22

121 15 7
                                    

Jennifer


Subí las escaleras lo más rápido que lo permitieron mis piernas. Sentía que me faltaba la respiración y mi cabeza amenazaba con explotar.

Entre la oscuridad divise el cuerpo de Josh y me aferré a él.

Recuerdo haberle dicho "No me dejes sola" y el no respondió nada. En lugar de eso, me abrazó y aferró a su cuerpo por un buen rato. En ese momento sentía que la realidad me mareaba. 

  —¿Te sientes mejor? —dice con voz suave mientras acerca una silla y se pone a mi lado. 

Solo asiento mientras bebo de mi taza.

Habíamos bajado al comedor y me había preparado un té. Mientras tomaba y sentía como el liquido de alguna manera me iba relajando, la mirada de Josh permanecía en mi de una manera... protectora.

  —¿Quieres hablarlo?  —vuelve a articular cuando me ve dejar la taza vacía sobre la mesa.

  —Otra pesadilla.

  —Oh... tener pesadillas es normal, yo también las...

Niego.

 —No es una simple pesadilla — interrumpo  —He estado teniendo sueños extraños desde que murió Milo...pareciera que me quieren decir algo, ¿tiene sentido?

Lo miro y veo como aprieta sus labios haciendo un gesto de pensar. Desvía un poco su mirada hacia la mesa  luego vuelve a mis ojos.

  —Las pesadillas suelen ser el reflejo de nuestros miedos  —dice —y aunque aparentemente estés tranquila aquí, con nosotros, yo creo que en el fondo te sientes presionada por lo que ocurre allá afuera. Me refiero a tu vida antigua. 

Era verdad. Me mataba no saber lo que ocurría realmente. Las llamadas de Lenny eran cada mil años. Ya no sabía si me querían ocultar algo o qué demonios. El tormento por la muerte de Milo igual no se iba del todo. Aún sentía que fui una mala novia por no notar sus problemas. Y también la idea de haber experimentado una relación superficial pasaba por mi cabeza.

  —Lo estoy  —termino aceptando cabizbaja. 

  —Te entiendo. Pero no durará por siempre ¿ok?  —dice suave y me hace mirarlo —Solo tienes que ser fuerte y resistir hasta el final.

Sonaba fácil decirlo, pero hacerlo... no estaba seguro. Aun así Josh hacía que sonara convincente. 

No digo nada. Me da un apretón de manos y luego se escucha un ruido. Ambos volteamos a la misma dirección y notamos su origen. 

Es Sam roncando desde el sofá. La cobija se le ha caído al suelo. Josh se dirige a él mientras reprime una risa para no despertarlo.

Estoy un poco más tranquila, así que le hago señas que iré a la cama, pero antes muevo los labios para decir en silencio: —Gracias.

[...]

Me sorprendió bastante cuando al día siguiente sonó el teléfono y era Lenny. 

Tomé el teléfono y Josh desapareció en dirección al patio delantero.

  —Hola Lenny  —saludo como si nada.

  —Jenn, ¿como estás?

Preguntas de protocolo. Obvio sabía como estaba realmente. Aun así contesto neutral:  —Muy bien, ¿como están mis padres?

Por tu vida | JOSHIFER (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora