17.*¿Gaara?*

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Todo iba acorde lo planeado, solo faltaba muy poco para cobrar venganza. Tendrían de vuelta la empresa de su madre y nuevamente le darían su resplandor que alguna vez tuvo hace años.

Hubo quienes preguntaron por qué quería la empresa si ya tenía suficientes, pero por el simple hecho que esa empresa es el resultado de todos los esfuerzos de Mikoto, de todos los sueños que tuvo su madre sobre crear una empresa y después construir un hogar para todos los niños que lo necesiten. Eso es más que una razón para tenerla de vuelta, lograría hacer realidad ese sueño tan especial de Mikoto.

Se acomodó de mejor manera en el sofá, por alguna extraña razón se sentía cómodo estando ahí, es cierto que tenía una cama muchísimo más grande y cómoda donde dormir, pero eso no le era suficiente...

Sonrió al escuchar como Deidara gritaba buenas noches, desde el cuarto. Su corazón latió con fuerza haciéndole sonreír a un más, cerró sus ojos y dijo "Buenas noches"

~•°•~

Estaba tan cansado que no se dió cuenta de en qué momento se durmió, no vio a Sasuke por ningún lado así que supuso que no había vuelto. Decidió no molestarse más, y se volvió acostar. Después de acomodarse sintió frío y jaló la cobija.

- ¡Ehh!

Se sorprendió al encontrar a Sasuke dormido entre las cobijas, el azabache dormía tan tranquilamente y Naruto pensando que le abandonó. Sin embargo no fue así, solo que el azabache estaba escondido en las sabanas, soltó una risita al darse cuenta que se había equivocado.

- Volviste, no me di cuenta apesar de que había un gran bulto dormido a lado mío.– Miró hacia la ventana.– Pronto será de día.

Decidió esperar a que Sasuke despierte, se sentó en la "cama" y después se dejó caer en el pecho del pelinegro. Al escuchar el leve quejido de Sasuke, se comenzó a reír. Su objetivo se había convertido molestar a Sasuke hasta que despierte.

- ¡Había una ranita y un saltamontes que se convirtieron en amigos! ¡Después llegó una libélula y se comió al saltamontes! La pobre ranita lloraba sin parar.

Naruto cantaba fuerte para molestar a Sasuke, quién solo hacia caras y se removía tratando de bajar al rubio de encima de él.

- ¡Ya levántate Sasuke! .– Gritó a centímetros de su rostro, el azabache abrió los ojos enojado mirando al rubio

- Cállate, quiero dormir.– Seguían en la misma posición Naruto arriba de Sasuke.

- ¿Por qué? Ya dormiste mucho.– Sonrió recargandose en el pecho del pelinegro.

- ¿Por qué? Porque al señorito se le ocurrió tener fiebre, y adivina quién te cuido.– Dijo molesto al ver la sonrisa del rubio.

- Ahora entiendo porque hay una cubeta con agua a lado de la cama.– Quiso jugar un poco más con él y le abrazó, Sasuke solo se quejó al sentir como trataba de pasar sus brazos por debajo de su cuello así que levantó un poco la cabeza.– Gracias...

- Ya bájate de mi.– Gruñó enojado.– Quería dormir pero contigo no se puede.– Se intentó levantar pero Naruto seguía haciendo fuerzas para no dejar que se levante.

Sasuke se resignó y se volvió a dejar caer en la cama, por lo visto el rubio se le olvidó lo de anoche porque al parecer se tomaba la confianza de acostarse encima de él cosa que ayer no hubiese hecho.

El Mesero [ItaDei] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora