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Josh

Justo cuando estaba llegando a casa de Lizzie, recibí un mensaje de Sam. Textualmente decía así:

"Cuando te dije que siguieras adelante con tu vida no me refería a Elizabeth la tonta"

Rodee los ojos y guardé mi aparato sin contestarle. Sam no se cansaba de insultarla cuando podía, pero eso no era todo, ahora también se la pasaba insinuando cosas entre ella y yo. Cuando nada de lo que decía eran ciertas. Ni era tonta ni tenía intenciones amorosas con ella.

Simplemente era una salida de amigos. O una salida por compasión, ya que su hermano la había rechazado y dejado sola. Seguramente alguna otra mujer se le atravesó en el camino.

Cuando la puerta se abrió, me sorprendió ver a una Lizzie sin coletas o trenzas, como acostumbra a peinarse. En su lugar, llevaba el cabello suelto y un broche sujetaba una pequeña parte de su lado izquierdo. Tenía puesto un lindo vestido y bolsa a juego tono naranja. De pronto sentí que no me había arreglado adecuadamente, pues iba con ropa simple, jeans y playera azul marino. 

—¡Que bien te vez! -canturreo en cuanto salió a mi lado. Me tomó del brazo y me jalo al carro.

Justo como lo imaginé, el cine estaba lleno. Personas de distintas edades habían acudido para mirarlos los diferentes estrenos del mes.

Cuando veía a alguien conocido me limitaba a saludar con la mirada y ellos me devolvían el gesto con una sonrisa. Hubo un momento en que Lizzie me dejó solo mirando la cartelera pues se había encontrado a unas amigas. 

Cuando regresó le pregunté que por qué no las había invitado a unirse a nosotros, a lo que respondió: —Ellas verán otra película.

Sin embargo cuando entramos a la función, las vi unos asientos más atrás a nosotros.

—Son tan indecisas -volvió a decir Lizzie cuando las notó también —Decisiones de ultima hora -y regresó su vista al frente.

La película estuvo bastante bien. Extrañaba la sensación de mirar algo al mismo tiempo que otras personas. Ya saben, el bullicio o luego carcajadas. Como mi acompañante, la chica era demasiado expresiva y luego se me acercaba al oído para comentarme cosas. Yo solo asentía y seguía mirando la pantalla. 

Cuando terminó. Salimos primero, cuando aun sus amigas seguían sentadas y las vi intercambiar un par de carcajadas hacía nosotros. Me imagino que le habrán dicho algo a Lizzie por lo lejos que no logré escuchar.

—La noche esta estrellada -dijo mientras salíamos y me tocaba por el brazo fuerte.

—Y muy fría -mencioné mientras maldecía por no traer un suéter o algo así. Ella tampoco lo hacía. Supongo que por eso iba caminando pegada a mi.

—Yo no la siento así-admitió.

—Tal vez no, pero tus pulmones resentirán el aire frío, no lo dudes.

La vi encogerse de hombros y más jaló de mi agarre.

—Oye, el auto esta por allá -le dije cuando vi que me conducía hacía el lado contrario.

—Ya lo sé -soltó con obviedad y una pequeña risa -Pero quiero enseñarte algo.

Mientras seguía su paso le eché un vistazo a mi reloj de muñeca. Comenzaba a hacerse tarde.

—¿Arboles? -cuestioné sin entender, cuando nos detuvimos. De inmediato ella soltó un pequeño carcajeo tapándose la boca con una mano.

—Este árbol -dijo mientras señalaba uno junto a nosotros -Es el árbol -aclaró.

Por tu vida | JOSHIFER (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora