the half-blood princess. #1

siete: 𝒉𝑎𝑙𝑙𝑜𝑤𝑒𝑒𝑛

Octubre 31, 1993

Halloween al fin había llegado y con él una Camille de excelente humor debido a que esta era su festividad favorita. Aquella mañana despertó más temprano que sus dos compañeras de cuarto y de muy buen ánimo.

—Buenos días, mis amores —saludó al salir del baño después de haberse dado una ducha.

—¿Qué haces despierta tan temprano y de tan buen humor? —preguntó Daphne mientras tallaba sus ojos.

—¿Acaso no podemos tener una mañana amable? —se defendió.

—Sí, pero esto es raro —Pansy frunció el ceño.

—Pansy, ¿qué día es hoy?

—Octubre treinta y uno —respondió.

—¡Es Halloween, nenas! —exclamó Camille para después salir de su dormitorio y cerrar la puerta detrás de ella.

—Sigo procesando lo que acaba de pasar.

—Ella adora Halloween, esa es la razón de su buen ánimo.

Mientras tanto; Camille bajó al comedor con una sonrisa en el rostro y caminó hacia la de mesa de Gryffindor donde ya se encontraban la mayoría de sus amigos.

—Buenos días —saludó— están hermosos todos hoy.

—¿Nos acabas de hacer un cumplido a todos? —preguntó extrañado Ron— ¿Te sientes bien?

—Es Halloween, Ron —habló Hermione.

—O sea, su festividad favorita —añadió Harry.

—Eres tan listo, Harry Potter —Camille le sacudió el cabello y se sentó entre él y Ginny.

—Y es el porque de su inmensa felicidad —señaló Astoria— Mírenla, no le cabe tanta emoción en todo su cuerpo.

—Así es, preciosa —sonrió Camille— y bien, ¿qué haremos hoy? Ya sé, vamos por dulces a Honeydukes.

—Cam, nosotros no solemos festejar mucho Halloween, más que un banquete a la hora de la cena y dura más de lo común —comentó Neville.

—Pero por ser el primer año de Camille aquí y por ser su época favorita del año, podemos hacer algo especial —dijo Hermione con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Ya te han dicho lo maravillosa que eres? —besó la mejilla de su amiga.

Rió— Todo sea por mi mejor amiga.

—Entonces, ¿cuál es el plan? —preguntó Astoria.

—Sólo algunos de nosotros iremos a comparar los dulces a Honeydukes, regresamos, nos vemos en la sala común y los comemos —habló Harry— ¿Qué más les gustaría hacer?

—¿Pijamada? —opinó Ron.

—Suena bien, pero la última vez todos empezaron a gritarse y eso no estuvo divertido —intervino Neville.

—Neville tiene razón— concordó Camille— ¿Y si hacemos un concurso de disfraces?

—¡Sí! —exclamó Ginny— Adoro la idea.