Capítulo 22: Remediando mis errores

73 5 0
                                    

Llegué a las verjas metálicas de las granjas, cerradas con un candado policial y diversos trozos de cordón policial. Un agujero en la verja, me indicó que alguien ya había estado allí antes, así que entré a investigar.

Los jardines estaban desiertos, había ventanas rotas y diversos grafitis en las paredes de lo que antes era una de las mansiones más lujosas de nuestro país.

El silencio era infernal, y me hacía temblar.

Seguí investigando por fuera, hasta que algo me llamó la atención, una luz que provenía del interior. Parecía ser de una vela, dado que su color era anaranjado.. Decidí ir a investigar. Cogí una tubería metálica que había por el suelo y rompí una ventana. La luz provenía del segundo piso, pero supuse que podría llegar.

Pronto encontré una escalera y haciendo uso de mi normalmente falible uso de la orientación, intenté encontrar la habitación en la que había visto esa luz. La luz de la luna que entraba por los ventanales me permitía ver lo suficientemente bien como para poder tener un rumbo recto.

En uno de los pasillos, escuché el leve sonido de unos lloros, los cuales creía haber oído antes. Seguí la voz de los llantos hasta llegar a la habitación donde había visto luz afuera. La puerta, entreabierta, me apartaba de mirar toda la habitación completa, así que con sigilo, la abrí un poco hasta que pude identificar la figura de una persona en una cama.

Agarré mi arma con fuerza y me preparé para lo peor mientras entraba lentamente en la sala. Pronto, pude identificar mejor la figura de Craig, la cual era la causante de los lloros que había escuchado anteriormente.

Clyde: ¿Craig?

Craig: ¿Clyde? ¿Qué haces aquí? ¡Me has asustado! - dijo intentando disimular sus lágrimas.

Clyde: Craig, ¿qué te pasa?

Craig: Nada, ¿qué haces aquí? - repitió enfadado, pero a la vez avergonzado. Lo miré con cara de preocupación, a lo que él entendió que necesitaba dar respuestas, pero no me miró a los ojos mientras hablaba.

Craig: Querías "hacerlo" conmigo, pero yo no me veía capaz. Creí que te había decepcionado y que ya no querrías estar contigo. Me asusté y me avergoncé de mí mismo. Me gustaría darte lo que te mereces, pero creo que no soy el indicado.

Clyde: ¡No digas eso! Sé que el orgullo a veces puede ser más fuerte que la verdad, pero yo te quiero así y me da igual tener que esperar un par de minutos como no hacerlo nunca en la vida. Solo quiero estar contigo, porque realmente me siento bien cuando estoy a tu lado. No hace falta que te avergüences por estas cosas. A mucha gente le pasa y yo no soy excepción.

Craig: ¿A que te refieres con que no eres excepción?

Clyde: Yo suelo hacer una pelota de muchas cosas y cuando me quiero dar cuenta, un problema sencillo se ha convertido en una decisión vital. La que más recuerdo es... tu. En el colegio te quería pedir una cita, pero estaba tan cagado de que me dijeras que no, que no lo hice, hasta que me secuestraron y no tuve nada más que perder. Pero al final, las cosas han acabado bien para los dos.

Por fin pude sacarle una sonrisa. Sus ojos seguían rojos, pero el curso de lágrimas había parado. Todavía había esperanza de salvar el vínculo que nos unía. Me senté a su lado. Vi que tenía algo encima de la cama que, con un poco de atención, pude notar que eran fotos. Fotos de él y Tweek en el instituto. Se veían felices.

Clyde: ¿Intentas recordar buenos momentos? Perdón, tal vez no debería haber dicho eso. - dije con un poco de envidia, pero también con arrepentimiento.

Craig: ¿Cómo pude estar tan ciego?

Clyde: ¿A qué te refieres?

Craig: Tweek en el instituto ya era así. Tweek estaba obsesionado conmigo y apenas podía alejarme de él sin que montara una escena. Él me manipulaba una y otra vez, pero yo me empaticé demasiado como para darme cuenta. Ojalá hubiera cortado la relación de raíz en esos tiempos. ¡Que se jodan las niñas asiáticas!

Clyde: Te comprendo, pero ahora no podemos cambiar el pasado, solo podemos hacer frente al presente para cambiar el futuro. El pasado es historia, por eso solo recordamos lo que nunca sucedió.

Craig: Vaya frasecita... ¿Estamos cursis hoy?

Clyde: Puede ser, pero realmente quiero que te sientas bien. - lo abracé. Ahora era yo el que no estaba de humor para besos. Sentía como si me hubiera engañado, aunque tal vez se debía a que estábamos en el sitio que tantas pesadillas me causaba. - ¿Quieres ir a casa?

Craig: Si, vamos. Total, ya no hay nada que pueda servirme en estos pasillos. - ¡Su hermana! Ahora me acuerdo. Tengo que encontrarla, pero donde puede estar. No podía dejar a Craig solo, no tenía llave. Ya la buscaré otro día.

Volvimos a mi piso, donde le preparé algo rápido para comer y fuimos a dormir. Era tarde y los dos estábamos realmente agotados. Por mucho que esta aventura se hubiese acabado, había algo de Granjas Tegridad que me seguía llamando la atención, aunque no sabía muy bien el que.

Esa noche no hubo abrazos ni miradas. Solo silencio. Mucho silencio. Craig acababa de decir muchas cosas sobre su traumática y enfermiza relación y se notaba que estaba afectado, así que intentaré, a partir de ahora, no mencionar el tema.

A la mañana siguiente nos despertamos, los dos estábamos perezosos y a penas queríamos hacer algo, así que decidimos pasar el domingo de la mejor manera posible. Maratón de series en Netflix. Él apenas sabía lo que era Netflix, por lo tanto le introduje a mis series preferidas, las cuales le acabaron gustando.

Encargamos una pizza, que también hacía tiempo que no comía una pizza auténtica. Según me contó, Randy solo les daba las sobras de las pizzas que él encargaba, las cuales no eran siempre las mejores y tampoco mucha cantidad.

Hablamos mucho sobre nuestros gustos y teorías respecto a diversas series y, justo cuando acabamos una, nos salió recomendada una serie titulada World of Winx, sin querer, le di al trailer, y no podía creer lo que mis ojos veían.

Las seis mujeres que me habían estado guiando estaban delante de mis ojos. Me habían ayudado personajes de ficción que nunca había visto. Eso sí que era increíble. La serie parecía para niños, así que la quitamos enseguida, pero me picó el gusanillo de la curiosidad y pensé en verla luego.

El día se terminó y decidimos ir a dormir temprano, mañana me esperaba una larga jornada en Granjas Tegridad para encontrar a la hermana de Craig. Esta vez, los dos estábamos de mejor humor y la noche fría contraatacó, por lo tanto decidimos dormir abrazados.

South Park: Mi futuro junto a ti (Cryde/gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora