Capítulo 4: El asedio a Granjas Tegridad

216 11 6
                                    

Más tarde, fuimos a su casa a planificarlo todo exactamente. Al ser policía, tenía acceso a los planos de sus instalaciones, los cuales usamos para trazar una estrategia. Básicamente entraríamos como si Stan estuviera con unos amigos y fuera a su habitación (Si, todavía tenía una habitación).

Nosotros actuaríamos como sus amigos y intentariamos obtener toda la información posible. El plan estaba trazado, solo faltaba llevarlo a cabo.

Al día siguiente nos encontramos cerca de Granjas Tegridad, a un par de manzanas. Iba preparado con armas por si acaso, aunque supuestamente Stan nos haría de coartada y nos mantendría a salvo del loco de Randy.

Una vez nos encontramos delante de las puertas metálicas, llamamos al timbre, porque ningún plan se puede realizar bien y educadamente si no llamas al timbre. Una voz salió del otro lado del interfono.

Interfono: ¿Nombre y motivo de la visita?

Stan: Stan Marsh, a recoger cosas de mi viejo cuarto.

Interfono: ¿Nombre de sus acompañantes, señor Marsh?

Stan: Donovan y Broflovski.

De repente la puerta se abrió y pudimos contemplar el interior de la finca. Su espacio estaba dividido en dos zonas: la zona habitable, que estaba compuesta de una mansión, piscina, pistas de basquet, tennis y futbol, garajes, entre otros, y la zona de producción, llena de invernaderos, oficinas, aparcamiento de camiones e, incluso una conexión con el ferrocarril.

Stan empezó a entrar mientras Kyle y yo, aterrados, seguíamos contemplando el espléndido jardín que había delante de la vivienda. Él nos hizo un gesto para que entráramos, así que nosotros lo seguimos.

Stan: No os separéis de mi lado. Mi padre está loco.

Los dos asentimos y empezamos a caminar por un camino hasta la puerta principal. Allí, el mismísimo Randy Marsh nos estaba esperando con una sonrisa diabólica, un cigarro de maría y un par de guardaespaldas a sus... espaldas.

Randy: Vaya, vaya, vaya. Mira quien ha vuelto después de todo este tiempo.

Stan: Hola, papá. - hizo una pausa entre las dos palabras para soltar un suspiro. Kyle y yo estábamos detrás suyo, aunque kyle tenía una expresión de miedo y sudor le empezaba a caer por la sien.

Randy: ¿Has venido a formar parte del negocio familiar de una vez por todas?

Stan: No, solo he venido a buscar cosas de mi cuarto con mis amigos, déjanos pasar. - dijo con tono seco y arrogante.

Randy: ¿Kyle Broflovski y Clyde Donovan?¡Qué sorpresa más agradable! Hacía siglos que no os veía. - dijo y le dió una calada a su cigarro. Como odio las drogas.

Clyde: Buenos días, señor Marsh. - dije y le dí un codazo a Kyle para que hiciera lo mismo.

Kyle: Bu-buenos dí-días, señor. - dijo temblando.

Randy: En fín, te dejaré ir a tu cuarto, pero Respaldo te acompañará. - dijo señalando a uno de sus guardaespaldas.

Respaldo: Por aquí, señores. - dijo señalando el interior de la casa, ya que todavía nos encontrábamos en el portal.

Randy: Otra cosa antes de que os vayáis. - otra calada al cigarro. - No entréis en ninguna habitación en la cuál no estéis autorizados o las consecuencias serán terribles.

Todos asentimos y fuimos hacia dentro. El interior era muy lujoso. Esta habitación tenía un par de escaleras que se juntaban en el medio, creando por debajo de ellas un arco que se dirigía hacia un pasillo. Las paredes decoradas con pinturas de numerosos artistas del mundo.

Stan se dirigió hacia una de las escaleras mientras Kyle y yo le seguíamos. Yo realmente intentaba ver a mi alrededor, pero por desgracia no había rastro de drogas dentro de esta residencia, sin contar los numerosos cuadros y decoraciones en forma de hojas de Marihuana.

Seguimos por un pasillo que llevaba al ala izquierda de la casa. Muchas puertas nos cruzaban a nuestros lados, hasta que Stan cogió un picaporte y encontró su habitación. Respaldo seguía ahí con nosotros, apenas moviéndose, solo observándonos. Nosotros entramos a su habitación.

Era increíble. Una sala más o menos cuadrada, con dos ventanales a la derecha y a la izquierda, con paredes pintadas de azul oscuro y pilares de mármol y cuarzo en los laterales. En una de las paredes se encontraba una cama sacada de un cuento de hadas, con diversos muebles abiertos y vacíos.

Respaldo: No hemos tocado nada desde que se fue, señor. Solo hemos limpiado la sala.

Stan: Gracias Respaldo. - dijo con tono sarcástico. - Nos puedes dejar a solar, por favor?

Respaldo: Lo siento, órdenes del señor Marsh. Ya has oído a tu padre.

Stan: Lo sé, pero yo también mando aquí, además, mi padre solo ha dicho que nos acompañes, no que te quedes.

Respaldo: Eso es verdad, llamadme si me necesitáis. - dijo mientras se iba y cerró la puerta.

Stan: Muy bien, Clyde, ya te he traído aquí. Ahora que hacemos.

Clyde: Investigar. Tienes acceso a documentos, cámaras de seguridad, u otros.

Stan: No, solo tengo acceso a mi habitación y a los cuartos de baño. Ya has oído a mi padre.

Clyde: Tenemos que conseguir información. ¿Sabes al menos donde están los archivos?

Stan: Si, ¿por? - Él tardó un segundo en captar mi indirecta. - ¡NO!¡Ni hablar! Mi padre me mataría si nos descubre ahí. No podemos averiguar nada, nos vamos.

Clyde: Vale, al menos dime, ¿Qué fue de tu madre y tu hermana?

Stan: Mi madre sigue viviendo aquí. No consume, pero sigue casada con mi padre. Respecto a mi hermana... Hace tiempo que no sé de ella. Ella terminó sus estudios y se fue de Colorado, a saber donde.

Clyde: Puedo asumir que Randy no os valora, ¿verdad?

Stan: No. Solo me valora a mi porque quiere que sea como él. Mi madre y mi hermana eran tratadas mal por él. Ni siquiera podemos decidir. Él tomaba las decisiones y nosotros no pudimos frenarlo. - dijo sentándose en la cama mirándose los pies. - Nunca nos escuchaba y era muy impulsivo. Supongo que la riqueza lo volvió más avaricioso y frío.

Clyde: Esta es la ocasión para conseguir unir a toda la familia. Si me ayudas a frenar a tu padre te prometo que vosotros podréis volver a uniros. Realmente creo que tu padre tiene potencial de estar implicado en algún delito de tráfico de drogas.

Stan: De acuerdo. - dijo levantándose. - Pero si mi padre nos pilla, yo seré quien me salve, dudo que él te deje vivir si te encuentra.

Clyde: Es un riesgo que tendré que correr.

Dicho esto él se dirigió hacia la puerta y me la abrió .Le dijimos a Kyle que esperara. La habitación de Stan era un lugar seguro para él, ya que es inocente. Fuímos por diversos pasillos hasta encontrar la puerta donde en un cartel se leía "Documentación de ventas". Cualquier producto que hubieran vendido tendría que estar allí dentro.

La puerta estaba cerrada, por suerte, funcionaba con un lector ocular, el cual estaba programado para abrir la puerta a Stan. Supongo que todos los de la sangre Marsh podían entrar a cualquier lugar de esta casa. Una vez dentro empecé a buscar el ordenador más cercano mientras Stan se quedaba en la puerta haciendo guardia.

South Park: Mi futuro junto a ti (Cryde/gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora