Por tu vida | JOSHIFER (editando)

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Josh

Era el mismo hombre.

El mismo que me topé una vez en medio del bosque, mientras andaba con Sam, empezando la búsqueda por Jennifer.

El mismo que vi en el supermercado, que había visto en el pasillo, y luego en la caja.

En este momento siento una frustración enorme. Había estado frente al secuestrador de Jennifer.

¿Pero como iba a saberlo?

Estaba tan ocupado pensando en ella, que no puse mucha atención a los demás.

¿Cómo iba a imaginar que ese hombre andaría paseándose por ahí a plena luz del día?

Pero la impotencia era peor ahora. Pues quería tirármele encima pero no podía. Pues sabía que eran dos contra uno.

Es decir, el infeliz ese y jefe contra mi. ¿Dónde estaba Sam?

Claro, seguramente se los topó a solas.

Maldita sea. ¿ahora qué?

[...]

Jennifer

Me llevaba cargando. Con los pies al frente de él. Y mi cara contra su espalda.

Intentaba patalear, pero era imposible. Estaba atada de los tobillos.

Lanzaba gritos ahogados. Lloraba.

—No lastimes tu garganta. De todos modos, nadie te escuchará.

Me dice él.

Ya habíamos llegado a un segundo piso, de donde fuera que estuviéramos. Caminaba a grandes pasos y de un momento a otro, da una patada que me hace escuchar los ruidos silvestres.

Estábamos fuera.

Volví a intentar gritar. No me importaba que fuera en vano. La esperanza es lo único que te mantiene vivo.

—¿Quién va a manejar?

Dice el otro hombre.

—¿Tu quien crees? —responde a modo de pregunta, el que me está cargando.

Me hace para adelante y me acomoda en el asiento trasero del carro, acostada.

—No te muevas tanto, ¿si? —me indica, antes de cerrar la puerta que daba hacia mi pies.

Lo siguiente es que se escuchan las puertas de enfrente, abrir y cerrar.

Coloca la llave para arrancar y suena el motor. Pero el auto no se mueve.

Repite el mismo procedimiento. Ocurre lo mismo.

—¡Maldita sea!

[...]

Josh

Los veo salir del carro. El secuestrador parece furioso y le gritonea a jefe, mientras se dirigen a inspeccionar la llanta que he pinchado.