Capítulo 8

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Este es un capítulo, de historia y transición, para que conozcan a los demás personajes, y su pasado. No tiene momentos románticos, pero si les interesa la historia, léanlo, porque yo sé, y me a pasado, que cuando me aburro, me salteo todo esto.

Si quieren.

Está a su criterio. Disfruten y gracias por leer esta historia.

Will

Y aquí me encontraba. Mi padre me había estado escuchando hablar con mi hermano.

Y no le gustó para nada el tema; ya que en este preciso momento me golpeó en la cara.

— ¡No seas idiota William! — Grito furioso — ¡Ya te lo dije, no quiero que te metas con los James! ¡Te lo dije, cuando sucedió lo de Lucinda! ¿¡Que acaso no entiendes!?

— Tengo 23 años, no tienes derecho a golpearme ¡Ya no soy un niño!

— Pero actúas como tal. — Dijo seguro de ello.

— ¡AAAHH! ¿Tú crees que me importa tu pasado? ¿¡Eh!?; Me vale mierda, lo que pasó con Lucinda; fue a propósito para fastidiarte. Sabes muy bien que te desprecio, por lo de mamá.

— No toques el tema de tu madre William. — Dijo perdiendo la compostura, al igual que yo.

— ¿Por qué? Te molesta verdad, te molestas saber que ahora ella está en estado vegetativo¡Por tu culpa!.

— Eh... Oigan... — Creo que escuche como mi hermano, muy calmado, nos hablaba, pero no le dimos importancia.

Mi padre me sujeto del cuello pero no tan fuerte, aún podía hablar y respirar, aunque me costaba — Es la verdad, ella salió a buscarte esa noche, con Jacob, y es por tu culpa, que mi hermano menor, ahora no pueda manifestar ningúna emoción, ni siquiera puede sonreír desde los 5 años. ¡LE DEJASTE UN TRAUMA, que es prácticamente incurable! ¡El vió con sus propios ojos, como el cuerpo de mamá se desangraba y le pedía ayuda, sin que él pudiera moverse, por el shock que había sufrido! ¡Él la vió hasta que ella perdió el conocimiento! ¿¡ Y tú dónde carajos estabas!? ¿¡Eh!? ¡Con una puta zorra trola! — El tema de mamá me estaba quebrando — Mientras que tu familia sufría. — Dije en voz baja.

Me soltó — Se muy bien, que me odias, yo también lo hago, por eso. Pero no quiero que te metas con los James, aunque digas que amas a esa tal Lazuli, mientras vivas bajo mi techo no lo permitiré.

— ¡Desgraciado! No puedes prohibirme a quien elijo querer. ¿Y sabes qué? No me importa vivir en esta casa. No necesito de tu estúpido dinero, porque ahora el prostíbulo es mío ¿No es así? Tú lo perdiste cuando apostamos de quién podría causar algo en mamá — traté de controlarme un poco y de bajar mi tono de voz — Yo la hice sonreír — Dije lo más calmado que podía estar en ese momento — Y como eres hombre de palabra, hasta firmamos un contrato.

— Bien, entonces vete — Sonó frío y distante — Pero ya no tendremos relación como padre e hijo.

—Tks, como si me importará.

— ¡Ya escuchenme! — Dijo Jakcob, sin perder ese tono frío y compostura, que a tenido desde hace mucho tiempo. — Hoy por primera vez, desde el accidente de mamá, sonreí.

Acababa de abrir los ojos como platos y la boca también, creo que mi padre igual.

¿Acaso escuchamos bien? ¿Alguien hizo sonreír a Jakcob?

— ¿Quien fué? — Dije sorprendido.

— ¿Como sucedió? — Dijo de igual sorprendido Mike.

— No sé cómo se llama, pero dijo un comentario, que me pareció muy gracioso venir de una persona tan chiquita como ella, hacia mí.

— ¿Y se puede saber por qué mierda no la detuviste y le preguntaste el nombre?

Jakcob me miró como siempre, serio, sin emoción, con la mirada fija y penetrante en los ojos. — Tiene bien tracero.

Suspiré — Ay no lo puedo creer.

— ¿Y que fue lo que dijo? — Preguntó Mike.

— Si eso. — volví a tomar el interés en esta conversación.

