15.*Luciérnagas*

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Deidara vio como Naruto subía al auto con Sasuke y suspiró. Sabía que el estado de ánimo de Naruto no era el mejor, pero debía de dejarle ser.

- Me dijo Sasuke que...- Paró de hablar al ver la cara de Deidara.

- Itachi ¿Por qué ustedes están en cualquier lado al que valla? .- Bromeó un poco.- No te preocupes por lo de mi padre.

- ¿Quieres ir a dar una vuelta?.- Decidió cambiar de tema.

- Tengo que regresar a casa, Gaara sigue enfermo.- Sonrió.- Pero puedes llevarme a mi casa.

Itachi asintió y se acercó a él.

- ¿Qué haces?

- Te voy a ayudar con tu mochila.- Levantó la mano para poder tomar la mochila. Sin embargo Deidara dio un paso atrás.

- No soy una chica para que cargues mi mochila. Además casi no pesa nada.- Se movió un poco.- No necesitas cargarla, yo puedo solo.

- Bien, entonces vamos.- Se sintió un poco incómodo al ser rechazado.- Sube.

Deidara suspiró al ver el auto. Definitivamente sería una grosería mancharlo de lodo o siquiera polvo. Esperó a que Itachi le dijera que podía subir, sacudió sus zapatos antes de subir.

- ¿Listo? .- Preguntó al ver que se había puesto el cinturón mal.- Tienes que jalarlo un poco y después abrocharlo.

El rubio asintió y lo volvió a abrochar solo que esta vez su cabello se enredo, vió cómo Itachi se bajaba del auto y lo rodeaba hasta llegar a su asiento, abrió la puerta y comenzó a ayudarle con el cinturón. Sintió vergüenza al tenerle tan cerca y al no saber abrochar un cinturón correctamente.

- No te sientas incómodo.- Itachi acarició su cabeza desordenado levemente su cabello.- No había notado que eres lindo.

- ¿Qué? .- Apretó sus labios fingiendo molestia.- Ya quisiera ser lindo.

- "¿Quisieras?" Tu realmente eres lindo. Bueno, han habido personas más bellas que tú, pero eso no quita el hecho de que tienes facciones muy suaves y que tú rostro se asemeja a un lindo y rosa trasero de bebé.- Sonrió como si hubiese dicho el mejor de los halagos.

Deidara se sonrojó hasta las orejas y escondió su rostro entre sus brazos.

- Creo que jamás has visto el trasero de un bebé ¿Verdad? .- Trató de hablar claramente.- Porque mi rostro no se parece en nada a un trasero de bebé.

- No lo sé. ¿Qué tal si tenemos un bebé para asegurarnos?

- Pervertido.- Le empujó para que se quitará de encima de él.- Además tu tienes novia...- Lo dijo sin pensar.

- No lo será por mucho, quizá antes de fin de mes termine con ella.- Aseguró, mientras comenzaba a conducir.

- ¿Se pelearon?

- Te prometo que te contaré después.- Sonrió.- Si te lo digo ahora no creo que lo entiendas muy bien.

Deidara asintió y decidió mirar por la ventana, Itachi bajo un poco el vidrio para que pudiese entrar el aire y Deidara pueda ver bien por la ventana. El viaje no fue tan silencioso, Itachi platicaba con él y le contaba como fue su día, hasta le había dicho que tardo en llegar a la reunión por estar consiguiendo los músicos y las flores para Sasori a última hora.

Deidara seguía mirando por la ventana se percató que estaban por llegar a su casa y así fue, en menos de un minuto Itachi se estacionó frente a la casa. Se despidió de él... Pero antes de entrar regresó al auto y dijo algo que el azabache no pudo escuchar bien así que bajo un poco el vidrio.

El Mesero [ItaDei] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora