Capítulo 17: Infiltración con Tegridad

67 4 0
                                    

El furgón apenas tenía una ventana, pero pudimos saber cuando habíamos llegado por el sonido que se oía fuera. Diversos policías estaban rodeando la puerta principal. Nosotros salimos del furgón y preparamos nuestro equipo. Habíamos traído cuerdas para escalar la valla y martillos para romper las ventanas si era necesario.

Nos pusimos en nuestra posición, es decir, cerca de la cerca y esperamos órdenes de Token, el cual estaba con un megáfono a punto de hablar.

Token: ¿Está encendido este cachivache? Ah, si... *carraspea* Señor Marsh, tenemos una orden de arresto del juez. Tiene dos opciones, puede salir y entregarse por las buenas o podemos mandar a nuestros agentes dentro de la casa. Usted elige, pero no intente locuras, puesto que tenemos toda su zona rodeada.

No hubo respuesta, pero se empezó a escuchar movimiento dentro de la casa, por mucho que no se veía nada debido a los altos muros de ladrillos. Pronto una figura salió a uno de los balcones. Su pelo negro-gris ondulaba junto con una especie de traje negro que llevaba puesto. Randy abrió la boca.

Randy: ¡Ha! No podréis contra todo mi personal. Venid a por mi si os atrevéis. - Dijo antes de volver a entrar. Por detrás suyo me pareció ver a Sharon junto con ojos muy tristes. Está claro que esto lo tenía planeado desde hace tiempo. Token nos dio la orden y empezamos a escalar los altos muros mencionados anteriormente.

Entramos al jardín, donde nos encontramos al primer enemigo; perros. Corrimos un rato hasta que, por suerte, uno de mis compañeros sacó unos cuantos dulces para perros, los cuales comieron y nos dieron el tiempo necesario como para subir las inclinadas paredes de la casa. Cada uno subió por una de las paredes. Al ser una casa de estilo victoriano y neoclásico, tenía paredes rectas entre los ventanales.

Pudimos llegar a la segunda planta, donde Red, la que tenía el martillo, rompió la ventana y entró a dentro mientras nosotros esperábamos a que abriera nuestras ventanas desde dentro. Lo hizo rápido y pronto nos encontramos con el segundo enemigo: los guardias.

Ellos empezaron a correr detrás nuestro, a lo que respondimos con un taser. Ellos no lo vieron a tiempo y cayeron aturdidos al suelo mientras nosotros lo celebrábamos. Empezamos a buscar por el segundo piso, pero apenas había algo allí.

Abrimos todas las puertas en busca de algo que nos pudiera ayudar a saber el paradero de Randy, pero solo encontramos habitaciones un poco 'extrañas' y eso es mucho teniendo en cuenta que estábamos hablando de Randy.

En una de ellas había un montón de figuritas de animes famosos, mientras que en otra tan solo había un montón de relojes de cuco con sus instrucciones en alemán enmarcadas en la pared. Y yo que pensaba que ya lo había visto todo, jejeje.

Una vez terminamos, fuimos a las escaleras, donde había estado los minutos antes de que me secuestraran unos días atrás. Decidimos bajar al piso de abajo primero, donde nos encontramos a más guardias en un pasillo esperándonos.

Esta vez tenían armas, así que no dudamos en sacar nuestras pistolas también. Nadie se movía, todos apuntábamos a todos y realmente nadie hacía nada.

Red: Rendíos, somos agentes. - Dijo para intentar evitar un tiroteo. Por fortuna no hizo falta, todos los guardias empezaron a ir hacia arriba, pasándonos de largo a su camino. - ¿Se puede saber a qué venía eso? Nos podían ver, ¿verdad?

Que extraño. ¿Por qué habían salido corriendo? ¿Acaso se me había corrido el maquillaje? Todos nos empezamos a mirar unos a otros y decidimos ir tras ellos. Si hubiera pasado algo, seguro que era algo grande. Avanzamos por las escaleras hasta llegar al último piso. Curiosamente este era similar a un desván, con techos inclinados a cada lado.

Avanzamos por un pasillo bastante corto donde al final una sala con grandes ventanales de cristal empezaban a anunciar el final del día. En frente, Tweek estaba parado con su sonrisa maliciosa, con sus manos en la espalda y unos cuantos guardias a su alrededor.

Tweek: Vaya, vaya... Pero si son los agencatetos. - Chiste entre agente y catetos. Solo él se rió. De pronto, sus manos se hicieron visibles, pero estaban cargadas con una Remington Magnum 870, dispuesto a dispararnos. - No debisteis entrometeros en los planes de Randy.

Clyde: Y tu no deberías entrometerte entre Craig y yo. Realmente tienes la cabeza más vacía que el pobre de Randy, pero al menos él tiene un negocio.

Tweek se puso rojo como un tomate, aunque no se diferenciaba si era ira o celos, probablemente las dos. Pronto, levantó el Remington Magnum 870 y empezó a apuntar directo a mí.

Tweek: Un paso en falso y será tu fin, ¿me has oído agente Donovan?

Clyde: Alto y claro, pero, ¿puedo preguntarte algo?

Tweek: Adelante. - dijo sin bajar la guardia.

Clyde: Si me matas, ¿conseguirás que Craig te ame?

Noté en sus ojos una mirada de odio y desprecio. Él estaba roto por dentro, y ni siquiera una bala sería capaz de acabar con su dolor. Noté que de sus ojos empezaban a salir lágrimas. De pronto, su cuerpo cesó y se arrodilló, dejando caer el arma para poner sus manos en la frente y ocultar su rostro.

Tweek: él... él... ¿Es lo único que has venido a buscar? - dijo con una voz suave. Los guardias estaban desconcertados y no sabían exactamente qué hacer. Los policías tampoco entendían nada y me miraban esperando órdenes. - No me dejas opción. Si no pude conseguir que me ame. - se puso en pie - tampoco te amará a tí. ¡Guardias, fuego!

Los siguientes momentos fueron rápidos y peligrosos. Los policías apuntamos también antes de salir corriendo. Uno de los policías que estaba en el extremo se protegió con un mueble y empezó a disparar. Los demás nos retiramos a través del pasillo, con miedo de resultar heridos.

Poco a poco, oímos los sonidos de soldados caídos, y supimos que nuestro compañero había podido acabar con su tarea. Regresamos a la sala, intentando no pisar los cuerpos inconscientes y heridos de los exguardias de Randy.

Nuestro compañero nos miró con orgullo, justo antes de que Red abriera la boca.

Red: ¿Y Tweek?

Oh no. No... Esto está mal. Muy mal. Oh noooo...

Rápidamente corrí y abandoné esa sala por el pasillo donde había estado Tweek unos minutos atrás. Abrí todas las puertas a mi alrededor para intentar encontrar a la única persona que me había hecho sentir bien dentro de la cárcel de Randy.

Mis compañeros se miraron entre ellos sin saber que hacer, todos salvo Red, que comprendió lo que estaba pasando y empezó a abrir puertas para ayudarme. La última puerta que nos quedaba era más grande que las demás. Era de hierro y tenía forma rectangular.

A la de tres, los dos la abrimos como pudimos. Eran unas escaleras que conducían al tejado. Subimos las escaleras rápidamente y con agilidad mientras empezaba a temer lo peor. En la azotea nos encontramos otra puerta, la cual abrimos en nada. Nunca olvidaré lo que había delante de mis ojos.

South Park: Mi futuro junto a ti (Cryde/gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora