One Shots of Harry Potter.

lucius malfoy lime

El rubio observó a la chica de Slytherin compartir palabra con Sirius, el coqueto de Gryffindor. Su chica.

Caminó hasta el par y sin más la tomó del brazo llevándola lejos de cualquier tipo de vista.

–¡Malfoy! Sueltame —sin embargo él no le prestaba atención, quería llevarla lejos por lo que su habitación fue su primera opción y luego de minutos caminando, llegaron y él los encerró, dejando que ella se suelte cuando estuvo dentro—¡Déjame ir!

Pero Lucius no iba a dejarla ir sin dejarle una advertencia. Porque sus celos lo llenaban, lo hacían ahogarse. Una chica tan hermosa como tú, hablando con alguien tan estupido como Black, hizo que su sangre hirviera y sus pensamiento dejaran de ser lógicos.

–Tienes que saber que eres mía y aunque te duela —soltó caminando lentamente hacía ella, _____ se alejó de él hasta chocar contra la pared, siendo acorralada por Lucius–, no puedes ir por el mundo hablando con mierdas como ese tipo, que se nota que quería más que una estúpida charla contigo, princesa.

Y sin más, sus labios chocaron y aunque ella se resistió al principio, sus instinto falló al sentirlo tan cerca, sentir su aroma tan seductor, verlo con sus mejillas levemente sonrojadas y su corazón estalló, no pudo evitarlo y se dejó llevar siendo el detonante de tan sensual situación.

Las manos de Lucius se detuvieron en sus muslos e hizo que ella enrrollara sus piernas en su cintura, sus miembros rozaron en una dolorosa excitación que los dejaba pidiendo más. Él decidió rozar aún más aplastandola contra la pared.

–L-lucius –gemia en su oído, pero por más que él quisiera llegar a más, tenía que castigarla por la escena antes vivida con Sirius.

Besó su cuello en una acalorada situación, subió sus manos sobre su cintura y con más fuerza hizo que ambos chocarán de nuevo, sacándole un suspiro a él y un gemido a ella.

–¿De quién eres _____? –susurró entre sus pechos que comenzaban a ser exprimidos por sus manos y boca, todo encima de la tela del uniforme.

_____ tragó en seco y se sonrojó. ¿Debería perder su poca dignidad diciendo que era suya? Ni loca.

Lucius sonrió con lujuria al ver que ella no quería dar el brazo a torser, apretó una vez más contra ella dejándola deseando que llegaran a más, suspiró al verla tan sumisa a sus toques y sin más comenzó a darle estocadas fuertes contra sus bragas.

Sus manos sostuvieron sus muslos con fuerza, apretando ese lindo trasero que ella tenía.

Los labios de ambos jugaban tapando los gemidos casi gritos de la fémina, se sentía tan bien chocar entre sí, su gran erección ya no podía más y necesitaba estar en ella, pero... Es un castigo después de todo.

Ella se sentía con ganas de llegar al clímax, sólo un poco más y lo haría, pero él se detuvo dejándola en el piso lentamente. Frunció el ceño al ver que él se iba al baño de la habitación, dejándola completamente encendida.

–¡¿En serio?! -gritó corriendo donde el baño, tocó con molestia al notar el sonido de la ducha del albino, él estaba siendo malo. –¿Vas a dejarme así, Malfoy?

La risa ronca de él hizo que una vibración en sus partes íntimas se sintiera con fuerza.

–Sigo sin oír que eres mía, _____.

Y sin más, se sintió una puerta cerrarse con fuerza dejando una sonrisa victoriosa en la cara de Lucius Malfoy, quien sabía que pronto lograría hacerte suya y que fueras capaz de admitir que eras de él.