Menos es Más

267 36 0
                                    

Aún podía recordar la primera impresión que Kara Danvers había dejado en su vida, la forma en que salió a defenderla poniéndose frente a ella como un escudo sin siquiera saber nada de ella. Ella había aparecido cuando más sola se sentía, cuando ni siquiera ella misma podía aceptarse Kara la aceptó, la hizo ver y sentir como alguien importante, un efecto que sólo la rubia pudo lograr provocar.

Recuerdos así eran los que ahora la torturaban, Kara había hecho mucho por ella y ella renunció tan pronto, casi no recordaba el motivo que la obligó a enterrar ese beso entre ambas en lo más profundo y recóndito de su mente. Y las palabras de la rubia sólo la hicieron maldecirse más, y lo que más le mataba es que era cierto.

-"No puedes hacernos esto, no tienes idea de lo que está en juego por tus tonterías"-fueron las palabras que su madre, apenas puso un pie en la mansión, le dirigió ese día, en el que decidió abandonar la mansión para buscar a Kara, renunciando a todo. Un día en el que su madre la detuvo recordando lo desagradable que le pareció el momento justo en que las encontró en ese casto beso.

-"Yo no he hecho nada malo, madre"-le aclaró la joven Luthor con lágrimas en los ojos-"No siento que lo haya hecho"

-"Eres tan sentimental Lena, debí saber que estás cosas pasarían, que alguien como ella te confundiría, que te desviaría de tus propósitos y obligaciones. Pero aún estamos a tiempo, a menos que quieras provocar que alguien más de su despreciable familia desaparezca"-le dijo con un tono de sentencia, como un golpe directo a su pecho

-"¿Cómo puedes decir eso? ¿Cómo siquiera puedes pensar de esa manera? Tu no lo entiendes y jamás lo harás,  yo creo que la amo..."-y con eso vino un golpe seco en su mejilla, tan fuerte que la mano de su madre quedó marcada en su piel.

Tan realista ha sentido aquel recuerdo, con cerrar los ojos y una lágrima que escapa por su mejilla, se lleva la mano libre por sobre la zona que hace años fue el impacto contra la mano de su madre.

-"Escúchame bien, no lo vuelvas a decir, no lo vuelvas a pensar siquiera"-le había advertido-Ya desapareció el origen de la peste, si no desistes de estos arranques tan infantiles convertirás a todos los seres queridos de ella en una plaga, y créeme cuando digo que la exterminaré sin dudarlo"

Aquello le provocaba un fuerte escalofrío por toda su columna vertebral. Recordar la mirada que su madre le dirigió, esa amenaza con tal de hacerla desistir en buscar fueron suficiente para meterle miedo a su versión más joven, y un trago amargo a la Lena más actual.

-"Si continúas con esto perderás a tu familia, cariño"-fue lo último que le escuchó decir a su madre en vida.

-"Ya lo he hecho, Lilian"-fueron las últimas palabras que le dio a su madre, retirándose a su alcoba a llorar.

De pronto todo fue en caída libre, entre los crímenes de Lex, su locura y obsesión y sobretodo el accidente de sus padres fue un colapso emocional y de repente se encontraba sola en aquella enorme mansión con su mente tan confusa y temerosa, más que el día en que conoció a Kara, pues ya no tenía a nada ni a nadie justo como su madre lo había dicho. Y fuera de lo que se pensara racionalmente, para ella sólo hubo una explicación, los sentimientos guardados con recelo y los recuerdos de su amiga habían sido la causa y el efecto. La había perdido a ella y a su familia, decirle que su pensamiento era errado parecía una misión imposible pues desde que se enteró que para Cat Grant ella sólo fue una historia curiosa y trágica para ascender, quedó convencida. Lena Luthor no necesitaba de nadie y nadie necesitaría a la verdadera Lena Luthor. Ya no...

Mientras tanto, en el departamento de Kara Danvers están Donna, Cat y Zee, dialogando frente a una aturdida kriptoniana, recién bañada y desubicada, con el pijama puesto y un tazón lleno de donas rellenas para distraerla.

Algún Día (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora