No te alejes de mi 2 [Neythan James]

Capítulo 21

Nota: tengan mente abierta.

Narrador omnisciente

Mijaíl no estaba enojado, por más que le molestó que Niel lo dejara y desapareciera de ese modo, él estaba más preocupado que otra cosa.

Caminó unos pasos hasta llegar a Niel y le observó la cara, su semblante se frunció distorcionando su mirada — ¿Y esto?

— Solo es un golpe — Le quitó importancia y volteó a ver a Neythan — ¿Tú lo llamaste? — Le reprochó.

— No me vengas con que solo es un golpe Niel — Mijaíl volvió a captar su atención.

— Es tu novio — Se excuso Neythan — Hace semanas vino a mi preguntando como loco dónde estabas. Tenía que avisarle que apareciste.

— No estamos más juntos — Le informó ella. Neythan se sorprendió y se encontró algo confundido. Esos dos solían discutir pero no se separaban. De seguro una pequeña gota rebalsó el vaso y Niel terminó cansándose de él. Como sea, ese no era su problema y ya no se estaría metiendo más.

— Niel... — Mijaíl pronunció su nombre y luego prosiguió a elevar la mano y acariciarle suavemente el moretón que tenía en la mejilla — ¿Quién fue?

Con solo una mirada, al cruzar sus ojos con el frío ámbar de Mijaíl, Niel había quedado imnotiza por sus encantos. Cuando esté hombre la miraba le debilitaba las piernas, lo quería porque Mijaíl siempre estuvo para apoyarla, era el que más la ayudaba y se quedaba a su lado. Si tendrían sus diferencias, podría ser un bastardo idiota. Pero también tenía que reconocer que en su momento más difícil él estuvo ahí. Y la sacó de recibir abusos, pero eso no quita que aún estaba algo molesta y era muy orgullosa como para perdonar ese beso. Y quién sabe que más hizo que ella no viera.

Con la mirada desconcertada y completamente cautivada contestó — Na-nadie —  Sacudió la cabeza y volvió a sus sentidos — Tengo que irme... — Se alejó de la mano que le acariciaba el rostro y pasó por su lado.

— ¿A dónde vas a ir? ¿A lo de tus "viejos"? — Al escucharlo hablar a Mijaíl, ella se detuvo. No podía regresar a esa casa. No podías volver a ese lugar. Con sus padres alcohólicos y abusivos, no podía estar ahí.

El padre Niel era muy violento y agresivo con ella. La golpeaba cuando se enojaba o solo buscaba una excusa para golpearla. Y la madre de ella vendía a su propia hija, a viejos asquerosos. Niel nunca decía nada, ella siempre se callaba y ni Neythan ni Félix sabían lo que le estaba pasando en aquel momento. Pero a Mijaíl... Solo a él se había confesado. Por eso ese beso le dolía tanto. Porque él era quien más estaba cuando ella lo necesitaba.

— No... Ahí no pienso regresar — La voz le tembló y Mijaíl tragó saliva fuertemente. Había caído en cuenta de lo que sus hirientes palabras estaban causando. Se arrepintió profundamente de haberlas dicho. Era claro ya que sus nudillos estaban blancos debido a la fuerza que se comprimía en su puño. — Iré con Félix...

— Él no está en su casa, se peleó con Diego y se fue. Ni yo sé dónde está. — Habló entre dientes, aún lamentando sus palabras. — Ven conmigo, tenemos que hablar.

— No... — Niel ya le había dicho a Lucy que no se quedaría, y si no encontraba a Félix debía buscar otro lugar — Buscaré un hotel...

— Niel por favor, no te estoy pidiendo que regreses conmigo, solo quiero hablar contigo — Elevó su voz Mijaíl.

— Puedes quedarte aquí — Le dijo Neythan.

— Ya le dije a Lucy que me iría.

— ¡Tú y tu terquedad de mierda! Por eso te va mal en la vida. Solo quédate carajo o vete con él — Ella no contestó y siguió de espaldas, estaba pensando, si en verdad quería ir con Mijaíl. Neythan suspiró. — Escuchá Niel — Le habló — Si de verdad tienes algo que decirle a este bastardo, ve con él, y hablen. Pero si no es así, tira tu orgullo y quédate aquí. Por favor. — Intercambió miradas con Mijaíl — Estamos preocupados por ti.