No te alejes de mi 2 [Neythan James]

Capítulo 3

— ¿Por qué tardaste tanto Lazuli? ¿A dónde fuiste? — Preguntó su padre con cierta molestia que era incapaz de esconder.

— A-ah ya-ya sabes a lo de u-una com-mpañera. — Tartamudeó por el miedo que le tenía. No podía verlo a la cara, si lo hacía él sabría que estaba mintiendo.

— Está bien hija — Ella levantó la cabeza para verlo, pero disimulando lo sorprendida que estaba. Notó que su semblante se relajó, y para su alivio continuó — Confiaré en ti Lazuli.

No podía articular ni una sola palabra, así que solamente asintió con la cabeza una vez y se fue a su habitación.

Neythan

Había dejado a Lazuli, en su casa y me encaminaba a la mía.

Si bien ella me agrada y digamos que me atrae, es bastante linda, y su forma de ser, me resulta muy tierna, sin embargo, Lazuli no me gusta.

Un beso, una cita, no significan nada, la manera en la que actuo con ella es porque ahora Lazuli, es mi atracción del mes.

Pero es demasiado aburrida, probablemente me aburriré de ella mucho antes de que termine el mes.

Mis pensamientos por ella, ocuparon todo el trayecto del camino a casa.

(...)

— ¡Llegué! — Grité una vez que cerré la puerta de mi casa.

— Hola Neythan — Miré hacía abajo y ví que era Thomas, el hijo de 12 años de Ben y Galya.

— ¡Ey! — Exclamé y le extendí la mano, para chocar los 5 — Tus padres ya se arreglaron.

— Si, a veces mamá exagera las cosas, yo no sé cómo papá la aguanta, si yo tuviera una esposa así, hace rato ya me hubiera separado. — Dijo con fastidio.

— No digas eso, Galya es tu madre, y aún así...

— Debes respetarla, lo sé — Me interrumpió, ya muchas veces le había dicho eso — Pero yo solo dije que no podría estar con una mujer así.

Miré hacía arriba y decidí cambiar de tema — ¿Mi padre está aquí?

— Si — Dijo — La tía Lucy me invitó a comer, así que ahora me voy.

Thomas camino hasta pasarme y salir por la puerta cerrandola.

Bien a firmar la sentencia de muerte.

(...)

Golpeé la puerta del despachó de mi padre — ¿Papá? — Lo llamé — ¿Puedo pasar?.

— ¡Pasa Neythan! — Dijo desde adentro. Abrí la puerta y entre.

— Papá ¿Adónde vamos está vez?

— A Rusia — Dijo sin verme — Pero esta vez es solo por negocios.

Mi padre siguió viendo los papeles que tenía en la mano, espere unos segundos, hasta volver a hablar.

— Oye papá — Está vez si llamé su atención.

— ¿Qué pasa? — Preguntó al verme.

— Tú te acuerdas de cuando Lucinda tenía 10 años y estaba en la primaria.

— Ah... Si — Pareció recordarlo por un momento.

—Te molestaste tanto esa vez, que asustaste a las niñas — Me reí a carcajadas, mientras él dejaba escapar una que otra risa.