─Hola pequeña mía, estás preciosa─ le dijo él, la verdad estaba muy sorprendido, era muy diferente a la chica que había conocido antes, ahora era una hermosa mujer, muy bien proporcionada.
─Gracias, ¿qué haces aquí?─ le preguntó confundida ─ cierto, Olga está aquí y es tu novia─ recordó la rusa aquel detalle.
─Olga y yo no somos novios─ le dijo él.
─Ella me dijo que sí─ le dijo la rusa.
─Sabes que Olga siempre se pone a decir de todo para llamar la atención─ le dijo y en realidad era cierto ─¿Por qué no salimos a tomar algo?, y conversar, tenemos mucho sin vernos─ le dijo él besando su mano, antes ese tierno gesto siempre la tenía embobada, pero ahora ya no tanto.
─Me encantaría, pero no puedo ─ le dijo Marika haciendo que soltara su mano ─quede en hablar con él señor Greco, no puedo lo siento─ le dijo él y él italiano sonrió.
─Marika aún no hemos terminado de hablar─ intervino Anton antes de que él italiano se la llevara.
─Ya dije todo lo que tenía que decir Anton, me gusto mucho patinar contigo─ le dijo ella para alejarse e ir a cambiarse los patines.
─No piense que ha ganado Greco─ le abvirtio Anton.
─Pero si yo no estoy en ninguna competencia ─ dijo él con tranquilidad mirando a ambos hombres ─ para estarlo ustedes tendrían que tener alguna oportunidad, pero no la tienen─ le dijo él para después alejarse para ir con su amigo y ponerlo al tanto de todo.
─Marika, ¿Quién es el guapo que te saludo?─ le preguntó Greta seguida de Helena y dos compañeras más de trabajo.
─Ivan ─ contestó simple quitandose los patines.
─¿Que Ivan?─ preguntó su mejor amiga confundida.
─¿De cuantos Ivan te he hablado?─ le preguntó la rusa de vuelta.
─Bueno, solo de uno en realidad, de….─ se quedo callada de repente, para mirar alguapo hombre de después a su amiga y repetir lo mismo unas dos veces más ─ ¿Ivan?─ preguntó la rusa asintio ─ ¿Ivan?, ¿Ese Ivan?─ preguntó de nuevo.
─Ese mismo Ivan─ confirmó Marika colocando las botas.
─Nos comparten quién es él tal Ivan─ pidió Helena.
─Es él novio de Marika─ dijo Greta aun sin creerlo─ y entonces las otras dos mujeres y Helena miraron al recién aparecido ruso con total sorpresa.
─¿De verdad es tu novio?─ preguntó Helena.
─No, fue mi novio, cuando era patinadora profecional, pero al igual que todo me dejo después del accidente─ les conto.
─Que desperdicio de belleza─ se lamento Greta─ ¿vas a hablar con Greco?─ le preguntó con interes.
─Si, voy a hablar con él, nos vemos en la casa en un rato─ le dijo Marika para después ir donde estaba él diseñador italiano.
─¿Qué te parece ir a mi suite?, no vamos a poder tener mucha privacidad en el restaurante─ le dijo él.
─Esta bien vamos─ aceptó ella y ambos salieron de ahí.
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─Te dije que la convencieras, ¿por qué se fue con él diseñador?─ le gritó el padre de Marika a Ivan.
─Deje de gritarme que no soy su hijo para que lo esté haciendo, además apenas la acabo de ver de nuevo después de casi tres años, no puedo simplemente aparecer y decirle que regrese con ustedes─ le dijo Ivan, los padres de la rusa no dijeron nada, sabían que él tenía razón ─ pero no se preocupen, cuando termine con él lo voy a arreglar─ le aseguro.
