Capítulo 1

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Lazuli, no tenía una buena relación con su padre, y era el único familiar que tenía.

Su madre había huido de él, dejándola a ella en ese infierno.

Ella no tenía ni un rasgo de su padre, todo lo físico lo había heredado de su madre.

Su padre tenía la mente antigua, creyendo que las mujeres, solo sirven para atender al marido y que no tienen voz.

Y Lazuli, era privada de muchas cosas. No podía salir con chicos, aún teniendo 18, debía esperar a que su padre decidiera casarla con alguien, luego de la universidad debía quedarse en casa, a estudiar o limpiar.

Le había rogado que la dejara estudiar en la universidad.

Lazuli estudiaba para técnico de sistema.

Pero a su padre, no le gustaba mucho la idea de que ella tuviera que trabajar y no ocuparse de la casa o de su futuro marido. 

¿Pero en que mundo de mierda vive? Sería mejor estar muerto, que vivir así.

— Lazuli — La llamó su padre — ¿Ya limpiaste el piso de la casa?

— Si papá. — Contestó cansada, el estudio, y luego venir y trabajar como sirviente, agitaba a uno de una manera excepcional.

— Bien, continua estudiando.

Se le notaba la tristeza de vivir en esa casa, cuando hablaba, tanto que daba pena, y de tan solo imaginar, podías sentirte sofocado tú mismo.

Lazuli estaba cansada, y sin poder evitarlo, se le vino a la mente aquel chico guapo, con aires de egocentrismo.

¿Qué ella le pediría su número? ¡Por favor!

Era guapo, no iba a mentir, pero aún no lo conocía, como para lanzarsele.

Ella teniendo todo eso en mente, no pudo evitar sentir, querer volverlo a ver.

Aún no lo sabía, pero ese muchacho, la estaba por obsesionar.

Neythan

5 días pasaron y todavía tengo ganas de ver a esa chica, tan rara, que se hace la difícil al no buscarme.

No he querido pensar en ella, pero que no me haya dado atención, me molesta, y solo me dan ganas de buscarla.

— ¿Aún pensando en ella? — Preguntó la molesta de mi hermana, yo solo me dediqué a ignorarla mientras desayunaba.

— Lucinda déjalo en pasa — La regañó mi mamá.

— Ay vamos mamá, es la primera vez que una mujer no le da bola a Neythan

De repente, escuché a mí padre reír por lo bajo. Eso era raro.

Al voltear a verlo, ví que miraba a mamá y ella también reía.

— ¿Qué es tan gracioso? — Ya me estaba molestando.

— Nada — Dijo simplón — Tal vez solo te empiece a gustar porque no te da bola y luego pierdas tu interés en ella.

— ... — Termine mi desayuno, y me levanté de la mesa.

Caminé hasta el asiento de mi madre, y allí me agaché para darle un beso en la frente. — Adiós mamá.

— Adiós cariño.

Me alejé y me dí la vuelta para marcharme  — Iré a entrenar.

— ¡Adiós Neeyythan! — Gritó con mucho sarcasmo Lucinda.

Mi padre, me había entrenado y hecho fuerte desde que era un niño. Él me había preparado para un mundo, en el que ya estaba involucrado mucho antes de nacer.

No te alejes de mi 2 [Neythan James]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora