Capítulo 3: El interrogatorio Marsh

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La línea terminaba en el Polígono Kenny McCormick, por lo que mucha gente se bajó por el camino mientras yo proseguía con mi camino. Llegué a mi parada, a una manzana del restaurante, con la cual cosa fui andando.

Dentro había unas cuantas personas comiendo y el personal. Al entrar me intenté fijar por si veía a Stan, pero no hubo suerte. Para no levantar sospechas, me senté en una mesa y actué como un cliente normal. Un camarero me atendió y realicé mi pedido. El restaurante era de una cadena de restaurantes bastante conocida, por lo que dudo que estuviera tan mal.

Me trajo todo lo que pedí y me lo comí rápidamente. Pagué y pregunté al camarero por Stan Marsh.

Clyde: Muchas gracias. Por cierto, ¿Trabaja aquí Stan Marsh?

Camarero: Oh si, detrás en la cocina, ¿por?

Clyde: ¿Le puede decir que venga un momento por favor?

El camarero asintió y fue a la cocina. Oí unos cuantos murmullos, pero casi inaudibles a mi oído. Al poco, Stan apareció por la puerta de la cocina. Se había dejado el pelo largo, le llegaba hasta los hombros. Llevaba ropa casual, por lo que no parecía que trabajaba en la cocina.

Stan: ¿Todo bien, señor? - Dijo con tono seco. Él parecía no reconocerme.

Clyde: Si, solo quería hablar con usted, señor Marsh. Por favor, siéntese.

Stan: De acuerdo. - dijo mientras se sentaba. Ahora que lo tenía cerca, pude apreciar ojeras en sus ojos y una piel más pálida de lo normal.

Clyde: Verás Stan, quería hablar sobre tu padre. - Se notó un gesto de desagrado en su rostro. Se levantó con ira y me dijo.

Stan: Si es de él de quien quieres hablar pierdes el tiempo, Donovan.

Clyde: Stan, por favor, necesito tu ayuda.

Stan: No voy a dirigir la palabra a mi padre aunque me valga la vida en ello.

Clyde: Por eso precisamente estoy aquí. Tu padre puede estar metido en un negocio de narcotraficantes ilegales.

Stan: La marihuana es legal, ¡imbécil!

Clyde: No hablo de la Marihuana, hablo de algo más gordo. ¿Puedes venir a mi apartamento y lo hablamos con tranquilidad?

Stan aceptó, en el fondo se veía preocupado por su padre. Por el camino fuimos a pie, no me apeteció coger otra vez el autobús. A el le sentó bien el paseo, al llegar parecía más simpático y todo.

Le ofrecí un asiento y una cerveza sin alcohol. Él la tomó, pero solo por pena, creo.

Clyde: Bien, empecemos. ¿Sabes que prohibieron la metanfetamina hace poco?

Stan: Si,¿por?

Clyde: Los elaboradores descubrieron una nueva receta que no es detectable por los controles de drogas de los aeropuertos, perros policías, entre otros. También es más potente y mucho más dañino para la salud. La policía lo ha bautizado como Dreamix y creemos que puede haber alguna relación con la empresa de marihuana de granjas Tegridad. A uno de los consumidores se le encontró un recibo de maría recién comprado.

Stan: ¿Y eso que tiene que ver conmigo?

Clyde: Necesitamos algo más de información. Esta droga es demasiado reciente y no se sabe casi nada sobre ella.

Stan: ¿Y por qué debería tener información yo? Hace años que no hablo con mi padre.

Clyde: Tu padre pudo haberte contado algo de utilidad.

Stan: No, no me dijo nada y espero que siga así, o sea que no me metas en ningún lío, ¿ok?

Clyde: Necesitamos entrar en Granjas Tegridad. - Él se puso rojo como un tomate.

Stan: ¡Ni hablar! No pienso volver a ese lugar. A medida que el negocio creció mi padre no me hizo ni caso. Es un no. - dijo muy enfadado.

Clyde: ¿Por qué dañas a Kyle de esa manera? -Su cara de ira se convirtió en una de sorpresa. - Él se preocupa por ti, pero me ha dicho que realmente no le haces ni caso. Él te ayuda en todo y tu lo único que haces es beber y perder trabajos.

Stan rompió a llorar, lo que intentó disimular girándose de espaldas.

Stan: Eso no es verdad. - dijo sollozando.

Clyde: Te contaré una cosa. Cuando yo perdí a mi madre, jamás antes valoré lo que ella hacía por mí. Ella traía dinero a casa y me alimentaba. Había días que realmente me enfadaba con ella, pero ese es el trabajo de la persona que te quiere. Valóralo, antes de que lo pierdas.

Stan: Tienes razón. Pero es que estoy harto de mi padre. Jamás nos ha hecho caso. Pero te ayudaré a obtener información.

Clyde: Bien hecho Stan. Has tomado una buena decisión.

Stan: Tengo la llave, pero como me vea mi padre me mata.

Clyde: Lamento meterte en esto, pero tú también tendrás que estar presente. Tú eres la excusa perfecta.

Stan: Ni hablar.

Clyde: Kyle también ha accedido, sería un buen momento para arreglar las cosas.

Stan: Vale, pero no prometo vuestra seguridad. Mi padre se volvió bastante frío con los desconocidos que no le ofrecen dinero.

Le miré y le extendí la mano para sellar el trato. Él aceptó y empezamos a planificarlo. 

South Park: Mi futuro junto a ti (Cryde/gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora