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Todos tenemos algo que nos produce placer y que no precisamente tiene que ver con algo sexual y para Marika Suet, lo era él patinaje artístico.

A su muy corta edad de apenas un año y medio ya sabía patinar de manera correcta, ella desde pequeña mostró interés por el hielo y sus padres que en su momento fueron atletas del deporte empezaron a entrenarla para que fuera la mejor y nada más que la mejor.

Marika creció siendo hija única de una familia rusa, sus padres le daban absolutamente todo, siempre y cuando ella siempre ganara el oro en las competencias y quienes no paraban de repetirle que no aceptaban menos que la perfección en cada una de sus rutinas de patinaje, en lo demás, no les importaba mucho la verdad querían que ella fuera la mejor patinadora artística del mundo del mundo y casi lo habían logrado.

A sus 19 años llegó a los juegos olímpicos de tokio, ella era la patinadora favorita por parte de rusia, todos tenían las más altas expectativas con ella y la nueva rutina que haría en esa ocasión, una que tenía un salto, él cual si hacía bien, sería incluso llamado con su nombre.

Marika podía definir ese día cómo él cielo y el infierno, ¿por qué?, mientras hacía su rutina, dando su mayor esfuerzo cómo en cada ocasión, sentía que algo n o estaba bien con ella, si bien se sentía cansada por todo las prácticas y el poco descanso que había tenido para estar perfecta para esa ocasión, su cuerpo le estaba diciendo a gritos que algo estaba mal, muy mal con ella en ese momento, pero eso no la detuvo.

Continuó ejecutando su rutina de manera perfecta, todos los ahí presentes podían asegurar que ella sería la ganadora indiscutible de la medalla de oro, pero al final no lo fue, en ese gran salto donde todos tenían sus expectativas, fue el peor momento de Marika. Al momento de ella caer sobre su pierna, esta se quebró en dos pesados tiñendo el hielo de rojo, pero el dolor de esa caída, no fue nada con él dolor que llegó después, cuando empezó su infierno.

A Causa de la ácida y de toda la sangre que perdió en el proceso, Marika se desmayó mientras las trasladaban a un hospital, cuando despertó estaba en una cama de hospital mientras sus padres hablaban con él médico que le explicaba que Marika no volvería a patinar profesionalmente de nuevo.

Marika tenía una fuerte anorexia que tenía su cuerpo muy debilitado y frágil, por eso su pierna cedió de tal manera al caer después de tal salto y el daño había sido tanto que le impedirìa volver a patinar de manera profesional de nuevo. En cuanto él médico le dijo eso a sus padres la cara de ambos fue de completa decepción y ambos salieron de la habitación sin importar ya verla despierta y esa fue la última vez que vio a sus padres.

Los siguientes días de recuperación lo paso sola en el hospital y los meses siguientes también lo hizo, cuando tuvo el alta que podía ir a casa el chofer de su familia, marcus, un señor muy amable y gentil que conocía desde niña.

Él la recogió y le explico que sus padres no estaban en moscú, donde vivían, sino que había viajado a la ciudad de Sochi, con su prima Olga, ella también era una prometedora patinadora y cómo Marika ya estaba fuera del juego ellos la entrenarìan en su lugar, Marcus, no se lo dijo de esa manera, pero solo decirles dónde estaban ella sabía lo que significaba.

Otra gran sorpresa para ella fue que Marcus no la llevó a la casa donde vivía con sus padre, no, él la llevó a un pequeño departamento en el centro donde él hombre le explicó que sería donde viviría desde ese momento. Sus padre le habían dejado una con cierta cantidad de dinero dónde ella podía vivir de manera modesta por un tiempo, además que todo los gastos médicos para su recuperación estaban completamente cubiertos.

Desde ese día ella lo pasó sola y tuvo que aprender a ser autosuficiente de golpe, más con una pierna prácticamente inservible. Fueron tres meses que le tomó recuperarse por completo de la lección de su pierna.

Dónde descubrió lo que en realidad era la vida, sus padres la habían mantenido en una burbuja toda su vida, en dónde lo más importante era que ella fuera la mejor sobre la pista de patinaje, por lo que lo demás no importaba, ni siquiera la escuela, apenas había terminado el segundo de secundaria, no tenía conocimiento de nada más que no fuera él patinaje artístico.

Además todas las personas que decían apoyarla o le habían dicho que eran sus amigos, le habían dado la espalda después de lo que pasó y sin ningún tipo de disimulo se profesaban cómo los mejores amigos de su amiga Olga. Al principio sintió ira y rencor, hacía su prima, sus padres, hacía todo él mundo, ya que todos le habían dado la espalda cuando más los necesitaba.

Luego entendió que no debía tener odio contra su prima, al menos contra ella no, porque la estaban usando al igual que lo hicieron ella y cuando ya no les sirvió la desecharon, solo esperaba que ella tuviera más suerte.

Terminó la secundaria en línea mientras tomaba su terapia física para volver a caminar de nuevo. En esos meses su cuerpo había cambiado mucho, ya que a pesar de tener 19, su cuerpo era él de una niña, a causa de toda la mala alimentación, incluso, no fue hasta dos meses después de estar viviendo sola y sobreviviendo con tutoriales de YouTube de cómo cocinar, que tuve su primer periodo de toda su vida.

Para ella fue su peor experiencia.

Cuando por fin terminó la secundaria en línea, decidió que debía conseguir un trabajo, el dinero que le habían dado sus padre, no le duraría eternamente, ella debía empezar a ganar su propio dinero, por lo tanto empezó a buscar empleo, pero lo malo, es que no tenía ningún tipo de estudio, profesional, ni siquiera técnico, aparte de que no sabía hacer mucho.

No fue hasta casi cuatro meses, donde tuvo que reducir mucho sus gasto, que encontró un empleo, de mucama en un hotel, en Thurso, una ciudad del norte de Escocia, no le tomo mucho tomar la decisión de irse, no tenía a nadie en Rusia, además consideraba que sería bueno para ella un cambio de aire.

No le preocupaba la diferencia de lenguaje, lo único que había aprendido en su vida además del patinaje, eran varios idiomas, cómo él inglés, francés español, un poco de alemán y portugués, eso le ayudó mucho cuando se mudo a ese nuevo país. También tuvo suerte en conseguir el empleo, aunque no tenía experiencia ni referencia de ningún trabajo previo.

Las cosas comenzaron a mejorar para ella ahí, consiguió una amiga, una de verdad, Greta, ella tenía un poco más de tres meses trabajando en el hotel y fue muy amable en enseñarle todo lo que debía saber, lo que no era poco, ya que trabajaría en un importante y lujoso hotel cinco estrellas de la zona, lo que significaba muchas habitaciones que limpiar, diario y varias veces al día.

Greta también la ayudó a conseguir un lugar donde vivir, Marika vendió él departamente que sus padres le habían dado en Rusia, no pensaba volver, cómo había dicho, no tenía nada allá que la retuviera ahí.

Alquiló un pequeño departamento que solo tenía una comedor cocina y una habitación individual, lo necesario para ella. Meses después se mudo con Greta, ella vivía en un lugar más grande, con otra compañera de trabajo, pero esta se mudo porque se había casado, así que Marika se mudo con ella.

Y por los siguientes dos años así fue su vida, trabajando en él gran hotel limpiando las habitaciones, aunque después de un año trabajando, le dieron otro empleo que le gustó mucho, enseñarle a patinar a principiantes, los hacía los fines de semana y los miércoles en la tarde, le gustaba mucho enseñar a patinar a niños.

Ella no había dejado de patinar por completo, le costó casi un año volver a patinar sin sentir que sus piernas se quebraría de nuevo, pero ya lo podía hacer cómo antes, incluso Aceves sentía que lo hacía mejor que antes, pero también pensaba que se debía a qué ya no tenía presión de nadie a su alrededor y también página lo que ella quería y nada más.

Aún así, a pesar de ya no tener presiones, ni ser juzgada con cada movimiento cómo cuando estaba con sus padres, quería volver a patinar cómo antes, quería volver a estar en esas grandes pistas y deslizarse sobre el hielo y sentirse en las nubes.

Lastima que eso no volvería a pasar.

Mi MusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora