Como Una Estrella Fugaz BNHA

14 - Casa -

Estaba sentada en el borde de la cama, en frente tenía a la mayoría de los maestros de la U.A revisando minuciosamente toda mi habitación, Aizawa había regresado dejando a un lado lo que lo mantendría ocupado esa semana, todos hablaban y murmuraban, revisaron las puertas corredizas y limpiaron el vidrio que se encontraba esparcido por el suelo.

Justo después de leer la carta, el vidrio simplemente explotó. Por el ruido los chicos llegaron a mi habitación y antes de que pudiesen entrar puse seguro a la puerta y la atranqué con la silla. Les dije que todo estaba bien, que no había problema. Poco después empezaron a llegar los maestros.

Nuevamente se prohibió la salida y entrada a las instalaciones de la U.A. enviaron a los estudiantes al coliseo para que pasaran la noche mientras ellos se encargaban de revisar toda la residencia.

- Entonces, solo llegaste y encontraste este papel en tú escritorio. – El director me miró esperando una respuesta.

- Si, había regresado del parque y vine a dejar mi maleta, y eso estaba ahí. Y lo de la ventana... no fui yo. – Volví a contar lo sucedido por décima vez. Pasaron diez minutos más y empezaron a salir. Aizawa fue el único que se quedó conmigo.

- Hikaru. - Aizawa se sentó a mi lado. - ¿No viste nada fuera de lo normal antes de que te fueras? – Negué. Y el rascó su cabeza. – Sabes que tendré que llevarme a Eri, Mic se encargará de lo que yo tenía que hacer, así que podré cuidarla sin ningún problema. – esta vez asentí.

- Aizawa. – Dije en voz baja.

- ¿Dime?

- Que quiere decir que seré "útil nuevamente" o que "sería una pena que alguien los lastimara" – Hice comillas con mis dedos. – Sabes... - Sonreí un poco. – Creo que no debí venir aquí en primer lugar. – Lo miré y mis ojos empezaron a nublarse. – Ustedes ya tienen muchos problemas como para que se hagan cargo de otro. Me gusta estar aquí, con ustedes, pero si... estar aquí va hacer que estén en peligro... Creo hubiese sido mejor que All Might no me encontrara. – Limpié una lagrima fugaz que cayó por mi mejilla y aparté la mirada. – Sé que soy peligrosa, pero me estoy esforzando para no dañar a nadie. No quiero lastimarte...- Mi voz empezó a quebrarse. – No quiero lastimar a Eri, a Todoroki... - Respiré hondo y tragué saliva. – No quiero lastimar a nadie. Creo que no debo encariñarme con la gente. – Las lágrimas volvieron a brotar. – Aizawa me abrazó. – Aizawa...- Empecé a llorar. – Ya no quiero estar aquí. No quiero lastimarlos.

- Hey, hey, tranquila. – Dijo él y acarició mi cabello. – Tú no eres un problema, esto se arreglará pronto. - Me alejé y me limpié el rostro. – Hikaru, quiero que entiendas esto, no eres un problema, ni para mí, ni para los demás. No te preocupes ni pienses que nos pondrás en peligro, somos héroes y somos profesionales, siempre estamos en peligro. No te alejes de nadie.

Asentí.

Me levanté de la cama y fui hacia el escritorio, tomé un elástico para el cabello y me hice una coleta baja.

- Bien. – Suspiré y sonreí ampliamente. – El director dijo que me quedaré en la enfermería hasta que arreglen el vidrio e inicien las clases. – Abrí el armario. – Sé que es verano, pero crees que haga frío, como ya va a cambiar la estación... Supongo que llevaré... un suéter.

- Hikaru. – Dijo Aizawa con voz suave.

- Debería llevar unos cuantos libros. No haré nada más que estar encerrada así que debo leer algo.

- Hikaru. – Volvió a repetir.

- El pijama... si, el negro o el rojo. ¿Cuál cre...

- Hikaru. – Esta vez levantó la voz.