quince: 𝑒𝑛 𝑡𝑢 𝑚𝑎𝑙𝑑𝑖𝑡𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎

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Ocho treinta del día y Camille ya iba de camino hacia el Gran Comedor, cuando la voz grave de Cedric Diggory la llamó haciéndola pararse en seco.

—¡Camille Tonks!

—¿Qué quieres, Diggory? —preguntó mientras giraba su cuerpo en dirección al chico que estaba detrás de ella.

—¿Por qué te caigo tan mal? —frunció el ceño— Ni siquiera me conoces.

—No me caes mal —evitó hacer contacto visual.

—¿Entonces por qué me tratas así?

—Por lo mismo que acabas de decir; porque no te conozco —se encogió de hombros— no te puedo tratar bien si no sé quien eres.

—Eso se soluciona fácil, ¿no crees?

Camille al fin levantó su mirada hacia el rostro de Cedric encontrándose con sus ojos grises quienes la miraban curiosos acompañados de una sonrisa pícara.

—¿Ah, sí? —encarnó una ceja— ¿Cómo?

—Aceptando una salida conmigo, aunque sea al lago —dijo— ya sabes, para que me conozcas mejor y viceversa.

—Lo tendré en cuenta. Nos vemos, Diggory.

Se dio la media vuelta para continuar con su trayecto, pero Cedric volvió a hablar.

—Vas al comedor, ¿cierto? Que casualidad, yo también —sonrió— podemos ir juntos.

Giró los ojos— Bien, vamos.

Se dirigieron la comedor en un silencio un poco incómodo.

Cedric de vez en cuando bajaba su mirada hacia el rostro de Camille como si tratase de aprendérselo de memoria; veía sus ojos, sus pestañas, su nariz, sus labios y mientras lo hacía se preguntaba como alguien tan pequeña y preciosa por fuera podría ser tan dura y fría por dentro.

Camille solamente se limitó a caminar con la mirada al frente sintiendo la de Cedric.

Al llegar al comedor se detuvieron en la entrada.

—Piensa en lo de mi invitación y me haces saber que decidiste, ¿bien?

Ella asintió y se dirigió a su mesa en donde ya estaban la mayoría de sus amigos, tomó asiento al lado de una Hermione bastante curiosa por saber porque su amiga acababa de llegar al comedor con el famoso Diggory.

—¿Qué sucedió con lo "es muy arrogante y hablador"?

—¿De qué hablas, Mione? —rió.

—¿Cómo qué de qué? Es obvio que de ese bombón de allá —contestó Astoria mientras señalaba la mesa de Hufflepuff —llegaron muy juntitos.

—Ni al caso, solamente fue casualidad —arrugó la nariz— por cierto, ¿y Daphne?

—George fue por ella a la enfermería poco antes de que llegaras —informó Ginny— supongo que se irá a dar un baño y vendrá a desayunar antes de clases.

Camille sonrió y comenzó a desayunar mientras pensaba en lo sucedido hace apenas unos minutos con Cedric, decidió suprimir ese pensamiento y mejor decidió enfocarse en Daphne y George.

No era ningún secreto que él gustaba de ella y tampoco era secreto que aquello era mutuo. Ya llevaban casi medio año coqueteando el uno con el otro y todos sabían que sólo era cuestión de tiempo para que ellos estuvieran oficialmente juntos como pareja.

Camille sonrió para sí misma ante la imagen de ese par siendo la pareja más icónica de Hogwarts; una Slytherin y un Gryffindor siendo novios haría que los mismísimos Godric Gryffindor y Salazar Slytherin se retorcieran en sus tumbas.

the half-blood princess. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora