Desvanece el Miedo

415 56 8
                                    

Al día siguiente de aquella peculiar cena casi nadie lo notó pero se había creado un vinculo entre ambas chicas, aunque una estaba más necia en caer en eso. Todavía en aquella mañana tan acogedora se sentaba a tomar una taza de té verde con leche, pensando en lo loco que sería tener algún tipo de relación en la que tuviera que confiar en cualquier persona. Sólo pensarlo le causó escalofríos.

-¿Todo bien querida?-la pregunta de su madre la trajo de vuelta al mundo. Lilian Luthor la miraba con extrañeza por encima de sus anteojos

-¿Por qué la pregunta, madre?-interrogó confundida

-Estás tomando el desayuno en el comedor, y tu no haces eso-explicó Lilian-Repito, ¿todo bien?-esta vez tomando asiento

Lena soltó un suspiro bastante grande.

-Es sólo otro día en la escuela-dijo restándole importancia. Miró su reloj de pulso y bebió el último sobro de su taza poniéndose de pie-Y ya se me está haciendo tarde.

Lilian no quería preguntar ni sugerir lo mismo de siempre pues sabría cual sería la respuesta de su hija, y no estaba para ser rechazada una vez más. No le agradaba que fuera a pie pese a que sólo estaba a un par de calles de distancia.

-Hasta luego, querida-soltó como despedida

La joven Luthor tomó sus cosas y salió de camino a la escuela, preparada para otro día que sería más que enriquecedor para el aprendizaje y otro, no tan bueno, para el acoso de todos los días. No quiso pensar en ello mucho pero por unos segundos sonrió, no estaría tan sola si Kara volvía a hablarle.

-¡Luthor!-exclamó una chica castaña que la esperaba a la entrada del estacionamiento-Escuché que estuviste a punto de morir ayer, es una lástima, ¿no?

Lena ignoró aquel comentario, bajo la mirada y continuó su camino lo más rápido que sus pies podían llevarla hasta el salón de su primer clase. Conocía a aquella chica, al menos de nombre, y a su padre también, era un contador que trabajaba para Luthor Corp, o al menos lo era hasta hace dos semanas; Se había tardado en molestar, pensó.

-Oye Luthor, te estoy hablando-le reprochó tomándole alcance a sus pasos frente a ella-¿O tu también crees que eres mejor que yo como para dirigirme la palabra?

Esta vez la había jalado del bolso provocando que sus cosas cayeran al suelo a mitad del estacionamiento.

-No tienes idea de lo que es ganarse algo por su propio esfuerzo, para ti y tu familia todo es tan fácil, no les importa deshacerse de las personas como si fueran sus pañuelos sucios-escupió con rabia y dolor mientras le iba dando pequeños empujones con la palma de su mano.

Lena, muy dentro de ella, le daba la razón a la chica, sabía que en la empresa de su padre existían muchas injusticias, y no sólo eso, tanto su hermano como su padre, en algunas ocasiones su madre, se sentían los reyes del universo, no podía contestarle nada en su defensa, sabía que por todo lo malo que saliera de su familia, se lo merecía y estaba dispuesta a pagar por ello con humildad silenciosa.

Tanta fue su distracción que no reparó en el auto que iba de salida, y no fue hasta que sintió cómo la halaron hacia atrás y la chica frente a ella había caído sobre sus espaldas, que vio el auto pasar sonando la bocina.

-Creo que cualquier problema que puedas tener lo hables con quienes te hicieron daño porque es muy patético descargar tu rabia con alguien inocente-la dulce y firme voz venía detrás de su nuca, brindándole un aliento cálido. Kara, sonrió disimuladamente.-Ahora que si prefieres continuar, te sugiero que lo hagas con el rector-advirtió la rubia empezando a caminar frente a Lena de manera protectora

Algún Día (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora