Capítulo 14: Sueños y preguntas

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 Como era de esperar, mis párpados cayeron deprisa, dejándome en un estado de sueño bastante profundo y que me ayudó a relajarme. Mi sueño empezó conmigo en South Park, en el parque más grande de la ciudad. Estaba paseando por el parque, mirando los árboles y las familias que habían por allí. Todos parecían felices.

Seguí andando por el parque, pero una sensación de vacío se ocultaba en mi interior, algo que faltaba a mi lado. Una sombra con apariencia humana se puso a mi lado. No tenía miedo, no tenía porqué temerle.

Sombra: ¿Quién soy?

Clyde: No lo sé, pero creo que te quiero.

Sombra: Yo, creo que también, pero no estoy seguro de porqué.

Clyde: ¿Quieres andar a mi lado?

Sombra: Vale. - Dicho esto nos pusimos a andar, aunque mi cabeza aún no sabía quién era esta sombra misteriosa. No caía en nada. Estaba desconectado. Ojalá tener un interruptor como si fuera un aparato.

Por el camino nos íbamos encontrando a gente. La mayoría eran parejas de adultos jóvenes, como nosotros. También había familias enteras, con padres e hijos disfrutando de una tranquila tarde.

Clyde: Ahora en serio, ¿Quién eres?

Sombra: ¿Quién crees que debo ser?

Clyde: Odio que respondan a mis preguntas con más preguntas.

Sombra: Aún así, aquí me tendrás, cielo. - Su voz era muy dulce, como la de los mismos ángeles. ¿Realmente le conocía?

Entrecerré los ojos y pude distinguir una figura azul, con los ojos azules y pelo negro corto. Mi cerebro empezó a recordar quien era, todo el sacrificio que había hecho por mi, todo por lo que él pasó por mí. Realmente estaba muy agradecido con... Craig.

Su figura se materializó, fue como una transformación donde los trozos negros de la sombra se iban rompiendo, emitiendo destellos para adquirir su piel blanca y su pelo negro otra vez. Lo que pude notar, es que iba vestido como se vestía en cuarto. Su chaqueta azul y amarilla y su típico gorro.

Craig: ¿Tanto te ha costado?

Clyde: ¡Calla! Además tú tampoco me has ayudado.

Craig: Lo que importa es que ahora ya estoy a tu lado, mi amor.

De repente, todo al nuestro alrededor se convirtió en una especie de difuminado similar a una puesta de sol. Nosotros estábamos flotando en esa inmensidad. Craig tomó las riendas y empezó a dirigir sus labios hacia los míos. Yo hice lo mismo mientras el tiempo a nuestro alrededor se iba volviendo más y más lento. Su rostro cada vez más cerca del mío me emocionaba.

Nuestros labios al fin rozaron y pudimos completar el beso. Añoraba esa sensación real. Añoraba que estuviera a mi lado. Realmente lo echaba mucho de menos. Y solo pensar en las cosas horribles que le podían estar pasando con Tweek a su lado. Sé fuerte Craig, por lo que más quieras, te sacaré de allí muy pronto.

Él finalmente se separó de mí y me miró a los ojos mientras yo seguía alucinando en colores.

Clyde: Pro... Pronto volveremos a estar ju...juntos.

Craig: Seguro que sí. - dijo mientras me lanzaba una sonrisa cegadora. Poco después, su figura empezó a desvanecerse. El cielo cambió de su color anaranjado a uno más azul oscuro. La noche había llegado a mis sueños.

?: *Susurrando* Dreamix, Dreamix, Dreamix, Dreamix, Dreamix, Dreamix...

Clyde: ¿Hola? ¿Hay alguien aquí?

?: *Seguía susurrando mientras cantaba* Make your dreams come true*

Red: ¡Despierta Clyde! - Dijo una voz que reconocía.

Ese fue el fin de mi sueño, dado que Red se encontraba delante mío,, esperando que me despertara. Yo tardé un poco en reaccionar pero finalmente, le gané al sueño y a la pereza.

Red: ¡Buenos días! ¿Quieres desayunar?Hoy tienes que ir a trabajar, el jefe querrá saber muchas cosas.

Clyde: *Bostezo* ¿Qué hora es?

Red: Las siete y media.

Clyde: De acuerdo. Me voy a cambiar. - Ella salió de la habitación y cerró la puerta.

Me puse en pie y empecé a despertarme. Pronto estuve listo para ir a desayunar..., aunque no sabía donde estaba la cocina. Bajé al primer piso y empecé a buscar. Por las voces supe más o menos donde estaba y al final llegué.

Kevin: Buenos días. - dijo con una sonrisa en sus labios. ¿A qué venía ese cambio? ¿Se lo habrá contado?

Red: ¿Qué te apetece?

Clyde: Un café, por favor. - dije con miedo de abusar de su amabilidad.

Red: Marchando. Mientras, ¿Por qué no le cuentas a Kevin sobre tu investigación? - Dijo mientras empezaba a preparar mi café en el mármol de la cocina. ¿Por qué tanto interés? En fin.

Clyde: Bueno, básicamente hemos encontrado que Randy Marsh, el propietario de granjas Tegridad está detrás de un negocio ilegal de un producto similar a la metanfetamina, pero más potente. - Su apariencia parecía seriosa, pero no sabía porque - Además, quiere usar este nuevo producto para convertirlo en un producto de control mental y beneficiar su causa en las generales.

Kevin: ¿Insinuas que Randy es malo? - dijo con un tono primitivo. Yo asentí. - ¿Sabes que dona dinero a la caridad?

Clyde: Lamentablemente intenta tapar sus malas acciones con buenas obras. De hecho, su mujer ha sido abusada por él, por no mencionar que tiene las manos manchadas de sangre por todas las personas a las que ha... mandado al otro barrio.

Red tuvo mi café listo y me lo dio. Sinceramente su aroma era exquisito, esto no tenía nada que ver con que llevara más de una semana sin consumir cafeína. Le di un primer trago y su sabor se deshizo en mi boca. Era como un montón de ángeles, o en este caso, un montón de Craigs que besaban mis papilas gustativas.

Una vez terminado el café, nos preparamos para salir. Hoy sería un día muy duro, y no solo porque llevaba sin trabajar como policía durante una semana. Hoy todos me harían preguntas. Hoy trazaremos el plan que acabará con Randy.

Una vez estuvimos listos, Red me apartó un segundo y me acompañó a uno de los baños. Cogió un peine, laca y unos polvos y me empezó a maquillar. En cuanto me quise dar cuenta ya casi no me parecía a mí mismo.

Red: No quiero arriesgarme.

Clyde: Comprendo, ¿pero era realmente necesario?

Red: No, pero siempre he tenido curiosidad por maquillar a un chico. Kevin solo se lo deja hacer cuando va a convenciones y apenas puedo experimentar por mi misma. ¿Vamos?

Yo asentí con un resoplo de frustración mientras salíamos por la puerta. Ella se acercó a su coche y abrió la puerta del conductor. Yo abrí la del copiloto y me senté en mi sitio.

Red empezó a conducir con la radio puesta en las noticias de la mañana, las cuales siempre eran aburridas. Mi cabeza se desplazó y empecé a mirar el cielo azul. Empecé a pensar otra vez en Craig. Si me declarase, ¿Cómo sería tener una relación con Craig? ¿Qué pasaría?

Llegamos a la comisaría central, que quedaba a diez minutos de la urbanización Majira, donde vivía Red. Ella aparcó en un aparcamiento subterráneo solo para empleados. La vergüenza empezaba.

South Park: Mi futuro junto a ti (Cryde/gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora