diecisiete: 𝑣𝑎𝑖𝑛𝑖𝑙𝑙𝑎 𝑦 𝑒𝑙 𝑙𝑎𝑔𝑜

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El viernes ya había llegado y con él, una Camille con sentimientos encontrados respecto a su "cita no cita" con el chico más codiciado de todo Hogwarts.

Ya se encontraba despierta y arreglada cuando decidió que era hora de bajar a la sala común en donde se encontraban las hermanas Greengrass.

—Buenos días. —saludó Astoria— ¿Cómo amaneciste?

—Con muchísima hambre, —bufó— vamos a desayunar, por favor.

Daphne y Astoria soltaron una leve risita y salieron de la sala común junto con Camille.

Tomaron rumbo hacia el comedor y durante el camino, sus amigas no paraban de preguntarle sobre el gran suceso del día de hoy; "¿ya sabes que vestirás?", "¿cómo te vas a peinar?", "¿estás nerviosa?", entre otras eran las cuestiones que le hacían y a todas Camille respondía con un "no" o "no sé".

Al llegar al Gran Comedor, se encontraron con una Hermione quien les sonreía de oreja a oreja con un pedazo de pergamino doblado a la mitad, cuando estuvieron frente a frente se lo extendió a Camille.

—Que bueno que ya llegaron. —dijo— Esto es para ti, Cam.

La tomó entre sus dos manos, la abrió y comenzó a leer lo que decía. Claramente se trataba de la letra de un chico, se notaba por los trazos tan marcados y bruscos.

Camille,
Espero que tengas una muy bonita mañana. Te veo en el lago a las diecisiete horas como ya lo habíamos acordado. En verdad muero de ganas de conocerte y de conversar un momento contigo.
-Cedric Diggory

Sonrió y lo volvió a doblar— ¿Él te lo dio?

—Hace unos minutos vino a buscarte y como no te encontró me lo dejó a mí.

—Hubiera preferido que me la hubiese dado personalmente, pero aún así fue un lindo detalle.

Antes de que las otras tres chicas ahí presentes pudieran interrogar a Camille sobre el contenido de aquel pergamino, Ron irrumpió en la conversación.

—¿De qué hablan? —inquirió— ¿Qué fue un lindo detalle?

—De una nota que le dejó Cedric por su cita de esta tarde —respondió Astoria.

—¿Cita? —intervino Harry— ¿Tienes una cita con Cedric Diggory?

—Para nada, solamente es una salida al lago para poder platicar y conocernos mejor. Como amigos, —aclaró tomando asiento a un lado de Daphne— apenas lo conozco como para tener una cita con él.

—Deja que lo conozcas y estoy segura de que entonces sí empezarán a tener citas reales. —comentó Ginny— Harían muy bonita pareja.

En ese instante, Fred volteó a ver a su hermana menor con si lo hubiera apuñalado por la espalda.

Su mirada decía más que mil palabras y lo que dijo Ginny en verdad le había dolido.

Después de mirarla con incredulidad por un par de segundos, posó su mirada en Camille para observar su reacción ante lo que la menor de los hermanos Weasley había dicho anteriormente.

Su expresión era completamente neutra, aunque si miraba con detenimiento, podría notar un leve tono rosado en sus mejillas el cual era inusual en ella.

Daphne notó aquel juego de miradas del cual Fred era el único jugador y decidió cambiar de tema.

—En un momento tenemos clase con Snape, ¿cierto? —preguntó— Desearía seguir enferma para no ir.

—Pero claro que tienes que ir. Con una vez que faltaste fue suficiente, me hiciste mucha falta —hizo una especie de puchero.

—Sé que estás usando a la Camille tierna de tu interior para hacerme sentir mal por querer faltar, pero no te va a funcionar.

the half-blood princess. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora