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─Lamento lo que pasó antes─ se disculpó Marika.

─No te preocupes─ le resto importancia Aaron y ambos se sentaron, justo en ese momento tocaron la puerta de nuevo.

─Yo voy─ dijo Greta.

─Si me buscan, yo no estoy─ le dijo Marika a su amiga, ella asintió para ver quién era.

─Bien, supongo que tiene muchas dudas respecto a que es lo que hará conmigo exactamente─ empezó a decir Aaron.

─Si, la verdad si─ acepto la rusa.

─¡Marika, Te llego un paquete!─ le gritó su amiga desde la puesta y la rusa le dio una sonrisa de disculpa para ir a la puerta donde estaba él repartidor esperando que ella firmara la entrega.

─Gracias─ le dijo la rusa, tomando la bolsa de regalo.

─uuuhhh, ahora recibes regalos, que bien─ le dijo su amiga con emoción cuando cerraron la puerta─ ¿Quién la envía?, tiene una nota─ le dijo Greta tomando la bolsa para que ella tomara la nota y la leyera, olvidando por completo que había unos hombres detras de ella esperándola para hablar. Marika leyó la nota.

Te dije que me hicieras caso, pero no lo haces y si esta ocasión no lo haces, lo siguiente que tendrás roto, serán tus dos piernas, sigue con tu vida cómo hasta ahora, no aceptes ninguna propuesta.

Marika palideció al leer la nota, para después revisar el contenido de la bolsa, dentro, estaban los pedazos de sus patines favoritos, estaban hechos trizas.

─Pero……¿Greta donde los habian dejado?─ le preguntó la rusa a su amiga con los pedazos de sus patines en sus dedos. Aaron y Tomas se acercaron a ellas.

─En tu casillero, Helena me aseguro que ahí los había guardado cómo siempre tu lo haces─ le aseguro su amiga ─ ¿quién los envió?─ le preguntó y al ver que su amiga no respondía le quito la nota de sus manos para leer─ esa maldita zorra de tu prima─ se quejo Greta.

─No fue Olga─ dijo Marika con seguridad.

─Marika se que es familia tuya, pero no la quieras defender, además está amenaza es muy grave─ le dijo su amiga y Aarón Le quitó el papel de los dedos para saber de qué estaban hablando.

─Es cierto, esta amenaza es muy grave y debe dar paso a las autoridades, su prima no puede seguir así─ le dijo él después de leerla.

─Que no fue Olga─ repitió Marika.

─¿Entonces quién podría amenazar te de esa manera?─ preguntó su amiga─ tu no  tienes problemas con nadie, quién querría hacerte daño de esa forma─ dijo su amiga.

─Ya se quien─ dijo la rusa de repente y le quitó la nota a Tomas para después romperla en pedacitos.

─¿Quién?─ preguntaron los tres.

─No importa, tiralos por favor ─ dijo tirando los pedacitos de la nota en la bolsa donde estaban los pedazos de sus patines para después pasárselo a su amiga.

─Mari, ¿Quién es?─ le preguntó su amiga tomando la bolsa.

─No importa─ repitió ella, sabía que tenía que ser su supervisor, nadie más podía tener acceso a su casillero para poder sacar sus patines de él, además él siempre intentaba controlarla para que ella hiciera lo que él quería y por supuesto no quería que aceptara ninguna propuesta, ni de patinaje, ni con Greco, para que no se fuera, quería que se quedara ahí, donde él le podía seguir haciendo la vida imposible.

─Problemas así no desaparecen al no darles importancia, solo empeoran─ le dijo Aaron, molesto y preocupado de que alguien quiera lastimar a su musa.

Mi MusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora