seis: 𝑎𝑠𝑐𝑒𝑛𝑠𝑜

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Al día siguiente, Camille se levantó más temprano de lo habitual y decidió ir a desayunar.

Tomó un baño rápido, se vistió y bajó al comedor.

Se sentó en la mesa de Slytherin sola a comer un desayuno dominical típico de Hogwarts; panqueques con una ración de tocino a un lado, leche, jugo de calabaza y pan tostado.

—Hey, buenos días —saludó Pansy— ¿hablamos?

—Sí, claro. Siéntate.

Se sentó a su lado— Quiero disculparme por-

La interrumpió— Pansy, ésta es la tercera vez que lo haces. Yo ya te perdoné, ¿de qué más quieres hablar?

—Sí, pero me evitas y quiero que sigamos siendo las amigas de antes.

—No te evito, solamente necesitaba mi espacio —se encogió de hombros— como sea, desayuna algo. Te ves muy mal —dijo señalando su cabello desordenado y su ropa desaliñada.

—¿Saliendo de aquí me acompañas a la biblioteca? Necesito hacer la tarea de Sprout.

Camille asintió. Juntas terminaron su desayuno y se dirigieron a la biblioteca, ahí estuvieron la mayor parte del día.

Solamente veía a Pansy hacer el ensayo de dos mil palabras que la profesora Sprout le había dejado por mala conducta y por no haber asistido a clases tres días seguidos, y de vez en cuando le ayudaba con algunas ideas para el texto o iba a buscar algún libro interesante para pasar el rato.

Llegó la hora de la cena y las dos amigas salieron de la biblioteca y tomaron camino hacia el comedor. Cenaron y fueron a dormir.

☁️

Ya era lunes y era el inicio de la segunda semana del año escolar en Hogwarts. Eran las ocho treinta de la mañana y todos ya estaban en en comedor desayunando, excepto por una persona: Camille.

—Oigan, ¿y Cam? —preguntó Hermione.

—La intenté despertar antes de venir para acá, pero optó por ignorarme —respondió Daphne encogiéndose de hombros.

—Iré a ver si ya se despertó —Astoria se levantó de su asiento y fue a buscarla.

Llegó a la sala común y subió al dormitorio de Camille, entró y la vio aún dormida. Negó levemente con la cabeza y soltó una leve risita.

Agitó el brazo de su amiga—Cam, despierta.

Camille abrió los ojos— ¿Astoria, qué rayos haces aquí?

—Despertándote —puso los ojos en blanco— ¿qué no ves?

—Sí, pero para eso tengo a tu hermana.

—Daphne dice que te despertó antes de bajar a desayunar y que la ignoraste.

—Mierda, es cierto —frunció el ceño— ¿Qué hora es?

—Cuarto para las nueve, así que muévete o no alcanzarás nada del desayuno.

—Bien, ya bajo.

Camille tomó una ducha, se puso su uniforme lo más rápido que pudo y bajo corriendo a la sala común en donde Astoria la estaba esperando y juntas caminaron hacia el comedor.

—No creí que pudieras arreglarte tan rápido —rió mientras cruzaban las grandes puertas del comedor.

Camille sonrió y ya estaban por ir a la mesa de Gryffindor con sus amigos cuando Draco interrumpió.

—Hey, mestiza —llamó— te espera Snape en su salón.

Rodó los ojos— Me llamó Camille no mestiza, Malfoy, pero sí, sígueme diciendo así que tú no tienes ni tendrás jamás el privilegio de llamarme por mi nombre.

the half-blood princess. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora