Ver morir a la mujer que amas, sin poder salvarla, te marca de por vida. Quien diría que años después, Josh Hutcherson se encontraría en una situación parecida, aunque en esta ocasión, no ama a esta mujer ¿o sí?
Aun así, no dejará que se vuelva a r...
—No te atrevas a ponerle un dedo encima —sentencio al predecir las intenciones de Sam al ver como mira el pastel.
—Hey, yo no iba a hacer nada —se queja haciéndose el ofendido.
—No está de más una advertencia.
—¿Y crees que le guste?
—Claro que le gustará. A todos les encanta el chocolate.
—Mi ex novia era alérgica.
—¿Gi?
—No, Esther.
—¿Ella? Estoy seguro que me la topé muchas veces tomando malteada de chocolate con Mags.
—Oh, espero... entonces si debió ser Gi...creo.
Rodeo los ojos.
—Como sea, éste no es el caso. El otro día Jennifer compró chocolates y no le he visto ninguna roncha.
—¿Y de cenar que habrá?
—No sé que haya en casa.
—¿No has comprado nada? —me recrimina al instante en que voltea a los asientos de atrás en busca de bolsas de comida.
—No.
—¿Cómo piensas hacer una fiesta y solo dar pastel?
—Es que, no pienso hacer una fiesta —aclaro.
No se de donde se ha sacado esa historia. Cuando caí en cuenta que se aproximaba el cumpleaños de Jennifer, se me ocurrió darle una pequeña sorpresa. Pequeña.
Un pastel y un feliz cumpleaños bastaría. Y claro, un momento agradable junto a ella.
—¡Pero si he traído la grabadora y los gorros de papel!
—¿Qué?
¿Gorros?
—Los he echado en la cajuela.
—No se si a ella...
—Por supuesto que sí —contesta respecto al comentario que estaba por dar —Hasta es poco. Ella debe estar acostumbrada a otras cosas. Pero tampoco podemos conseguir un yate y echarlo al río... aunque debe haber una lancha por ahí...
—Sí, una ida al río mientras mis huesos se congelan.
—¡Ah! Eso me recuerda... también traje tequila —agrega con una plena sonrisa —Ya sabes, para calentarnos la garganta.
—Sam...
—Calla y dime ¿por qué apesta a quemado?
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