Algún Día (PAUSADA)

El pasado a cuestas

A sólo unas cuantas horas de regresar a la ciudad, una Lena Luthor mira su humeante taza de té verde con la esperanza de que el silencio se rompa de manera natural, su acompañante parecía haber visto un fantasma y desde que ella regresó de sus labores empresariales por simple cortesía, las cosas han estado así, y no es que se esté quejando, pero conocía a la Kara Danvers que pedía medio menú de la cafetería y no paraba de parlotear alegremente. No esperaba que las cosas fueran exactamente igual, pero se había imaginado algo distinto cuando por la mañana la rubia le había insistido en hablar antes de partir porque tenía cosas importantes que decirle.

-Te estoy incomodando-por fin habla Kara, con una pose neutral puesta con su vista en alguna parte del centro de esa pequeña mesa.

-Puedes tomarte el tiempo que requieras necesario-explica Lena. Sabe que lo que su compañera dijo no era una pregunta, ella sabía y sentía su incomodidad, y no quería que se mal interpretara.-¿Tienes frío? El clima ha estado algo...

El gesto repentino de los ojos azules mirándola detenidamente la hacen detener sus palabras al momento, como si estuvieran desapareciendo desde su boca hacia afuera. Claro que a ella tampoco le importaba el clima, si no fuese porque es la primera vez que ve a la Kara que una vez conoció abrazarse a sí misma, no hubiera preguntado aquella tontería.

-¿Pasó algo malo cuando no estuve?-se aventura a indagar, de la manera más casual en la que un Luthor puede hacerlo, mientras sorbe de su taza y mira fijamente a su presa. 

"Hábitos que nunca cambian", pensó Kara vagamente en reparo a las acciones de la empresaria.

-¿Alguna vez hiciste algo tan malo que terminaste por odiarte a ti misma y tratar de convencerte de que lo olvidarías?-le contesta con otra pregunta aún más intrigante. La rubia frente a ella era una faceta que no había visto antes.

Lena se reacomoda en su respaldo de la silla, cruza una de sus piernas y deja la taza frente a ella, tirando hacia atrás su cabeza en un acto giratorio y reflexivo.

-Considerando que obligué a mi mente a creer que todas mis desgracias eran tu culpa para poder justificar que no quería seguir buscándote porque realmente me aterraba encontrar en mi la verdadera culpa de lo que habría pasado contigo. Sí-sonríe con dureza-Supongo que así lo puedo categorizar de alguna forma.

Kara desliza su mano sobre la mesa obligando a Lena de deslizar la suya para así estar en un contacto cómodo y reconfortante. Ella sabe que esa acción era una bofetada a la forma en la que ella pensaba las cosas y se culpaba, sería un tema más del cual hablar.

-Debes dejar de ser dura contigo misma-le reprende Kara con la suave sonrisa que la distingue-Por más que odie escapar de la conversación, desde la mañana algo rueda por mi cabeza y, no digo que no sea importante, pero no tiene nada que ver con nuestra situación en especifico.

La avergonzada pelinegra retira su mano de la de la rubia, un tacto que de inmediato ambas extrañan pero que ninguna se atreve a mencionar.

-Puede que no signifique mucho viniendo de mi, pero en lo que pueda ayudarte...-menciona con sus ojos verdes deslizando su vista a la de su vieja amiga.

-Anteriormente no fui una buena persona, Lena-suelta ella con pesar y mucha vergüenza.

Lena niega rotundamente, le sonríe con seguridad e incredulidad por sus palabras, y es que, ¿cómo siquiera puede decir algo así? Kara Danvers, la chica que la salvó de sí misma hace muchos años atrás, que nunca se rindió con ella, y la que después de tanto y lo actual la había logrado perdonar. No necesitaba ser una Luthor para saber que esa afirmación era errónea.  

-Hablando de personas que son duras consigo mismas-ríe Lena con la esperanza de recobrar el buen humor de su acompañante.

-¿Extrañas a tus padres, Lena?-le vuelve a evadir su comentario con otra pregunta ruda e interesante-Sé que es una tontería preguntar algo así, sólo quiero sentirme más...huma...