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─Marika ─ la llamo aunque la tenía al lado mirándolo desde hace varios minutos con lo que él consideraba era anhelo, pero con ella él nunca sabía y prefería no adivinar.

─¿Mmmm?─ 

─¿Me quieres decir algo amor?─ preguntó con dulzura, estaba trabajando en él vestido de novia, ella rio encantada por como.la había llamado él la miro sonriendo también ─¿si me quieres decir algo?─ preguntó de nuevo.

─Si, pero espero hasta que termines ─ contestó ella tranquila.

─Ok ─ dijo dejando lo que estaba haciendo ─ ya he terminado ─ le aviso.

─¿Ya? ─

─Si ─

─¿Seguro? ─

─Si ─ contestó de nuevo

─Ok ─ dijo y se levanto de donde estaba y camino hasta él empujando su silla de la mesa de trabajo para después sentarse sobre él y empezar a besarlo con profundidad.

Aaron la recibió encantado sujetándola de la cintura, entregándose gustoso al beso. Ella lo tocaba con ansias, cómo si fuera la primera vez que lo hacía, pero con más  confianza, no lo entendía bien, pero tampoco se molestaba mucho en comprender su deseo casi irracional a siempre sentirlo, tocarlo, besarlo, quería hacerlo todo él tiempo, quería estar con él todo él tiempo

Tal vez eso era lo que llamaban amor, pensó por un momento antes de que Aaron se levantara con ella en brazos y la subiera a la mesa que tubo más cerca dejándola al borde de está, sin esperar un momento más abrió su bata dejando se delicado y pequeño cuerpo a su completa vista, en ese momento odiaba aun más que ella estuviera usando ropa interior, una le retrasaba valiosos segundos de su cuerpo, no quería perderse ni un pequeño instante y dos, él color, él color carne no era un color para nada provocativo. 

¿Cómo luciría usando ropa interior provocativa? 
Una idea bastante tentadora.

Después la presenciará, en ese momento tenía otras cosas entre manos, apartó sus bragas a un lado para tocar su ya humana intimidad.

─Estás muy húmeda pequeña….¿cuánto has esperado para decirme? ─ le pregunto entre besos metiendo dos dedos en su interior.

─¡Mmmm! ─ gimió en su boca, Aaron comenzó a bombear con sus dedos.

─Parece que mucho ─ comento dándole un último beso y agacharse entre sus piernas para saborearla.

Marika se sujeto de su cabello olvidando él hecho sí podría lastimarlo o no por la forma en que se estaba sujetando de él, lo único que quería era que sus dedos y su boca continuarán con su maravilloso trabajo en sus partes íntimas.

─Aa...para...amor...pa….a a amor...pa...mmm ─ dijo entre balbuceos y muchos gemidos, mientras que estaba llegando a su órgano, pero sentía otra cosa, sentía cómo si se fuera a orinar en cualquier momento y quería que él italiano se detuviera pero no lo hacia ─ yo….¡Aaron! ─ gimió alto corriendo se en cascada contra el rostro del italiano, que estaba de los más contestó.

Por el contrario de ella que estaba completamente roja y avergonzada por lo que acababa de pasar, junto sus piernas avergonzada y también se cubrió con la bata, Aaron tomo un trozo de tela que tuvo cerca para limpiarse la cara completamente confundido por él comportamiento de la rusa.

Otra vez.

─Marika ─ la llamó, intentando quitar sus manos de su cara, algo que no pudo hacer ─¿ahora qué pasa? ─

─Lo siento, no era mi intención, no se porque paso, perdón ─ dijo ella muy apenada aun con la cara tapada por sus manos, pero podía notar lo sonrojada que estaba.

─¿Por qué me estas pidiendo perdón? ─ preguntó confundido. Cuando pensaba que estaban bien ella siempre saltaba con una preocupación nueva o en ese momento que quién sabe que sea pensó.

¿Cómo se pondría cuando las ormonas la atacaran?

Despues se ocuparía por eso, solo podía resolver un desastre a la vez, aunque no tenía mucha idea de cual era él problema en ese momento.

─Mi amor ya te había dicho que si hay un problema deben hablarlo conmigo y entre las dos lo resolveremos ─ le dijo el con ternura.

─¿ Cómo no puedes saber cual es el problema? ─ se quejo ella sentando se de repente ─ y aun estar todo mojado por mi culpa ─ se quejo mortificación bajando de la mesa y saliendo del estudio del diseñador.

Aaron se quedo parado ahí mirándola irse sin entender del todo él problema, entonces trato de pensar un poco más sobre aquello de su camisa que si estaba mojada, pero por ella se había corrido en…

─Ahhhh….mi pequeña inocente ─ dijo él con ternura comprendiendo al fin lo que le pasaba a la rusa.

La siguiente hasta la habitación de ambos donde la encontró en él baño tomando un ducha, rápidamente se desistió y se metió con ella abrazándola por la espalda.

─No paso eso que crees ─ le dijo.

─Si paso, estaba ahí, sentí exactamente cómo paso ─ se quejo ella, tenía incluso las orejas rojas de la vergüenza que sentía, mientras que él italiano contenía las ganas de reír por la ternura que ella le causaba.

─No paso eso ─ le dijo con un poco de seriedad al mismo tiempo que la hacia girar y la pegaba contra la pared de la ducha ─ si puede que lo sintieras cómo si me hubieras orin….

─No lo digas, no lo digas ─ le cubrió la boca con sus manos,, en ese momento si que no pudo resistir reírse.

─Ya te dije no fue él caso, puedes estar tranquila, eso pasa aveces ─ le aseguro.

─¿Por qué? ─ preguntó.

─Porque te sentias muy, pero muy bien cuando te tocaba, te muestro ─ dijo alzándose de la cintura haciendo que sus piernas rodearan su cintura y antes de que ella dijera algo en contra la callo con su boca.

******

─No lo se, ¿cómo puedo estar segura de que si algo le sale mal no terminara hechandome toda la culpa ami? ─ preguntó Giada al hombre que estaba sentada frente a ella.

Hombre que se había acercado a ella en primer lugar, al principio pensó que era un periodista o alguien con la intención de obtener algún chisme jugoso ya que para nadie era un secreto de que ella era amiga de Aaron y que ella había conocido a su nueva musa, pero cuando ella empezó a hablar peste de la rusa y él diseñador, la actitud del hombre cambio por completo y le ofreció una alianza.

Alianza que consistía en que él evitaría que la rusa siguiera trabajando con él diseñador, a cambio de nada, solo necesitaba que Giada le dijera donde la podría encontrar la y darle una ventana de unos 10 minutos máximos para él hacer todo lo que debía y ambos tendrían lo que querían.

─Puede estar completamente tranquila con eso, después de que me encargue, nosotros, jamas, nos hemos visto…

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