dieciséis: 𝑔𝑟𝑎𝑐𝑖𝑎𝑠

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Al día siguiente, Camille se encontraba sola de camino al Gran Comedor con la intención de decirle a Diggory lo que había decidido acerca de la invitación que él le había hecho el día anterior.

Entró al comedor, sonrió al ver a Cedric sentado en la mesa de Hufflepuff charlando con sus amigos y caminó decidida hacia él.

Mientras eso sucedía, sus amigos desde la mesa de Gryffindor y Draco desde la de Slytherin, la miraban intrigados.

—No sabía que Cam es amiga de Cedric Diggory —dijo Ginny lo que todos habían estado pensando.

—¿Qué diablos hace con él? —preguntó Harry con el ceño fruncido.

—Hey —susurró Hermione— si tanto te molesta que hable con otros chicos, deberías considerar decirle lo que sientes por ella, ¿no crees?

Harry volteó a verla fingiendo demencia— Eso no viene al caso, Hermione. Además, ¿de qué sentimientos hablas?

Hermione solamente se limitó a rodar los ojos y a hacer una mueca de desaprobación. "¿Cómo es posible que haya sido capaz de matar a un Basilisco y no pueda expresarle sus sentimientos a Cam?" Pensó.

En ese momento, Camille llamó a Cedric con los brazos cruzados sobre su pecho, como si tratase de imponer. Él, al escuchar su inconfundible voz, giró de inmediato para poderla ver.

Sonrió— Hola, Camille.

—El viernes, a las diecisiete horas en el lago. Ahí te veo.

Fue lo único que dijo antes de darse la media vuelta con rumbo hacia la mesa donde se encontraban sus amigos dejando a Cedric aún procesandolo todo, pero con una sonrisa en el rostro encantado por la actitud de Camille.

—¿Eso también fue casualidad como ayer? —preguntó Astoria en el momento en el que la vio tomar asiento a un lado de Daphne.

—No, —soltó una breve risa— eso fue absolutamente a propósito.

—¿Desde cuando eres amiga de Diggory? —inquirió Ron.

—Aún no somos amigos —aclaró— Por eso me invitó al lago para conocernos mejor.

—Honestamente no creo que sea tu tipo —intervino George con una sonrisa de medio lado.

—Georgie —Daphne trató de evitar lo que estaba por suceder, pero fue inútil.

Camille encarnó un ceja realmente curiosa— No tengo un tipo, George, pero me interesa saber cuál crees tú qué es.

—No lo sé —se encogió de hombros— Tal vez alto, pelirrojo, bromista, sexy, que tenga un gemelo y se llame Fred.

Camille no podía creer lo que acababa de oír.

No le hubiera importado si le hubiera dicho eso hace dos días y lo hubiera dejado pasar, pero teniendo en cuenta lo ocurrido ayer en la tarde, se le hacía algo realmente de mal gusto lo que George acababa de decir.

No pasó ni dos segundos para que el rostro de Camille se tornara rojo por la furia que estaba sintiendo.

—George no —musitó Fred antes de ser interrumpido por una Camille sumamente alterada. 

—Ya supéralo ¿no? Eso terminó, es hora de que cambies la jodida página, George —gruñó— Se me quitó el hambre. Con permiso.

Y dicho esto, se levantó de la mesa y salió del comedor llamando la atención de varios de los presentes, incluyendo a Draco quien fue detrás de ella.

—En verdad deberías de considerar bajar el tono de tu voz cuando te enojas —dijo en cuanto estuvieron lejos del bullicio de los estudiantes que se encontraban desayunando. 

the half-blood princess. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora