugadora de quidditch le guiñaba el ojo junto a la mesa de postres: Dorcas Meadowes. Una pelirroja debía estar contándole algo muy gracioso porque no paraban de reír: Hestia Jones. Esas eran las más aparentes, pero había otras tantas intentando conseguir turno con el soltero más deseado de la fiesta.

-Mm... Yo apuesto por McKinnon, ya salieron juntos en Hogwarts –comentó Bellatrix.

-Pero Meadowes está más buena –apuntó Rabastan.

-Yo salí con Jones y es muy divertida –se sumó Dolohov-, a largo plazo eso es lo mejor.

-No sé, a mí no me parece que ninguna le interese de verdad –comentó Nellie.

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora