No te alejes de mi 2 [Neythan James]

Capítulo 29

Neythan

Para su cumpleaños traté de hacerle una torta, pero al final terminamos preparando la mezcla entre nosotros dos.

Mientras ella mezclaba los ingredientes muy concentrada, yo la manche con un poco de harina en la cara.

— Ya!, No fastidies — Me advirtió con una sonrisa, pero volví a molestarla  — Neythan. — Sin embargo está vez ella me manchó con un poco de la mezcla que estaba preparando... Iba a ensuciarla pero me detuvo — ¡No, no! ¡Tregua, tregua! — Gritó — Tú empezaste yo solo te lo devolví.

Suspiré a su lado y sonreí. Pegué mi frente al costado de su cabeza y mi mano izquierda estaba sobre su hombro izquierdo y le besé su mejilla — Está bien, tregua — Su perfume me inundó, me gustaba su olor dulce — Hueles muy rico. — Noté como su respiración se acortó y se puso roja. Sonreí lleno de satisfacción, me gustaba verla avergonzada por mi. Mientras yo sujetaba su hombro y continuaba pegado a ella. Le iba pasando los ingredientes que me pedía.

Luego le pedí que me dejara el resto y que yo cuidaría la torta mientras estaba en el horno.

...

Por suerte solo la parte de abajo se había quemado un poco, el resto sabía bien.

— Lo lamento, lo arruiné — Se me había pasado el tiempo y la torta se quemó.

— Tranquilo, no importa — Me iluminó con su sonrisa — Solo se quemó la parte de abajo, no es la gran cosa — Lo probó — Y además sabe bien.

Sin embargo estaba un poco decepcionado de mi mismo — Solo quería desearte un felíz cumpleaños...

— Y me encanta — Me interrumpió con una alegría sincera — Me encanta lo que hiciste por mí. Este cumpleaños no lo puedo pasar con mi familia, pero me alegro de tenerte junto a mi Neythan.

— ¿Cómo no vas a tenerme cerca tuyo? Soy tu fiel alumno. — Ella se abalanzó sobre mí y me abrazó con fuerza, tenía sus ojos cerrados, y con gran sorpresa correspondí a su abrazo.

— Gracias Neyth, de verdad.

...

Ambos estábamos pasando un buen rato juntos cantando las partes de las canciones que nos sabíamos y bailando. Ella me había enseñado a bailar cuarteto, bachata, cachaca y cumbia en pareja. Y para hoy en día ya era todo un experto en baile. Desde que llegué habían pasado como dos meses y dos semanas.

Siempre todos los viernes empezabamos a tomar, con ella todos los días era una fiesta. Su increíble alegría me abrumaba y me contagiaba. Todo el tiempo estaba feliz y sin preocupaciones. Solo éramos nosotros dos, ella y yo.

Me gustaba lo que ella causaba en mi.

Estábamos bailando bachata cuando ya no podía resistirme más. Era un mujer hermosa y radiante. Tenía hambre de probar sus labios y lo hice, no evite robarle un beso, porque quería hacerlo hace mucho.

Ella se sorprendió pero me aceptó de buena manera.

Nuestras respiraciones estaban agitadas y aunque nuestros labios se separaron, mi cabeza se pegó a la de ella mientras la observaba con una gran sonrisa y ese brillo que tenía en mis ojos, la iluminaba solamente a ella. Estaba enamorado.

Nos sonreímos y reímos con alegría. Pero luego la alegría de ella murió y me apartó de su lado. La magia se había acabado — ¿Qué pasa? — Le pregunté angustiando acercándome a ella.

— No debería estar encariñandome tanto contigo, si tienes novia. No estuvo bien que disfrutara del beso.

— No te lo dije pero terminé con ella.