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Jennifer

  — Vamos Jenn, ¿te vas a poner celosa en este momento? — contesta Roger irónico. 

  — Sabes que nunca lo fui. Pero eso que vino a hacer estuvo fuera de lugar, sin decir que es una falta de respeto a mi persona, y sobre todo a Milo ¡Santo cielo!

 — Bien— pone cara de flojera — Carol era una compañera de la universidad. Tuvo algo que ver con Milo. No me preguntes detalles porque ni yo sé —aclara—No fue nada serio para él, pero me decía que ella lo buscó varias veces.

  —¿Y si fue hace tanto tiempo, porque dice que yo se lo quité?

 — ¿No es obvio? Porque ella debió seguir enamorada de él y nunca le hizo caso. No sé, las mujeres son así.

  — No generalices, por favor.

 — Vamos, estoy seguro que no fue la primera que te has topado. Mi hermano tenía fama de rompecorazones, hasta que lo hiciste cambiar... lamentablemente — termina diciendo con una risa.

Rodeo los ojos.

 Terminamos la charla y regresamos a la sala. Ahí me aborda Áaron, el mejor amigo de Milo.

  — Lindura...  — dice mientras extiende los brazos para atraparme en un abrazo. Le devuelvo el gesto. Nos quedamos un momento así — En cuanto me enteré tomé el primer vuelo para acá. Tu bien sabes que era como un hermano para mí. Me he enfurecido bastante  de saber que alguien pudo hacer esto.

—Es un monstruo —digo mientras me separo de él.

—Me dijeron que fuiste a declarar. ¿Has visto algo?

—Nada. Fui por mero protocolo. La verdad no tengo ni idea de quien pudo ser...quizás un loco.

He visto en muchas películas que en ocasiones los que tienen problemas mentales cometen locuras sin razón alguna.

—Claro que no—niega —Esto fue intencional —asegura—  alguien que quiso quiso hacerle algo.

—¿Pero por qué? Milo nunca se metió en la vida de nadie. Lo sabes muy bien.

—Milo siempre fue tan respetable... —resopla y me mira fijamente—Sea como sea. Estoy preocupado por ti —vuelve a decir mientras pasa un cabello suelto por detrás de mi oreja —no sé, tengo un mal presentimiento. Cuida tus espaldas, ¿Sí?

Esto me deja desconcertada.

—¿A que te refieres?

—Qué hasta que no sepas quien fue y por qué razón, no bajes la guardia... y en caso que te suceda algo, lo mejor es no resistirse — se encoje de hombros— es preferible que te quiten un par de billetes, si eso es lo que buscan, a que acaben con tu vida.

Acabar con mi vida...automáticamente al escuchar eso me pongo recta y siento un escalofrío. ¿Por qué alguien querría acabar con mi vida? Aunque es una estúpida pregunta sin respuestas. Es exactamente lo mismo que me he estado cuestionando sobre Milo. 

No sé que contestarle a Áaron así que solo asiento y siento sus brazos sostenerme con más fuerza. Debe saber mi estado de preocupación.

  — Tranquila, estaré al pendiente, se que Milo querría eso.   — termina diciendo con una sonrisa cálida.

Aunque esas palabras no signifiquen ni aseguren nada, le creo. Áaron siempre fue muy buen amigo no solo para mi novio, sino para mí. Lamentablemente en nuestra boda no habría podido estar presente porque tenía unos pendientes en el extranjero. Pendientes relacionados a la empresa que encabezaba junto con mi prometido, y de hecho, habían salido de último momento y debía ser Milo quien los atendiera, pero Áaron se había ofrecido amablemente porque la fecha coincidía con nuestra boda.

Nos acercamos a la demás gente. Unos cuantos compañeros de trabajo de Milo se me acercan. Conversamos trivialidades en un intento de circulo. Luego hablan de números, finanzas, cosas que no se. La plática parece entrar en terreno preocupante, lo puedo ver en sus caras.

  — ¿Qué se supone que hagamos con la junta del próximo martes?  — dice un hombre, creo que se llama Scott —  Supongo que el negocio se dicipará... no podemos continuar sin Milo.

  — No podemos simplemente decirles que ya no — se queja otro— hemos esperado por meses esta oportunidad...

  — ...podríamos contactar a otros inversionistas — apunta Scott.

  — ¿A otros a estas alturas? — expresa irónico uno más. 

 Realmente no se a que se refieran puesto que Milo y yo no solíamos hablar de su empresa. De hecho, solo la he visitado cuando hay eventos importantes, y conozco a uno que otro empleado cuando asisto a cenas o presentaciones. Pero de ahí en fuera esto en cero.

  Áaron extiende los brazos y todos callan —se que es muy importante muchachos, pero no creo sea el momento ni el lugar. Ya veremos como resolverlo  — dice de la manera mas serena posible e intentando mirar a todos a los ojos. El resto me mira disimuladamente e intento fingir que no me doy cuenta.

  — Cualquier problema te ruego que lo resueltas — le digo — yo no sé nada de esto, pero se que tu si. Eras la mano derecha de Milo.

Áaron asiente y el tema queda zanjado. 

Las personas comienzan a irse. Cuando me dan las cenizas de mi prometido pido un momento a solas.

En esta pequeña caja esta mi gran amor. Lo envuelvo entre mis brazos y deposito un beso en la cara superior. 

  — No hay necesidad de que te quedes aquí sola. Puedes dormir en nuestra casa.

—No estoy sola mamá, está Ruth y Lenny.

Oigo como chasquea la lengua. Le lanza una mirada a mi papá pidiendo ayuda, pretendiendo que el me convenza. No lo logrará.

  —  Mmm, mañana vendremos a ver como estas. — dice él y de reojo se que no era lo que quería oír mi madre. En este momento tendría una cara de victoria pero no me siento así, en realidad es como si no sintiera nada. Como si todas mis acciones fueran involuntarias o guiadas por alguien más.

Vamos sentados en la parte de atrás de mi coche. Le he pedido a Lenny que maneje. Voy sentada justo en medio con Milo en mi regazo. 

  — Entonces podemos quedarnos nosotros  — vuelve a hablar mamá insistiendo con el tema de no dejarme sola. Debe pensar que si me quedo sola intentare quitarme la vida o algo así. Estoy acostumbrada a sus pensamientos exagerados. 

Pero la plática queda ahí y nadie más contesta. De hecho, Lenny ha parado el caro bruscamente y la urna amenaza con soltarse de mi agarre, pero rápidamente la mantengo. Entonces estoy a punto de reclamarle a Lenny cuando mi mamá abre la puerta y grita haciéndome voltear.

—Es hora de ponerlo en marcha... —escucho murmurar  a Lenny. Pero no le presto la suficiente atención ya que he quedado plasmada al ver lo que tengo enfrente.

Mi casa a sido calcinada. 

Por tu vida | JOSHIFER (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora