Capítulo 24

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Neythan

Al día siguiente que habíamos llegado a la cabaña en Siberia con Zalix, me despertó como un soldado, a las 6 de la mañana y había usado la excusa de que me dejó dormir una hora más porque recién habíamos llegado ayer.

Ella ya había preparado el desayuno, dos huevos hervidos y café, para mantenerme despierto.

Ella me dijo que me abrigara bien y que me equipara, porque saldríamos a correr afuera con la nieve.

Ambos salimos a correr juntos, por un sendero que estaba barrido, no me había dado cuenta antes, pero había algunas pocas casas y personas que se encargaban de mantener el lugar. Ellos eran los que habían traído la comida, y preparado todo antes de que llegáramos. Zalix me dijo que a pedido de ella, se habían encargado de conseguirle por más que sea exportado, ingredientes y comidas Latinas que le gustaba comer, más que las rusas. Ellos le hacían caso, ya que Derek les dio la explícita orden de que la obedecieran.

Llevábamos corriendo 7 kilómetros y ya me estaba cansando, pero ella parecía tener resistencia como para correr otros 7 más. Aparte de eso, el frío que no estaba acostumbrado a sentir me estaba quemando la cara.

— Detengamos aquí por hoy, no estás tan acostumbrado a este clima y no quiero ponerte mucha presión en tu primer día.

— Gracias maestra — Me burle un poco — No pensé que fuera tan conciderada — Está vez se lo decía en serio.

— Saca el termo de tu mochila — El termo tenía agua caliente para tomar. Y regresamos a caminando hacia la cabaña.

(...)

— Oye, ¿Sabes cómo obtener señal en la cabaña? Porque quiero contactar a una persona, pero mi celular no responde.

— No hay señal en la cabaña y solo a 30 kilómetros recién hallarás señal. Derek se encarga de suspender las señales para que está parte no sea detectada, es increíble lo poderoso que se volvió.

— ¿Me estás jodiendo? ¿Osea que debo recorrer 30 kilómetros para hacer una llamada? — Ya me estaba molestando.

— Exactamente. ¿Qué? ¿Es una novia la que quieres contactar?

— Así es, no pude despedirme bien de ella, pero es que no sabía que me quedaría seis meses aquí.

— Si ella te ama, te esperara, y tines otros días en los que puedas contactarla.

— Ya me han dicho eso antes — Recordé cuando mi padre me dijo que ella me esperaría pacientemente. Cómo sea, otro día podría contactarme con Lazuli. — Tengo un hambre — Me quejé — ¿Tú no?

— Cuando lleguemos comeremos algo, y luego continuaremos entrenando en el sótano.

— Me parece perfecto.

Continuamos caminando por el sendero y a veces volvíamos a trotar, hasta que llegamos a la cabaña.

Eran las 9 de la mañana

— ¿Y? ¿Qué vamos a comer? — Pregunté quitándome las botas de nieve en la entrada, la cabaña tenía prendida la calefacción.

— Lávate las manos y apelar fruta.

— ¿Comeremos una ensalada de frutas? — Yo quería comida de verdad.

— Por ahora así, luego almorzaremos algo con carne, y tranquilo que soy re carnívora, así que durante todos los días almorzaremos y cenaremos carne en las comidas.

— Me gusta esa idea.

...

— Yo exprimo el jugo de naranja mientras que tú pelas los kiwis, ¿Te parece? — Le pregunté.

No te alejes de mi 2 [Neythan James]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora