Capítulo 23: El laberinto Tegridad

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Lunes por la mañana. Despertador. Ducha. Noto algo en la cama, ¿Craig? De pronto todos los recuerdos me vuelven. Craig estaba viviendo conmigo, es verdad :V.

Lo desperté a él también. Era temprano, pero hoy nos tocaba la parte más complicada de este caso; la Burocracia. Papeles y más papeles que justificasen que estaba vivo, que vivía conmigo, se tenía que renovar el DNI...

Clyde: Buenos días, Amor.

Craig: Buenos días, ¿qué hora es?

Clyde: Las seis y media.

Craig:¿Por qué me despiertas tan temprano entonces?

Clyde: Hay que ir a la comisaría, ¿no te acuerdas?

Craig: Tu eres el que trabaja, no yo. Déjame dormir.

Clyde: Tienes que venir, hay un montón de papeleo esperando a ser firmado. - así no parecía demasiado animador, pero tenía que probar. ¡Bingo!

El olor a café recién hecho llegó desde la cocina hasta la habitación, lo que hizo que se levantara rápidamente y desayunara. Le saludé amablemente otra vez y me burlé de su pereza, la cual cosa lo enfurruño un poquito. Después se fue a duchar, se vistió y se plantó en la puerta mientras yo me lavaba los dientes.

Una vez estuvimos en la calle, empezamos a andar. Tal y como dije hace tiempo, la comisaría central está muy cerca de mi casa. Craig, que iba con su teléfono y con ropa nueva. Llevaba unos pantalones azules junto con una camisa negra y una chaqueta gris.

Llegamos temprano, pero todos los agentes ya estaban listos para partir. Red llegó a saludarnos y yo gesticulé con las manos que ya estábamos mejor, que no hacía falta ninguna indirecta.

Token: Aquí estáis, ya era hora que llegarais. - dijo por detrás nuestro.

Clyde: Buenos días jefe, ¿cuál es el plan?

Craig: Buenos días señor Black.

Token: Vosotros dos os quedaréis aquí, necesito que hagáis informes y que firméis unos cuantos papeles. - ¿Y la hermana de Craig?

Clyde: Em... ¿No deberíamos ir nosotros también? Al fin y al cabo, somos los que conocemos mejor la casa del señor Marsh. - intenté decir.

Token: Nop. Vosotros tenéis que quedaros aquí, hay muchas cosas que necesitan ser justificadas.

Clyde: Puedo hablar con usted en privado un momento, ¿por favor?

Él aceptó y me llevó a su oficina. Yo me senté y él se puso frente a la ventana y encendió un cigarro.

Token: ¿Por qué me estás desobedeciendo? Eres uno de los mejores agentes, ya deberías saber que aquí las órdenes las doy yo y tu obligación como agente es obedecer.

Clyde: Hay algo en Granjas Tegridad que necesito encontrar. Es urgente, créame.

Token: ¿Y bien?¿Qué es eso que necesitas encontrar?

Clyde: No se lo puedo decir, pero si me deja ir para intentarlo, le prometo que trabajaré horas extra si hace falta.

Token: Trato hecho pero no hace falta que trabajes más. Haces un buen trabajo. Iréis vosotros dos junto a diez agentes más. ¿Te parece bien?

Clyde: ¡Si, es genial! Muchas gracias jefe. Se lo agradezco. - dije mientras me levantaba de la silla e iba a avisar a Craig.

Llegué donde estaba, al lado de Red, hablando con otros agentes. Lo vi a lo lejos, y parecía tan feliz. Ahora los acababa de hacer reír. Me sentía tan orgulloso. No pude evitar sentir un poco de envidia al ver que hablaba con tanta gente y tan cerca de ellos, pero ignoré ese sentimiento.

Le fui a dar la noticia, con la cual cosa él mostró un rostro de indiferencia. Tal vez había hecho mal en pedirle al Jefe que viniera, tal vez le traería malos recuerdos. En fin, no había tiempo para lamentos.

Al cabo de cinco minutos, la brigada se desplazaba en tres coches hacia la gran mansión de la marihuana. Llegamos en poco tiempo y nos empezamos a desplazar por dentro de la morada. Craig nos guió hacia la sala de archivos, en la que había estado con Stan la última vez.

Mientras ellos estaban distraídos, yo me marché sigilosamente. Allí no se me perdía nada, lo que sí que perdía era tiempo al dejar a la hermana de Craig por allí. Fui al único lugar donde había oído hablar de ella; el despacho de Randy.

Era increíble que estuviera tan desierto. Normalmente había decenas de guardas a mi alrededor, pero esta vez no había ni una mosca. Empecé a rebuscar en los cajones y me fijé bien en cualquier papel que tuviera el apellido 'Tucker', pero no había nada. Miré por el resto de la habitación, pero apenas había información.

Entonces pensé. Estamos hablando de Randy, un multimillonario villano, no tendrá algún pasadizo secreto de casualidad, ¿verdad? Me acerqué a un busto con su cara tallada en él. Lo moví hacia la derecha, luego hacia la izquierda, pero no pasaba nada.

Me cansé de intentar romperlo, así que me intente apoyar sobre un ficus, pero en su lugar, una puerta se abrió y me dejó en una especie de archivo. Estaba ordenado por orden alfabético y los asuntos más importantes de la 't' se encontraban arriba.

"Túnicas", "Tumblr" "Tuputama..." ¡Tucker! Rápidamente saqué esa carpeta negra del estante y empecé a devorarla con los ojos. Craig, Laura, Thomas... ¡Tricia Tucker! Según la información más reciente, la habían encerrado en una cambra secreta de máxima seguridad que se encontraba... ¿En el cuarto de Randy? ¡¿Què?!

Rápidamente cogí el documento y salí corriendo por la puerta. Dónde podía estar el dormitorio de una persona tan egocéntrica como él. Por el camino, había visto unos cuantos libros de historia francesa. Tal vez Randy era malvado, pero también era culto.

El rey Luís XIV, más conocido como el rey Sol, era tan egocéntrico que construyó el palacio de Versalles a su alrededor. Su dormitorio estaba en el centro. Vamos a ver si Randy es así de egocéntrico como un rey de hace 400 años.

Me dirigí otra vez al centro de la casa, donde estaban las escaleras, que conectaban con tres pasillos, uno en cada dirección salvo atrás. En el pasillo del medio, una puerta dorada se hacía respetar en comparación con las demás de madera, ¡malditos absolutistas!

South Park: Mi futuro junto a ti (Cryde/gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora