Narrador omnisciente
Esa misma noche Niel se había ido con Mijaíl a su departamento. El camino durante el trayecto en el auto fue silencioso, pero una vez que enteraron en el departamento ella lo miró a los ojos.
— No podemos seguir así... Yo te amo Mijaíl, de verdad te amo — Sus ojos brillaban con dolor — Pero por más que te ame, no puedo estar contigo sino sientes lo mismo por mí.
Angustiado Mijaíl adelantó un paso hacia ella — Niel... Yo sí te amo.
— Pero no como yo te amo... No me gusta la forma en la que me amas. — Ella se acercó a él, y le partió el corazón al mirarlo con esos ojos destrozados — No quiero estar con alguien que me lastima, por un poco de diversión.
— Niel... Escucha... — Le tembló la voz, pero ella lo interrumpió.
— No fue una sola vez. Lo escuché Miles de veces, al principio no quería creerlo... Por eras en quien más confiaba... Pero verlo con mis ojos, acabó con todo...
— Niel... Yo sé que lo arruiné, y estoy arrepentido. Porque quiero que regreses a mi vida.
Antes de que sus ojos se rompieran ella miró a los costados negando con la cabeza — Eras todo para mí, pero ahora no eres nada. Así que voy a irme y espero que entiendas.
Ella pasó por su lado pero la voz de Mijaíl ma detuvo — Si no vas a estar conmigo... Al menos quédate... Quédate aquí a pasar la noche, sé que no tienes a dónde ir, y hasta que consigas un lugar, por favor... Solo quédate, no quiero que vagues por la calle... No voy a molestarte.
Niel se quedó.
Neythan
Habíamos llegado a Rusia y ya estábamos en camino a la mansión de Derek.
Una vez que llegamos nos recibieron de buena manera y con mi padre nos dirigimos hacia su oficina.
Allí adentro estaba él y la mujer de la fotografía. Fua... Era mucho más atractiva en persona. Tenía una remera sin mangas negra apretada al cuerpo, vaya cintura, y una calza negra que marcaba sus tonificadas piernas haciendo que su trasero redondo y levantado resaltara. Sus brazos estaban marcados, no tenía músculos excesivos, eran fibrosos cero grasa, todo su cuerpo era fibroso y cero grasa. La mujer tenía un tatuaje de dragón con escamas violetas, que comenzaba desde su muñeca e iba subiendo rodeando su brazo hasta terminar la cabeza del dragón en el hombro por detrás de la espalda.
— Neythan — Se acercó Derek para darme un abrazo.
— Tío — Lo abracé y luego le pasó la mano a mi padre. Derek se volteó a ver a la mujer y me la presentó.
— Supongo que Stephen ya te habló de ella. — La mujer se me acercó. Ella estaba firme con los brazos rectos a los costados y tenía el rostro serio. Pero me dedicó un mueca que parecía una pequeña sonrisa. Luego me extendió la mano.
— Un gusto Neythan, soy Zalix, tu nueva maestra. — Soltó mi mano, y se la extendió a mi padre, luego volvió a pararse como un soldado, está vez estaba en la posición de descanso, con las manos agarradas detrás de su espalda. Su rostro volvió a ser serio.
— Ya que nos presentamos, iré a empacar mis cosas, para partir en unas horas. — Anunció la mujer aún estando firme como un soldado.
— Claro, ve — Le dio permiso mi tío.
— ¿Partir? ¿En unas horas? — ¿A dónde?¿No se suponía que ella iba a quedarse aquí para enseñarme?
— ¿No le informaron nada al muchacho? — Volteó a ver a mi tío y a mi padre. ¿Informarme? ¿Qué más tenían que decirme?
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No te alejes de mi 2 [Neythan James]
Romance[Nadie puede decirte que sentir, nadie puede decirte con quien estar] En esta parte contaré la historia de Neythan y Lucinda los hijos de Stephen y Lucy. Un hombre que no sabe amar, una mujer inocente y otra mujer que ya aprendió sobre el amor. de c...