— Que si no me quitaba de la puerta y la dejaba pasar, me metería el palo de escoba por el tracero hasta que saliera por mí boca.

— ¿¡Qué!? — Dijimos al unisono, mientras nos caguabamos de risa.

— Si divertido ¿No? — De pronto deje de reírme, era la primera vez que veía a mí hermano menor, cambiar de expresión, en 13 años. Tenía una sonrisa que me dejaba ver sus dientes y en sus ojos podía notar que estaba felíz. Ya quería conocer a esa chica, quiero agradecerle esto.

— Sí... Es verdad — Otra vez dijimos al unisono, sorprendidos por su expresión.

— Estás sonriendo hijo. — Dijo Mike en un tono felíz.

— Cierto ¿No? — Bueno, aún tenía la sonrisa, pero también conservaba ese tono frío; con una sola vez, esa chica no puede hacer milagros — Se siente bien esto... Sonreír — Desvío la mirada como si empezara a pensar en algo, o en alguien.

— Bueno — Dije cortando el momento emotivo — Iré a empacar mis cosas.

Me retiré de la sala, y subí las escaleras hasta el tercer piso, dónde estaba mamá. Quería ir a verla.

Cuando entre en la habitación, la ví, en el mismo lugar de siempre, sentada sobre la cama. Antes del accidente era una mujer hermosa, que siempre sonreía. Rubia, con ojos de un azul grisáceo, y cabello largo con ondas hasta el final de los pechos.

Mi madre, era una buena mujer, a pesar de los engaños de Mike, ella elijo quedarse a su lado, para estar con nosostros, porque sabía, que si se iba, Mike no la dejaría volver a vernos.

Esa noche, la noche en cambio todo, Jakcob, había tenido una pesadilla, creyendo que papá, digo Mike, había muerto, lloró y le rogó a mamá, que lo llevará con él, para ver qué no estaba muerto, ya que no le creía.

Mamá sabía dónde estaba, sabía lo que estaba haciendo, y aún así lo llevó, porque no podía soportar ver a su hijo de 5 años, llorando porque creía a su padre muerto.

Mamá había llamado y mandado mensajes a Mike, de que iba con Jakcob, lo sé, porqué yo me había despertado por la tormenta y baje a buscarla.

Esa fue, la última vez que ví a mamá "bien".

Cuando pase enfrente de ella, ví como se le dibujo esa sonrisa, pero sin mostrar los dientes.

Me había sentado a su lado, mientras que ella sonreía, sin verme, manteniendo la vista fija en el frente.

— Conocí a una chica mamá — Solté de una — Es muy hermosa y lista, pero no conoce mucho de relaciones, ella en verdad me gusta, pero creo que no le agrado. — Al ver a mi mamá, noté que al escucharme decir eso, su sonrisa desapareció, convirtiéndose en una mueca — Pero tranquila, la haré mi esposa.  — Volvió a sonreír y tomé su mano — La otra noche, escuché como ella le decía que aceptaba ser la novia, de una persona que desprecio. Pero eso no cambia las cosas, ya tengo un plan que está en marcha, y te prometo que me casare con Lazuli. Así se llama, lindo nombre ¿verdad?. — Acaricié su mano con la mía — Tengo pensado casarnos cuando despiertes, así puedes conocerla, porque vas a despertar ¿no? — Comencé a quebrarme — Tú vas a despertar, y todo volverá a ser como antes ¿No es cierto? — Acosté mi cabeza sobre sus piernas — ¿Al menos puedo tener esa esperanza? — Comencé a llorar sobre ella. — Mami...

Zalix

Estábamos en una zona de peligro en medio de una misión. Allanamos una quinta en la que se almacenaban distintas clases de drogas para ser distribuidas.

Yo me encargaba de distribuirle información a Derek para que él se moviera constantemente y también ocultaba la información que se obtenía de él. Lo que hacía era muy arriesgado y en cualquier momento podrían descubrirme.

Los subordinados del líder que manejaba toda esta droga nos estaban atacando y una bala perforó mi hombro. El dolor que sentía era inmenso, sin embargo eso no me detuvo de disparar y matarlo.

Por suerte no estaba sola y Fabián, un compañero encubierto igual que yo se encargaba de cuidarme la espalda.

No te alejes de mi 2 [Neythan James]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora