27 - Lo siento... -

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- ¿Te sigue doliendo? – Dijo Bakugō en el taxi.

- No mucho. – moví un poco mi muñeca y sentí un dolor agudo.

- Dame tu mano. – Extendió la suya hacia mí y entrecerré los ojos. – no voy a hacer nada malo. – dijo entre dientes. Tomé su mano. – aprieta.

- ¿Eh?

- Aprieta con fuerza. - Lo hice. Y una mueca se formó en mi rostro y mi mano se tensó. – Cuando lleguemos debemos ir donde Recovery Girl.

- Recovera Girl está harta de los clientes frecuentes. – solté su mano y regresé la vista hacia la ventana.

- Los únicos clientes frecuentes son Deku y tú, porque son un par de imbéciles.

Solté una risa liguera y terminé suspirando.

- Me duele la cabeza. – cerré los ojos y me arrimé por completo al espaldar del asiento.

- Es por qué estuviste llorando.

- Si. – susurré.

- No vayas a llorar otra vez. – Lo miré y vi su rostro asustado. – No sé qué hacer cuando alguien llora. – Dijo entre dientes.

- No voy a llorar. – Regresé a verlo por unos segundos.

Llegamos a la U.A y fuimos a la enfermería.

- ¿Otra vez? – dijo Recovery Girl apenas me vio entrar. – No me digan que ustedes dos nuevamente se pelaron.

Bakugō y yo regresamos a vernos.

- No. – Negué. – Me tropecé – Señalé mis zapatos. - Y cuando me caí puse la mano y me duele la muñeca.

- Ven te reviso. – Me acerqué a ella.

- Esperaré afuera. – dijo Bakugō y salió

Después de media hora Recovery Girl termino de revisarme.

- Tienes una pequeña fractura en la muñeca no es tan grave, solo necesitamos inmovilizarla. – se levantó. – Voy a enyesártela. Es solo por un mes.

- Eso es mucho. - me queje

- Si quieres te la puedo dejar así, solo vas a perder la movilidad. – Regresó a verme.

- El yeso está bien.

- Como es la mano derecha, vas a tener alguna que otra dificultad.

Terminó de colocarme el yeso y me mando a la casa con medicamentos para el dolor y la inflamación.

- Muñeca rota. – le dije a Bakugō cuando salí.

- Y tú no querías venir. Regresemos a la residencia.

- Si. – empezamos a caminar. – Katsuki...

- Si, si, si... No voy a decir nada y voy a actuar como si nada hubiese pasado. - Dijo ente dientes.

- Gracias.

Entramos a la residencia y encontramos a todos riendo.

- ¡Regresaron! – Gritó Denki.

- Hola. – dije.

- ¿Qué te paso? – dijo cuando vio mi mano. - ¿Estuviste llorando? Estás con los ojos hinchados y rojos.

- Me caí.

- Todoroki ya regresó. – Dijo Midoriya. – llegó antes que ustedes, está en la cocina.

Como Una Estrella Fugaz BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora