Capítulo 24: Hallando el amor y la verdad

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Recorrí rápidamente el pasillo, que estaba decorado con millones de mosaicos y pinturas en su honor y el de la marihuana. Lo curioso es que todo era básicamente simétrico. No había ni una cosa que no estuviera replicada en el otro lado de la pared.

Llegué delante de la puerta, la cual, por desgracia, estaba cerrada. Me fijé en los lados. Uno de ellos tenía una especie de panel dónde poner una contraseña. Conociendo a Randy, ¿cuál podía ser su contraseña? Intenté con Stan Marsh, pero no funcionó. Lo volví a intentar, esta vez con Sharon Marsh y Shelly Marsh, pero tampoco funcionó. Lo intenté con su nombre, pero tampoco funcionó.

Estaba desesperado, así que intenté con algo ridículo: "RandyRulez" (Randy mola). Para mi sorpresa, eso funcionó. Las puertas se abrieron de par en par y yo me quedé con cara de estúpido parado frente la puerta. "Increíble" dije con decepción.

Su dormitorio era cuatro veces más largo que el de Stan. Di unos pasos hacia dentro, los cuales resonaron por toda la sala. Tanto a la derecha como a la izquierda como delante había ventanales con vitrales de su persona, que contaban la historia de su fama y dinero.

Me acerqué a la cama y la investigué completamente, pero no encontré nada interesante, solo un extraño olor a semen. Investigué las mesas y los armarios, pero nada, hasta que di con el clavo (literalmente). Un clavo medio clavado en el suelo de mármol me hizo tropezar. Yo, al levantarme, lo observé con atención y descubrí que sacándolo, una puerta secreta a la derecha de la puerta por donde había entrado se abría.

Avancé lentamente. Toda la luminosidad de la sala anterior se había esfumado, apenas había luz. Los ladrillos, sin siquiera pintar, transmitían una sensación de frialdad y desconfianza, pero seguí avanzando igualmente. Llegué al final, donde una celda con una puerta metálica se hallaba delante mío.

Me acerqué a la cerradura, la cual tenía espacio para dos llaves. Me fijé mejor en el pasillo y estaban convenientemente colgadas en la pared. Las cogí y abrí cada una de las cerraduras. Lentamente empujé la puerta y pude notar la figura de una niña dormida y tirada en el suelo.

La niña era pelirroja y debía tener 20 años aproximadamente. Se veía joven, pero parecía muy triste. Su melena larga le tapaba los brazos. Me acerqué lentamente y comprobé su pulso. Estaba viva.

La sacudí un poquito, lo que ella notó y se despertó. Estaba débil, y ahora que se sentó, pude comprobar que estaba muy delgada. Demasiado. Ella me miró a los ojos y me repasó de cuerpo entero. Cuando vio mi insignia, supo que podía contar conmigo.

Tricia: ¿Ha venido a ayudarme?

Clyde: Si. ¿Nos vamos?

Tricia: Vale. - dijo débilmente.

Clyde: Tu hermano también está aquí. - La ayudé a levantarse mientras ella intentaba caminar. Sus piernas temblaban, así que tuve que pasarme uno de sus brazos por detrás del cuello para poder ayudarla a andar.

Rápidamente nos desplazamos hasta que una voz familiar nos llamó desde lo lejos.

Craig: ¡Clyde! ¡¿Dónde te has metido, cojones?! - De pronto, entró por el pasillo y nos vio plantados allí. Su hermana, con las pocas fuerzas que tenía, trató de sonreírle. - No... No puede ser... - dijo casi llorando.

Clyde: La he encontrado. Está viva.

Tricia: Hola hermano. - su voz era floja, pero Craig la oyó perfectamente, dado que empezó a derramar lágrimas como si se tratase de una fuente.

Tricia pero, se desmayó al cabo de poco. Eso llamó nuestra atención, lo cual es razonable y la ayudamos a llegar a la entrada, donde Craig me indicó que estaba el resto del pelotón.

Llamamos a una ambulancia y la llevaron al hospital, junto con nosotros. Una vez en el hospital, le hicieron muchas pruebas y la enchufaron a mil y una máquinas. Craig se intentó hacer el valiente, pero era evidente que estaba dolido por tener que contemplar a su hermana de esa manera. Los dos estábamos esperando pacientemente en un banco del pasillo.

Craig rompía a llorar cada dos por tres, a la cual cosa no le culpaba. Yo lo único que hacía era abrazarlo y decirle que todo iba a salir bien. El sol de mediodía se acabó convirtiendo en sol de tarde, pero nosotros seguíamos allí. La verdad es que ya no me importaba tener que esperar más. Tenía a Craig de mi lado y eso era lo que me importaba.

Finalmente, un médico salió y nos proclamó su diagnóstico.

Doctor: ¿Señor Tucker? - Craig levantó la mirada.

Craig: Soy yo. - Dijo con una última gota de esperanza. El doctor nos hizo entrar a su consulta, la cual estaba adornada con numerosos aparatos médicos. Nos sentamos en las sillas delante de su mesa mientras el doctor pronunciaba sus palabras.

Doctor: Esa niña ha sufrido mucho. No solo mala alimentación, latigazos, golpes y cortes, sino también emocionalmente. Es una chica valiente, no lo puedo negar - "como su hermano" pensé - Se pondrá bien, solo necesita un par de semanas en hospitalización.

Craig: Gracias a Dios. - dijo aliviado.

Doctor: Su hermana será acomodada en una habitación fuera de la UCI esta noche, cuando nos aseguremos que despierta con éxito. No se preocupe que está en buenas manos. - dijo con una sonrisa que nos alivió aún más a mí y a Craig.

Nos dejaron hacerle una pequeña visita. Ella despertó y la pudimos ver bebiendo agua. Estaba tan feliz. Craig también estaba super feliz, aunque por su expresión, parecía todavía estar dudando si esto era real pero, ¿qué más podía ser?

Más tarde, nos fuimos hacia mi casa. Craig estaba de muy buen humor y estaba sonriendo todo el rato. Llegamos y me puse a preparar la comida mientras Craig descansaba. Se puso a ver Netflix mientras yo escuchaba por detrás.

Esa noche, Craig también recibió una llamada de sus padres, los cuales estaban muy preocupados por él y le preguntaban muchísimas cosas, entre las cuales cuestionaban mi posición respecto a un buen novio. Craig me defendió y después de la llamada me dio un beso en los labios de los que tanto había añorado durante esta aventura.

Finalmente, después de haber cenado, nos plantamos en el dormitorio. Los dos estábamos muy felices y nos empezamos a abrazar para dormir. Craig me miraba con una sonrisa que iluminaba la oscuridad de la noche. Yo le miraba a él con una sonrisa. Él habló.

Craig: Te quiero.

Clyde: Yo también te quiero, mi amor.

Craig: ¿Sabes? Estoy tan feliz de haber encontrado a mi hermana que siento como si pudiera levantar el planeta entero con una sola mano.

Clyde: Me alegra oírlo. Realmente te pega esa sonrisa. - dije acariciándole la mejilla.

Craig: ¿Sabes? Me apetece una última cosa antes de ir a dormir. - dijo mientras se ponía encima mío.

Clyde: ¿Y qué es lo que quieres? - dije haciéndome el tonto. Él me besó. Sus labios en los míos se sentían muy bien. De pronto, sentí un picor allí abajo, en la zona de la entrepierna. Craig lo notó y sonrió maliciosamente, antes de posar su mano sobre mi 'manguerita'.

Esa noche, finalmente, lo hicimos. Algunos dirán que esto es el final, pero nuestro noviazgo acaba de empezar. Somos jóvenes. ¿Qué podría pasar? Desde luego sé que mientras esté junto a él estaré a salvo. 

South Park: Mi futuro junto a ti (Cryde/gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora