Epílogo

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Varios meses después

Entiendo había pasado y tanto Marika cómo Aaron no podía estar más felices, solo un mes desde del gran desfile del diseñador, él cual fue todo un éxito, se casaron en una muy íntima ceremonia donde estuvieron, Tomas, la madrina y el padre de Aaron y Gema claro, por él lado de Marika sus amigas que trabajaron con ella en él hotel había pedido días libres para acompañarla y celebrar con ella tan feliz momento.

Él embarazo de la rusa fue tranquilo, aunque en ocaciones se sentía bastante sofocada con las atenciones y extremado cuidados de su ahora esposo que siempre estaba pendiente de ella y él bebe, que dicho sea de paso, estaban a una semana tal vez días de resivir y aun no tenían ni la menor idea del sexo, en ninguno de los ultrasonido que se había hecho la rusa había querido mostrarse.

Aaron decía que en definitiva era una niña porque era muy tímida al igual que su madre, Marika por otro lado tenía otros pensamientos y decía que era un niño muy perezoso, porque la verdad se movía muy poco, algo que preocupo a la pareja al principio, pero los doctores le aseguraron que no había nada malo.

—Ok si es niño eliges él nombre tu y si es niña lo elijo yo — dijo Aaron. Estaban sentados en él jardín de la casa disfrutando de la fresca tarde de otoño.

—De acuerdo, voy a ganar — dijo ella tranquila sentada a su lado con su plato de uvas, no había dejado de comer uvas en todo él embarazo.

—¿Ya no quieres que sea una niña? — le preguntó con él interés, en los primeros meses ella al igual que él estaban completamente convencidos de que iban a tener una niña, pero ella simplemente cambió de opinión con él pasar de los meses, empezaba a pensar que también había cambiado su preferencia

—Claro que me gustaría, pero esté que está qui — señaló su vientre — es varón — dijo con seguridad — además habías dicho que podíamos seguir intentándolo hasta que tuviéramos una niña — le recordó a lo que él sonrió.

—Por supuesto que sí amor mío — le aseguro besando su mejilla

Él embarazo le había sentado muy bien a la rusa, al inicio casi ni denotaba que estuviera embarazada a menos que usara ropa muy ajustada. Cuando la prensa se enteró hizo todo un alboroto al respecto, tanto que la noticia llegó a oídos de sus padres que un día sin avisar se aparecieron en su casa, pareciendo padres preocupados por la salud y él bienestar de su hija y futuro nieto, pero sus verdaderas intenciones no tardaron en aparecer. 

Ellos solo estaban ahí porque en las noticias y los diarios de chisme, decían que él bebe que esperaba era una niña y por supuesto ellos la querían para entrenarla de la misma manera que la habían entrenado a ella y hacerla una campeona mundial. Marika por supuesto que estuvo completamente furiosa, por ningún motivo iba a permitir que su hija fuera sometida a tales maldades y torturas cómo las que ella pasó.

—Tu eres la cuarta generación de patinadoras de ambas familias, no puedes tirar todo eso a la borda, esa niña…. — empezó a decir su madre pero ella la interrumpió.

—Ni siquiera estamos seguros de que sea una niña y aunque lo fuera no patinara — dijo ella con firmeza.

—No puedes hacer eso lo llevará en la sangre — dijo su padre.

—Si, lo más seguro es que si — acepto ella — y no le prohibiera que lo practique cómo pasatiempo o algo así, pero de manera profesional no, no lo hara — sentenció.

Los padres de ella aunque quisieron quejarse y oponerse a lo que ella estaba diciendo Aaron simplemente no los dejó continuar y prácticamente los echó de su casa porque no quería que ellos siguieran molestando a su esposa. Ellos no regresaron después de ese día, pero Marika estaba segura que después que naciera él bebe y al final era una niña ellos regresarían. No era por si si era un niño no podía patinar, su padre fue patinador profesional, pero a ellos les beneficiaba más entrenar niñas.

Después de eso ya no hubo más molestias para la rusa después de eso. Sin decirle nada a Marika Aaron hizo todas las investigaciones necesarias para asegurarse de que Maximilian le había dicho sobre Giada y su intento de ayuda para secuestrarla, todo fue confirmado porque él antiguo supervisor de Marika la señaló cómo su cómplice, además Maximilian tampoco tuvo ningún inconveniente en decir lo que antes habían planeado y lo que pasó después cuando él cambió de opinión.

Ella no pasó mucho tiempo detenida, tenía muy buenos abogados que la ayudaron a salir del problema rápido, pero mientras estuvo detenida Aaron se encargó de arruinar su carrera en Italia, así que no tuvo de otra que irse muy lejos de ellos.

─¿Te encuentras bien Marika? ─ le preguntó su suegro, ya era de noche un poco tarde ya, pero no tenía sueño, Aaron se había dormido un rato ya y cómo ella no tenía sueño bajo un momento por un vaso de leche, pero se había quedado un poco más de la cuenta en la cocina porque sentía una extraña sensación en su vientre. Su suegro estaba en la casa porque él día del parto estaba muy cerca, así que Aaron le pidió a su padre que se quedara en la casa por cualquier cosa que pudiera pasar.

─No sé ─ contestó ella, de verdad no sabía y sentía su vientre muy duro y eso no había pasado antes.

─¿Ha sentido algo de dolor, cólico o alguna sensación extraña? ─ le preguntó acercándose a ella tocando su vientre.

─Como un calambre que pasa de lado a lado — explicó ella.

—Será mejor que vaya a despertar a mi hijo — dijo él.

—Aquí estoy, ¿qué pasa? — preguntó Aaron había despertado y su esposa no estaba en la cama así que por supuesto salió a buscarla.

—Marika entró en trabajo de parto — aviso dejando sorprendidos a ambos.

—Pero ni siquiera siento más contracciones — aviso ella confundida.

—Tu sentido del dolor no es común Marika, ya estás teniendo contracciones y no te dabas cuenta, hijo ponte ropa y trae su maleta — le dijo éste asintió saliendo corriendo para ir a buscarlo — mientras que tu empieza a caminar, vamos — le dijo.

Casi tres horas después tuvieron a su bebe en brazos, Marika al final tuvo razón era un niño, su alegría no disminuyó en absoluto por ese hecho.

—Pues al segundo intento tendremos una niña — dijo Aaron con su hijo Dante en brazos.

—Tal vez — dijo ella, estaba muy cansada, pero completamente feliz, recibiendo a su hijo en sus brazos de nuevo — gracias — le dijo a su esposo, él frunció él ceño confundido por sus palabras.

—¿Qué me agradeces? — preguntó confundido.

—Que me eligieras cómo tu musa — dijo él con ternura acariciando su mejilla 

— Yo me enamore de ti desde él primer momento en que te vi, lo único que quería hacer era verte y contemplarte eternamente y la mejor manera de hacerlo era haciéndote mi musa — 

—Pues dos gracias por eso — dijo ella con una sonrisa.

—Y yo porque que aceptaras — la beso — te amo Marika—

—Y yo a ti Aaron

Mi MusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora