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Josh

El cuerpo de Jefe se ha transformado en cenizas. Me hacen la entrega, y me encomiendan llevarlas a la comisaría. 

Para la hora en la que atravieso el pueblo, se que los acontecimientos se han esparcido de boca en boca. Hay más personas de las que normalmente hay en las calles. No he dejado de sentir las miradas sobre mí.

Liam me ha llamado unas quinientas veces. A la quinientas uno, atiendo. Me informa que todos los policías están esperándome. Ya todos saben lo que sucedió, gracias a su versión de los hechos la cual me imagino lo ha dejado como héroe (y lo dijo a juzgar por su voz al contármelo). Pero al fin y al cabo es lo menos relevante para mí. Si se quiere tomar los créditos o no. 

En cuanto llego, me sorprende ver a la persona que se me echa encima. 

—¿Estas bien? 

 Es Lizzie. Quien me abraza fuertemente y no parece importarle que llevo una caja de cenizas, la cual ha quedado entre nosotros.

—Sí.

—¡Gracias al cielo! ...Liam me dijo que...

—Tranquila, tranquila —la interrumpo —No tengo nada, ¿ves? 

Intento formar una media sonrisa para calmarla, pues si la noto preocupada. 

Noto que debate entre continuar hablando, pero no lo hace pues justo Liam aparece.

—Ha llegado la prensa.

¿La prensa? Me alarmo.

Me jala del brazo para alejarme de su hermana y luego me suelta, cuando nota que le llevo el paso. 

—¿Cómo se han enterado?

—Más bien, ¿Cómo pudieron ocultarnos todo esto? Tu y Sam tendrán que contestar muchas cosas... digo, él ya no puede hablar —con eso último señala las cenizas que cargo en mi regazo.

Tal vez sea momento de llamar a Jennifer e informarme sobre de esto. Recuerdo que cuando supe de ella fue por las noticias. Los noticieros de su ciudad se encargaron de hacerlo viral. Tanto que llegó a un sitio tan perdido como este. Pero el hecho que de aquí salga una noticia para compartirla a quien sabe que nivel, es una cosa muy inusual, porque aquí no pasa nada, diría Sam. Pero justo es por esa misma razón es que comprendo el alboroto que se ha formado. 

Acabo de entrar a la comisaria y he visto a muchas personas fuera. 

¿De donde han salido cámaras de video y reporteros? ¿Serán locales o han viajado hasta aquí?

Dentro, están todos los policías. Los que están en turno y hasta los que andaban de permiso. El lugar huele a donas y a café recién hecho. También hay un hombre con anteojos y una grabadora de mano, y otro joven a su lado sosteniendo una cámara que luce muy pesada. 

—Señor Hutcherson... —oigo decir al de anteojos —Estamos gozosos de escucharlo. 

Entonces me doy cuenta que todos me miran. Me incomodo. 

—No se quienes son ustedes pero yo no estoy en disposición de contar nada —hago una mirada panorámica, para que también se entienda que no pienso hablar con nadie. 

Veo que el señor le susurra algo a su compañero de la cámara y un foco rojo aparece en ella.

—Por favor, todos estamos preocupados por ustedes. Y queremos saber como se convirtió en un héroe. 

Mofo ante su comentario. Estoy en posición de jarra y sacudo la cabeza con una sonrisa irónica. 

—Agradezco su notoria preocupación. Pero pueden verme. No tengo ningún rasguño —abro los brazos, con aun las cenizas en mano —Lamentablemente no todos podemos decir eso —las dejo en la mesa que todos rodean. Veo claramente como el camarógrafo le hace un acercamiento.

Por tu vida | JOSHIFER (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora